¡Chiquilla, espabila! o nos comen por sopa

Todos los actores que conforman Sumar tienen que activarse al máximo. Dirigirse con pasión a la campaña electoral, material hay suficiente

Yolanda Díaz en el mitin de Cádiz, este domingo.
Yolanda Díaz en el mitin de Cádiz, este domingo. MANU GARCÍA

No hace mucho, Sánchez Cuenca, pensador de la arquitectura de la izquierda española vino a decir que Podemos era un partido intenso que se había quedado obsoleto y que Sumar es la nueva esperanza por ser un nuevo espacio político de participación abierta ciudadana que le tocaba liderar el nuevo proceso que, finalmente, ha quedado constituido como clásica coalición electoral en la que están casi todas las organizaciones a la izquierda del PSOE, resultado que ha dejado desvirtuada la reflexión política y definitoria del profesor universitario de ciencia política. 

El campo quedó abierto para que fuera ocupado por el liderazgo de Yolanda Díaz que sigue como ministra de trabajo, si bien, da la sensación que esconde los frutos que Unidas Podemos ha conseguido por su paso por el gobierno de España que, según se ha publicado en el BOE en síntesis son: Subida del 47% del SMI; fin de la causa de despido por bajas médicas; sostenimiento del empleo privado en la pandemia mediante los ERTES, que han permitido que la pequeña, mediana empresa y autónomos no entraran en quiebra, de estas medidas también se han beneficiado las grandes empresas.

Implantación del IMV para familias en riesgo de pobreza; Ley Ryder, para eliminar los falsos autónomos; se ha duplicado la inversión del estado en dependencia hasta los 1.200 millones de euros; reducción de la tasa de temporalidad en el empleo del 28% al 14,8%; aumento proporcional del empleo fijo; recuperación de la negociación colectiva; ley orgánica de regulación de la eutanasia; ley de protección integral de la infancia (Ley Rhodes) para acabar con la impunidad de pederastas elevando hasta los 35 años de edad de la víctima a partir de los cuales se cuentan los años para que el delito prescriba; bajada del 10 al 4% del IVA en los productos de higiene femenina; ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, que incluye, retirada del permiso paterno para abortar desde los 16 años, se eliminan los tres días de reflexión, se garantiza el derecho territorial al aborto, se regula la objeción de conciencia, la píldora del día después es gratuita. Incorpora el derecho a la salud menstrual y el derecho a bajas por reglas incapacitantes; nuevos permisos laborales para la conciliación laboral; ley para la igualdad de las personas trans y la garantía de los derechos LGTBI; una excelente ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, a pesar del retroceso impuesto por el acuerdo entre el PSOE y el PP en cuanto que el consentimiento no basta para acreditar la violencia, esta debe ser probada; ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales; limitación a los precios de luz (excepción ibérica), que ha conseguido contener la inflación mejor que el resto de Europa, la medida ha sido adoptada a posteriori por toda la Unión Europea; bajada del IVA de los productos básicos de la compra; bono transporte y gratuidad en cercanías y media distancia, rebaja del 50% en los de transporte colectivo de dependencia estatal; impuesto a los ricos con fortunas superiores a 3 millones de euros, a la banca y a las eléctricas; fuerte subida de las pensiones del 8,5% revalorizadas con el IPC; ley por el derecho a la vivienda; límite a las subidas del alquiler, definición de zonas tensionadas, definición de gran tenedor con más de 5 viviendas, prohibición de desahucios sin garantía habitacional; reconocimiento de derechos laborales y prestación por desempleo a las empleadas del hogar.

Sin embargo, la candidata Yolanda Díaz solo incide en algunos, como si de otros le diera malestar. Se echa de menos aquella Yolanda rigurosa, potente y contundente de los datos. Mientras, el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, resalta con vehemencia los avances en progreso conseguidos, como si solo fueran suyos, tan es así, que es de dominio púbico que los socialistas ya han advertido a Sumar que si no lidera y ocupa el espacio natural que le corresponde lo harán ellos, siendo de destacar que, a diferencia de ambos candidatos, Rodríguez Zapatero ha valorado muy positivamente, con total identificación, la labor de la ministra Irene Montero.

En una campaña electoral no solo hay que exponer el programa electoral que se propone cuando se está en el gobierno, también hay que defender con orgullo lo que se ha hecho, que en este caso no es poco. Es de manual, además, contar con todos los activos políticos de los que se disponen, no ocultarlos o minorarlos, más cuando se comparte gobierno y coalición con ellos. No hacerlo es un error grave de fondo y de estrategia pues desmoviliza/confunde a una parte importante del electorado y, eso se paga.

Todos los actores que conforman Sumar tienen que activarse al máximo. Dirigirse con pasión a la campaña electoral, material hay suficiente. El motor Podemos, está dispuesto, lo tiene claro que cuanto más se implique en la campaña mejores resultados habrá, sus dirigentes y el proyecto Sumar saldrán reforzados. ¿Sacará la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, el bólido del garaje en el que lo guardó? La responsabilidad de que los resultados electorales salgan bien corresponde a su liderazgo y a su equipo de confianza, pero dicho con todo respeto: ¡Chiquilla, espabila! O, nos comen por sopas.

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