El último barómetro del CIS que ha preguntado sobre las preocupaciones de los españoles dejaba un dato inédito hasta el momento: la inmigración ha pasado al primer puesto. Algo que iguala en algunos casos a países europeos. La problemática ha escalado de posiciones residuales a la primera preocupación en apenas unas semanas. El puesto número 9 en junio, el primero en septiembre.
Ahora, la empresa 40dB ha realizado un nuevo barómetro que permite cruzar los datos con la intención de voto, encargado por El País. El PP sería el partido más votado con el 34,6%, seguido del PSOE, con 29,7/%, y por detrás Vox (10,5%), Sumar (6,1%), Se Acabó la Fiesta (4,9%) y Podemos (2,7%).
Más allá de cómo se diera la situación si hubiera votos en el Congreso, distorsionados por la ley electoral que elige provincia por provincia y por la presencia de fuerzas regionales, parece claro que hay un auge en la derecha que se viene confirmando, aunque transformando con la presencia en la carrera del partido de Alvise Pérez.
Y cruzando datos con las preocupaciones de los españoles según el partido al que votan, se hace más que evidente que, detrás de una elección de papeleta electoral, sigue existiendo un discurso ideológico.
Años atrás, cuando el 15M surgía –no hay que olvidar que sus consecuencias transformarían la escena política española–, hubo quien pronosticaba que los bloques tradicionales de izquierda y derecha estaban condenados a morir. Ese asidero viene a resumir la forma en que muchos ciudadanos se reafirman en sus convicciones ("soy de derechas", "soy de centro derecha", "soy conservador", "soy socialista", "soy de izquierdas"). Y por su simplicidad, parece que pervive.
Hay preocupaciones transversales a los votantes de los seis partidos que recoge el barómetro de 40dB. Los conflictos bélicos preocupan al 37,7%, y apenas se mueve en una horquilla de diez puntos arriba o abajo entre cada uno de sus grupos de votantes. Preocupa menos al votante de Vox (28%) y al de Podemos (33%) que al del PP (41%) y PSOE (39%).
Pero en otras cuestiones, la distancia es enorme. Si situamos de izquierda a derecha las sensibilidades políticas de cada partido, podríamos partir de una tendencia clara: Podemos-Sumar-PSOE-PP-Vox-Salf. Como una escalera, en cuestión de la inmigración, en Podemos solo preocupa al 15% de votantes, 24% para los de Sumar, 29% para los del PSOE, 46% para los del PP, 73% para los de Vox y 69% para los de Salf.
Por contra, el cambio climático apenas preocupa a los de Vox y Salf (23 y 26%), solo a un tercio de los del PP (33%), mientras que se incrementa cuanto más se avanza hacia el espectro de la izquierda (45% PSOE, y 52% tanto para votantes de Podemos como de Sumar).
Con respecto al coste de la vida y la inflación, es más crítica la derecha que la izquierda con el panorama actual, aunque específicamente en vivienda, la preocupación es prácticamente igual entre todos los partidos.
Con todo esto, izquierda y derecha siguen siendo bloques que distinguen las preocupaciones de la gente y visiones del mundo que van más allá de una sigla concreta. Y en España, parece, el espectro se está moviendo hacia un ciclo más conservador, ya que si aumentan las preocupaciones de aquello que centra el discurso de partidos de uno de los dos grandes bloques, todo se pone de cara para que obtengan votos. Tan sencillo como captar como entender la inmigración como una 'preocupación' lo cambia todo.