Chile, más pincel

La campaña presidencial estuvo esencialmente marcada por el aumento de la criminalidad y la violencia urbana y narco

Jeanette Jara, candidata de la izquierda a la presidencia en Chile.
17 de noviembre de 2025 a las 13:08h

Ayer se celebraron elecciones presidenciales en Chile, y un referéndum en Ecuador. Este referéndum, con una participación claramente por encima del 80% del cuerpo electoral, resultó contundentemente negativo para el actual presidente Daniel Noboa, un personaje de clara derecha extrema que llamó a las urnas bajo el lema de mano dura; durísima, en verdad. Tan dura que la Justicia le quitó dos preguntas al referéndum por antijurídicas: la castración química a los condenados por violación y la vigilancia policial sin autorización judicial. La población ecuatoriana se opuso a la mano dura predicada por Noboa.

Viene a cuento con Chile porque la campaña presidencial estuvo esencialmente marcada por el aumento de la criminalidad y la violencia urbana y narco. Tampoco ganó la mano dura, hasta el momento. De los ocho candidatos, dos mujeres, ganó la candidata de consenso de las izquierdas y un candidato de ultraderecha, por detrás, que irán a la segunda vuelta. Importa aquí también decir algo más, en mi opinión. Leyendo el diario alemán taz parecería que la polarización es máxima: izquierda comunista y derecha extrema. La realidad, el dato, es distinto al relato. Así como el candidato de la extrema derecha, Kast, que se viste de republicano como símil de Trump, y así lo califica The New York Times, es el representante de la mano dura, del extremismo, y un diputado bastante anodino e inactivo, la candidata Jara, del partido comunista ha sido ministra de Trabajo con éxitos de gestión: reforma de las pensiones, Ley de cuarenta horas y unos 400 mil puestos de trabajo.

Jeannette Jara es la candidata de la izquierda y de consenso, no la del partido comunista únicamente. Además, es una candidata a lo Lula o a lo Mujica, o el actual Yamandú Orsi, en el sentido de ampliar los programas de gobierno para alcanzar una gobernanza práctica que alcance a la mayoría de las poblaciones. A tener en cuenta que hablamos de crimen y pobreza de niveles de intensidad que en Europa no resultan visibles.

Con lo dicho hasta ahora intento llamar la atención en dos asuntos: la mano dura no es la primera opción de las sociedades de las que hablo, ni siquiera en la Argentina libertaria, sino una consecuencia de su libertarismo, y el extremismo y la polarización no debería ser atribuible a la candidata comunista, a la vista de datos constatables. Ayer mismo, Jara proponía incorporar elementos de los programas del populista Parisi y de la conservadora Evelyn Matthei del Vamos con ecos macristas argentinos, y que como Macri en Argentina apoya a Milei, Matthei salió ayer mismo a apoyar a Kast.

El catálogo de ultraderechas chilenas es realmente paradigmático, y aunque elmostrador.cl ha dado la impresión con sus titulares desde la noche de ayer de que era Kast quien había ganado la primera elección, habiéndolo sido Jara, insistía el mismo diario digital en que las matemáticas negarían cualquier posibilidad a la candidata de la izquierda. Parece prestidigitación, más que periodismo, si se me permite, presentarlo vestido de noticia. Más cabal me pareció el periodismo de latercera.com, siendo claramente un medio a la derecha.

Hasta la segunda vuelta queda exactamente un mes, y en un mes pueden cambiar realmente muchas cosas. No soy mago y no puedo saber qué ocurrirá, porque además si hay magia, esta solo funciona con trucos. Dejemos el asunto estar. El ambiente general es de descontento; la participación es alta, votar es obligatorio. La candidata de izquierda tiene un gran carisma y éxitos en su carrera ministerial. Puede ser que llegue a tiempo de incorporar programas de sus oponentes a su candidatura de diciembre. El lastre, sin embargo, es la inseguridad generalizada y el ambiente crecientemente favorable a las propuestas ultraderechistas.

Sin embargo, insisto. Ecuador se niega a la mano dura, la sociedad estadounidense se opone cada vez más decidida a la mano dura y al extremismo de derechas y vota candidatos moderados o de izquierdas en todo el país, como al alcalde de NY, Mamdani. Dejemos de ver todo con brocha gorda, que es precisamente lo que desean los populistas, los ultraderechistas y los antipolítica.