Una bandera trans, durante una manifestación.
Una bandera trans, durante una manifestación.

Estimado director: 

Me gustaría comentarle la existencia de un fenómeno que está afectando a la adolescencia y  juventud de nuestro país. Se trata de la disforia de género de inicio rápido por contagio social que  lleva a chicos, pero sobre todo a chicas, a decir que son “trans” sin haber manifestado con anterioridad ninguna incomodidad con su sexo biológico. 

Puede parecer una moda más, pero es un fenómeno muy peligroso porque, cuando acuden a los servicios de salud, son derivados inmediatamente a consultas de endocrinología en las que se  prescriben hormonas de sexo cruzado (testosterona a las chicas o estrógenos a los chicos) sin analizar que, tras la afirmación del menor o la menor, existan malestares psicológicos previos. El mensaje que reciben madres y padres es: tienes que hacer el duelo por la hija que has perdido y abrazar a tu hijo. Así. En la primera consulta. Sin analizar nada. Sin preguntar nada.  

Me ha pasado a mí: en mi casa, a mi hija. Una chica que nunca estuvo disconforme con ser chica, pero a la que le costaba encajar. Y ahora, de pronto, en cuanto a dicho que es trans, todos la apoyan para que se hormone y se mutile. Las leyes trans autonómicas y la ley que se prevé aprobar a nivel estatal están blindando estos tratamientos, que tendrán consecuencias irreversibles en todas estas chicas y chicos y que van en contra de la evidencia científica.  

Señor director, le ruego que publique esta carta: muchos padres y madres pueden reconocer en ella la situación que están viviendo en sus casas. Muchos lectores pueden reconocer lo que ocurre  en casas de sus vecinos, de sus amigos, de sus familiares y deben saber que las familias de estos  adolescentes y jóvenes solo quieren lo mejor para sus hijas e hijos: prudencia.  

Por último, le ruego que publique esta carta bajo seudónimo: si mi hija la ve, se romperá el  pequeño hilo que aún me une a ella después de que los influencer transactivistas le hayan dicho que  su familia la odia si no acepta que es trans. 

Muchas gracias. 

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Comentarios (2)

Carmen Hace 1 año
Gracias por publicar la carta. Muchas gracias
Ana María Hace 1 año
Somos muchisimas, y cada vez más, las familias con este contagio social, niñas que de un dia para otro se autodefininen trans por no encajar en los roles de género misoginos de la sociedad, niñas brillantes, creativas, que no siguen modas ni dictámenes machistas de lo que se estipula que debe hacer una mujer, niñas libres que caen en la trampa del delirio trans. Ahi estamos las madres, apoyando , que tengan autoestima, que tienen un cuerpo sano perfecto que no hay ni que medicar por no est
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