Mucha gente necesita un cursillo acelerado para aprender a dilucidar qué es centralismo de lo que no lo es. Hay gente que confunde con centralismo el hecho de serigrafiar la giralda en una taza o grabarla en un llavero. Quizá por eso durante el mandato del PSOE se prohibió que la torre de Sevilla, en vez de considerarse una torre-símbolo de Andalucía, fuera prohibida en la cartelería y publicidad general de la comunidad y que Canal Sur la proscribiera en su programación. El centralismo le quita algo a alguien para dárselo a otro, esa es su principal labor.
¿Es centralismo, por ejemplo, quitarle a Sevilla el grado de danza? ¿Tal vez lo es no terminar la SE-40 con la tomadura de pelo del puente, que ni siquiera sabemos si alguna vez llegará a licitarse, porque la verdad es que resulta mucho más caro que hacer un túnel? ¿Es centralismo maquillar, engañar con la inversión por provincias, al incluir en la ciudad de Sevilla los gastos propios de la Junta, como si esa fuera una inversión en la ciudad de Sevilla? Está claro que la Junta debe desglosar en nueve los porcentajes de inversión, pero los divide en ocho para simular un porcentaje en Sevilla muy alejado de la realidad e insultante para los demás, sin motivo, porque no existe esa inversión. El viejo vicio de hablar sin saber.
El viejo cuento del centralismo sevillano continúa. Hay quien no evoluciona y se queda anclado en lo único que alcanza su limitado intelecto. El cambio de alcaldías de 1979, todavía sigue siendo motivación recurrente, sin tener en cuenta, porque a eso no llegan, que el error no estuvo tanto en el hecho en sí de cambiar las alcaldías, sino en haber tomado alguna. En aquel momento histórico la mayoría, obnubilada en la imagen creada por los partidos "históricos", exigían un gesto al PSA. Si el PSA hubiera rechazado todas aquellas alcaldías en las que no hubiera tenido mayoría absoluta, habría satisfecho ese gesto, se habría prestigiado y habría dejado a los demás a cada uno en su lugar, en unos ayuntamientos de difícil gobierno en aquel momento. Hubiera dejado al descubierto las diferentes y verdaderas capacidades de cada uno. Pero todo el mundo comete errores ¿Por qué razón el doble comportamiento de no disculparlos solamente al PSA? ¿Por qué esa doble forma de juzgar y condenar?
Quizá solo se rememora aquello porque en realidad no hay más. También se le condena por las diferencias entre sus dirigentes (se pelean, dicen); sin embargo, no se condena ni a PP, ni a PSOE, ni a IU por las graves divergencias entre sus dirigentes. Grave error, la doble vara de medir utilizada con unos —los andalucistas— y otros —el resto—. De ahí que la crítica al PA se mantenga inmóvil, como la mente de sus críticos, porque en realidad, en el fondo esa crítica no es más que la oposición al andalucismo. Todavía se tacha al PA de "traición" por el supuesto apoyo a "la vía" del 144, una "solución" recurrente como la de los alcaldes. Tanto tiempo transcurrido y todavía no se han dado cuenta de que el artículo 144 de la Constitución no es una vía autonómica, sino un procedimiento extraordinario para poder desbloquear la salida del 151. A algunos no les interesaba darse cuenta, otros se limitaron a seguirles
Tachar de "centralismo" un cambio —el de los alcaldes— que fue especialmente perjudicial para Sevilla y para el propio partido, no es un error. Es de una miopía impresionante, divulgada por los enemigos de Andalucía y adoptada ciegamente por una mayoría habitualmente negada a pensar y a razonar. Sería el mismo error de pensar que quitarle a Sevilla el grado de danza sea "centralismo sevillano". Esto, puede que lo sea, pero no será Sevilla la beneficiada por el centralismo, sino quien ha recibido el beneficio a costa del perjuicio de esta ciudad. O impedir la existencia de un grado de guitarra flamenca. Un insulto a la inteligencia y un desprecio a toda Andalucía. Sería interesante informarse antes de hablar o escribir.
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