Señora Collado, le escribo desde la calma, pues me he tomado unos días para digerir su decisión y su intervención en el último pleno municipal. Me refiero a cuando dice eso de “el momento más adecuado” a tenor de lo propuesto por Ganemos Jerez y su iniciativa de izar la bandera LGTBIQ en el Ayuntamiento. Muy coherente y útil a lo largo de nuestra vida si nuestra filosofía fuese la de ser diplomáticos (entre otras cosas). Resulta que el momento no es adecuado porque coincide con una festividad católica y claro, los cristianos pueden molestarse al ver una bandera que representa y defiende a un sector social discriminado y criminalizado por esta religión.
Le voy a hablar de Jerez y de este momento. Y este momento no es adecuado. No es adecuado para los que formamos parte del inmenso grupo de personas que no somos heterosexuales, binarias o estamos fuera de lo normativo. No es adecuado porque hay pintadas homofóbicas por todo Jerez. Grafitis que se oponen a la educación LGTBIQ y contienen mensajes de odio y discriminación. Esto también se denunció el año pasado, pero parece que no hubo momento de comprar pinturas ni contratar al personal para tapar esas pintadas, que independientemente del mensaje ensucian, y de qué manera, nuestra ciudad.
Curiosamente sí hubo pintura y personal la semana pasada para pintar palcos y ponerlos a punto. A diferencia de nuestra ciudad, estos no tenían grafitis, sólo algo manchados de haber estado guardados y por los estragos del temporal. Pero SÍ fue “el momento más adecuado para hacerlo”. Proponer izar la bandera LGTBIQ en junio o en el Orgullo Gay es, a día de hoy, lo mínimo que haría cualquier Ayuntamiento de derechas. Un partido como el suyo no debe hacer lo mínimo en política social y de igualdad. Debe estar a la vanguardia. Es estar a la defensas de delitos de odio.
Para ponerla en situación, y desde una profesión que usted ha ejercido, hagamos este ejercicio de empatía. Imagine que atiende en urgencias al joven que sufrió heridas en la cara hace un mes por una agresión homofóbica. ¿Le parecería algo injusto? ¿Sentiría pena? ¿Rabia tal vez? Ahora imagine que es usted la pareja del joven trans que sufrió una paliza la pasada Feria del Caballo. Piense que la paliza la recibe usted por ser… hetero o por no parecer una mujer cisheteronormativa. ¿Entiende la gravedad de la situación?
Lo de la bandera no es un capricho. No es una provocación a la Semana Santa. Es más, un buen cristiano estaría a favor de la tolerancia y el amor. Izar la bandera significa que vuestro gobierno es un gobierno que está dispuesto a vencer al odio y la homofobia. A luchar por las personas discriminadas. Esa bandera simboliza que estáis de nuestro lado. Y os necesitamos ahora, AHORA ES EL MOMENTO. Es este momento porque por las paredes de nuestra ciudad se lee HOMOFOBIA y usted no hace absolutamente nada. Ni izar una bandera, que es gratis. Yo se la dejo si no la tiene, que el presupuesto del Ayuntamiento no sea excusa.
Mientras esa bandera no esté ahí, en ese balcón, sólo se puede deducir una cosa: si al colocar esa bandera se nos enfadan los capillitas, perdemos votos. Y entonces se evidencia que más que una concejala de Igualdad, es usted una una mera política más. Ve votos, no personas. No ha sido diplomática, ha sido interesada. Si realmente vela por nosotras y nosotros y de verdad somos de su interés, debería tener ya un arcoiris de tela en sus manos a punto de ser izado.
Carta abierta de Luis Alfonso Caravaca.
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