Juan Manuel Moreno Bonilla va a título personal a una manifestación por la igualdad. O sea, que Moreno Bonilla sale a protestar, a título personal, contra su Gobierno y sus políticas que hacen que los andaluces no tengan igual acceso a medios de vida suficientes, trabajo, para que puedan vivir dignamente en igualdad con los vascos, los catalanes, los mallorquines, que disfrutan mejores posibilidades de una vida digna con la vivienda, la alimentación, la educación y la salud que los pobres andaluces. ¿Cuánto menos salario cobran løs andaluces que las personas en otros territorios de España?
El engaño de decirles a los andaluces es que la igualdad está solo y exclusivamente en su Estatuto de Autonomía y en su desarrollo autonómico es una crueldad, además de falso. La idea de igualdad que tienen estas derechas de sastre a medida, sin embargo, logra engañar a muchas personas que siguen votando al presidente con los ciudadanos más desiguales de toda España, según la asignación de Producto Interior Bruto de 2021.
Mientras Moreno Bonilla habla de una igualdad, vacía, entre españoles, la Junta de Andalucía está cerrando la Escuela Andaluza de Salud Pública, de Granada. Las derechas, PP y Vox, gobernaron juntas, y el PP sigue gobernando con leyes y modos del Gobierno de coalición con Vox, aunque ya no lo necesita en absoluto, insisten en una igualdad que esas mismas derechas negaron, además.
Fueron las derechas postfranquistas las que hicieron distinción de categoría entre las comunidades autónomas, en lugar de fundar un estado federal que las hubiera igualado. Fueron los postfranquistas los que aceptaron que Euskadi, Cataluña y Galicia, con Navarra, tuvieran un rango de primera; Andalucía, de segunda; y todo el resto de tercera. Madrid accedió a su autonomía de privilegio por “motivos de interés nacional”. Si Andalucía es distinta como Comunidad Autónoma es por causa de los postfranquistas que fundaron el PP, al que pertenece Moreno Bonilla.
Pero la igualdad en Andalucía se la niega a los andaluces el Gobierno que sale, a título personal, a protestar por una igualdad que les niega a los andaluces respecto a todo el resto de españoles: acceso al empleo, a una vivienda digna, a la educación, a la salud y a la seguridad.
Hoy, cuando esta columna se publique, será 4 de diciembre, el día en que Manuel José García Caparrós murió a causa de un disparo. El Parlamento Andaluz, por primera vez en 2022, y a petición de Teresa Rodríguez, pidió al Gobierno central que desclasificara el expediente por el asesinato de García Caparrós. Moreno Bonilla parece que tardó cuatro años en recibir a las hermanas de García Caparrós.
Hoy se celebra, por parte de muchas personas, el Día de Andalucía, en recuerdo de aquellas manifestaciones que clamaban por libertad y autonomía para Andalucía; en recuerdo por el obrero y militante de CC.OO. que fue Manuel José García Caparrós. Ayer, Moreno Bonilla acusaba a Pedro Sánchez de un "agravio territorial", pero de ese agravio territorial solo son responsables aquellos que no quisieron una España igualitaria a la muerte del dictador y que desde entonces han hecho todo lo posible por impedirla. En primer lugar han olvidado que los territorios están habitados por personas que, en el territorio andaluz, son las más desiguales de toda España y de una gran parte de Europa. Son los mismos que con su gobernanza ponen en duda la igualdad de las mujeres respecto a los varones y la impiden.
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