Pues se acabaron las motos. Todo el mundo está de acuerdo en que esta edición ha habido más gente y que esta gente se ha dejado más dinero.
Pues se acabaron las motos. Todo el mundo está de acuerdo en que esta edición ha habido más gente y que esta gente se ha dejado más dinero. Avenida Domecq, Avenida de Arcos, y el centro, entre otras zonas, presentaban muy buen aspecto… No obstante el sábado me di una vuelta por El Puerto para asistir al concierto de Iggy Pop (por cierto, la Iguana estuvo bastante bien, aunque había poca gente… veremos qué ocurre en próximas ediciones de Motor Circus: a lo mejor el cartel era demasiado ecléctico) y lo que allí había era otra cosa, otra división. En Jerez había gente, en El Puerto multitudes… Digo esto porque es un hecho indiscutible que el Gran Premio beneficia a toda la provincia, llena hoteles y restaurantes, de Sanlúcar a Conil sin olvidar la Sierra, pero que a la hora de apoquinar los cinco millones del canon, Jerez es el paganini —es verdad que la Junta pone más de la mitad de unos años a esta parte— y se echa en falta un papel activo de las otras ciudades de la provincia.
Cabe preguntarse si Diputación podría hacer algo más, porque está claro que, tantos años después, nadie va a convencer a El Puerto o a otras ciudades de que colaboren para sostener algo de lo que tanto se benefician. De hecho, como todo siempre puede ir a peor, este año el Ayuntamiento tendrá que correr con el asfaltado del trazado de cara a próximas ediciones del Gran Premio, una broma que se va a llevar 1,8 millones de euros del Presupuesto municipal, pese al estado en que se encuentra la tesorería del Consistorio, con lo que a Jerez le va a costar casi cuatro millones la organización de la próxima edición —aunque siempre se puede entender que se prorratea el coste del asfaltado edición tras edición—. Bien. Este es un tema recurrente. El artículo, digo. Que nadie espere novedades.
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