Escribo estas líneas el miércoles 30 por la mañana, es decir, justo entre el acto de apoyo a la concejal de IU Ana Fernández y la celebración del acto del homenaje al escritor José María Pemán convocado por la Asociación Católica de Propagandistas. Como recordarán, IU Ganemos y PSOE aprobaron que se retirara el busto del escritor del vestíbulo del Teatro Villamarta –busto que fue colocado por el PP diez meses antes- y durante el pleno municipal en que se vio este asunto la concejal de IU se calentó y llamó “asesino”, con todas las letras, al escritor. La familia Pemán anunció inmediatamente una querella, si bien dejó la puerta abierta a que la concejal se retractara de sus palabras. Fernández no ha anunciado aún qué hará en el acto de conciliación y por ahora ha incidido en los términos semánticos del asunto al reconocer que ha pecado de bisoñez por decir cosas con palabras muy explícitas.
Estos son los hechos. Aquí estamos, aunque me prometí no volver a escribir sobre este asunto ya que me han dado por los dos lados (algo que aunque se suele ver como buena señal, también da pereza). Por el lado derecho, por decir que Pemán era –y es, no me muevo- un escritor olvidado; por el izquierdo, por reconocer que en su día, en su tiempo, fue un dramaturgo de éxito que tuvo incluso posibilidades de ser Premio Nobel (bueno, también lo fue Echegaray), lo que hizo que me recordaran desde asociaciones vinculadas a la memoria histórica distintas actuaciones y declaraciones suyas durante la Guerra Civil y primera posguerra como hombre del régimen franquista.
Mi planteamiento, evidentemente fallido, era intentar disociar al escritor de sus ideas, dejando claro que ha habido grandes escritores –insisto, aunque me parezca que no es el caso- con ideas afines a regímenes totalitarios de derechas. ¿Va un pequeño listado? Ezra Pound, Ferdinand Céline, Gabriele D’Anunzzio, Torrente Ballester (joven falangista), por no hablar de otras artes, porque ¿es o no es la directora filonazi Leni Riefensthal un nombre capital del cine? Me apetecía más hablar de literatura que de política, pero no fue posible… dije que no me gusta que sean los políticos los que anden poniendo y quitando (y a estas alturas, que estas cosas no pasaron ni en los años 80) estatuas de escritores por más o menos afinidad, pero no hubo manera.
Escribo estas líneas, ya digo, horas antes de que los Propagandistas y medios como ABC (Vocento, en definitiva, uno de los grupos de comunicación más importantes de España) reivindiquen la figura de José María Pemán, un acto que, muy probablemente, no se hubiera producido nunca de no mediar la polémica del busto, lo que me lleva a reafirmarme en que se trata de un escritor olvidado. Mientras, Ana Fernández o IU, a elegir, sigue apareciendo en espacios de medios nacionales (El País, El Mundo, Interviú, etc) ávidos de este tipo de noticias. Bien, no seré yo quien cuestione la estrategia. Solo le diré una cosa a Ana, a la que únicamente conozco de hola y adiós: cuando se apagan las luces, como pasa en la derrota, te quedas solo. Tienes enfrente enemigos muy poderosos, como son Vocento, el Grupo Joly, las propias familias del ‘Jerez de siempre’… ahora, que igual que te digo esto también te digo que el mundo es de los valientes.
Coda: A destacar el ‘papel Pilatos’ del PSOE en este asunto. Queríais la cabeza de Pemán… la tenéis; queríais la Sala Compañía, la tenéis…
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