Es cierto que ayer diluvió durante casi tres horas, pero siempre ocurre: da igual que se haya renovado saneamiento y parte de sus colectores, al final es inevitable.
Hay cosas que no tienen solución. Aparentemente. En los últimos días estamos asistiendo en cascada a una reedición de estos ‘viejos éxitos’: La cuestión catalana, los incendios en Galicia y, por supuesto, a otro nivel, las inundaciones en Jerez. Del primer asunto esta sección se está ocupando exclusivamente los sábados (en la medida de lo posible); del segundo, son los propios gallegos los primeros que tienen mucho que decir (y ahí, con conocimiento de causa, lo dejo) y, respecto a las inundaciones en Jerez, está comprobado que no hay manera.
Es cierto que ayer diluvió durante casi tres horas, pero siempre ocurre: da igual que se haya renovado saneamiento y parte de sus colectores, al final es inevitable que Porvera, Honda, Zona Sur, el paso de Chapín y El Portal (en esta ocasión también Larga, Arcos, la Asunción e incluso el Hospital, que vivió ayer una jornada convulsa) copen los titulares cuando las inundaciones son en la ‘modalidad urbana’, igual que es inevitable que las barriadas de las inmediaciones de la vega del Guadalete salgan cuando la inundación es rural…
Cada equis tiempo, cada equis inauguración de cualquier obra, los políticos ponen coto a determinado problema: “A partir de ahora las inundaciones (o lo que toque) será pasado”… Bueno, parece que los políticos están obligados a hablar en estos términos, cuando no lo pone en ningún manual y parece evidente que sería mejor ser realistas y dejarlo simplemente en “con esta obra vamos a paliar equis problema”… Lo cierto es que hay situaciones que realmente cuando cae tanta agua (70 litros he oído esta mañana en la radio) no se pueden afrontar y habría que ir a otro tipo de medidas. Como cuanto se prenden 200 fuegos en un día. De Cataluña, ya saben, el sábado…
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