Artículo de Luis Jiménez Navarrete
Debido a la pandemia de coronavirus o Covid-19, las expectativas planteaban un escenario incierto para las elecciones autonómicas vascas y gallegas, por una posible bajada histórica de la participación en consecuencia del temor que provoca entre las personas mencionar “rebrotes” o “contagios”.
Reflexionando sobre estas afirmaciones, en mi opinión ni se acercaron a la realidad con la que transcurrió ayer la jornada electoral en nuestro país. Aunque la participación bien es cierto que bajó algo más de siete puntos en Euskadi (De 60,02% a 52,87%), subió cinco puntos en Galicia (53,66% a 58,88%), acercándose a los resultados de participación ciudadana del 89, en la primera mayoría absoluta de Manuel Fraga Iribarne (59,5%).
La jornada electoral fue un éxito para lo que se esperaba, sin incidentes y garantizando la seguridad ciudadana en los comicios. Con los resultados del país Vasco en mano, y viendo la subida de Bildu y el batacazo que ha sufrido el proyecto de España suma y la apuesta personal de Casado, Carlos Iturgaiz, no es descabellado pensar que el voto de nuestros mayores fue el menos movilizado en las elecciones autonómicas vascas. Bildu cuenta con el mayor porcentaje de voto joven en Euskadi, mientras que el PP tiene un porcentaje de voto del 47% entre los mayores de 65 años a nivel a escala nacional. Como el colectivo más mayor es el que tiene que tener más prevención contra la pandemia del coronavirus, pueden haber sido los que mayoritariamente hayan decidido quedarse en casa y no participar ayer en la fiesta de la democracia, lo que pudo afectar a los resultados de España Suma en el País Vasco.
Los resultados electorales de ambas comunidades repartieron alegría o tristeza en las sedes de los distintos partidos. Mientras que los populares pueden escudarse en la cuarta mayoría absoluta de Feijóo en Galicia, evitan hablar de los pésimos resultados de Euskadi, donde pese a ir en coalición con los naranjas, pierden 3 escaños y más de 40.000 votos. Los socialistas sin embargo, pueden estar contentos por subir tanto en Galicia como en el País Vasco después de haber sufrido una campaña repleta de mentiras y difamaciones por parte de la oposición al gobierno central. Peores resultados obtuvo Podemos, el partido del vicepresidente Iglesias perdió toda representación en Galicia (De 14 a 0) y bajo estrepitosamente en Euskadi (De 11 a 6). Aunque sin duda los dos grandes ganadores de ayer fueron Feijóo, tras haberle ganado el pulso que mantenía con Génova 13 y con el presidente de su partido y el nacionalismo Vasco, que obtiene ¾ partes del parlamento.
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