Los pájaros salen del nido

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

La plaza del Arenal, vacía durante el estado de alarma. FOTO: MANU GARCÍA
La plaza del Arenal, vacía durante el estado de alarma. FOTO: MANU GARCÍA

Ante tanta desgracia he vuelto a intentar fijar mi atención en las pequeñas cosas, las que dicen los sabios que son las que verdaderamente importan (vale… típica gilipollez de cartelito de Facebook, empatada con las fotos de gatos). Después de la fallida experiencia con el moscardón días atrás, he decidido subir varios peldaños en la cadena trófica y centrar mi interés en la avifauna –bonito palabro— que pulula alrededor de mi terraza. Ayer, viernes 20, antes de que empezase a llover, reparo primero en un cuervo que anda de paseo por el tejado de la Catedral. Intento llamar su atención, pero no tengo nada brillante a mano, así que veo que el tipo sigue de acá para allá, picoteando de vez en cuando cualquiera sabe qué, pero más que nada parece que lo que hace es disfrutar de su paseo sin necesidad de llevar al lado un perro.

De repente levanta el vuelo hacia el Alcázar, a seguir haciendo turismo. Al rato pasan volando un par de palomas y hacen que me pregunte por su supervivencia, ahora que deben estar sufriendo una drástica reducción en su sana dieta habitual de pan duro, patatas fritas, chetos, colillas… En el entorno de la Catedral hay muchas menos palomas que hace años, desde luego, lo que no tengo tan claro es que sea como consecuencia de esos graznidos como de pterodáctilo que salen de la propia Catedral cada veinte minutos y hacen que los vecinos de la zona tengamos al obispo y al resto de autoridades responsables de este desmán en nuestras oraciones.

Después de ver una bandada de patos en preciosa y precisa (la mayoría de ustedes no cogen la broma, claro, pero acabo de homenajear al gran columnista M.A.V.) formación de flecha dirigiéndose a Doñana –vamos a ver, vamos a ver… que la frase me ha quedado que ni pintiparada, pero yo qué sé si eran patos y si se dirigían al coto… aunque al menos puedo asegurar que no eran cigüeñas rumbo a Marbella—… total, que iba a decirles que apareció un mirlo, ya justo al atardecer. Me encanta el morro que tienen los mirlos. Este debe ser el puto amo del barrio: qué manera de silbar, qué potencia, qué gama de registros, qué manera de promocionarse ante las hembras: un mirlo un tanto ‘machirulo’, sin duda.

Dejo de lado por el momento el apasionante mundo de la avifauna y veo en periódicos digitales los atascos a la salida de ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. Estos son pájaros de otro jaez, en busca de la casa del pueblo o la de la playa. Parece que hay gente que se empieza a cansar de ‘hacer el candao’ en la terraza…

Pero estos no son los únicos pájaros que andaban por ahí ayer fuera del nido: anoche había chavalería suelta por la Alameda Vieja y eso que llovía. Retorciendo la broma, lo que no puedo decirles es si llevaban o no ‘alpiste’, pero que había ánimo de fiesta sí puedo afirmarlo en estas Confesiones. Cuando sigan pasando los días y llegue el buen tiempo, no sé…

Además de mi recién estrenada pasión por la avifauna, todo un mundo de sensaciones, el día transcurre en medio de la rutina, claro. Bueno, A. y yo hemos dejado de lado un poco el WhatsApp y hablamos con varios amigos por videollamada, todo ello, siempre mientras me lavo continuamente las manos (con este tema me siento un poco como Johnny Self, el personaje de Martin Amis, cuando dice en la novela Dinero que “mientras no diga lo contrario, siempre tengo un cigarrillo encendido”). Hoy, en el sexto lavado, entre restos de piel y cal, aparecen las palabras “desamortización” y “liberales”… otra notable en Historia que se me cae a los pies. También les informo de que mi hermana R., desde Madrid, ha sido debidamente reconvenida por unas papas recargás, digo, aliñás, que mostraba muy ufana por WhatsApp: la caballa es optativa, optativa (dígase con voz de José Luis López Vázquez).

Bueno, de las noticias hoy no vamos ni a hablar. Venga, como dicen los gallegos, mañana “mais e mellor”.

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