María Alonso - miembro de ATTAC en Jerez
"La violencia contra las mujeres constituye una violación de los Derechos Humanos".
En lo que va de año ya van 57 mujeres víctimas asesinadas por el machismo terrorista. Vivimos en un retroceso, tanto económico como de pérdidas de derechos fundamentales. Retroceso educativo, ideológico, de lo que se desprende la total desprotección efectiva a las mujeres, víctimas de un total desamparo social y jurídico. La pobreza se ceba y se feminiza. Las mujeres víctimas de esta violencia se quedan sin recursos por parte de la administración. Los recortes en prevención aniquilan la lucha contra la violencia de género y lejos de mejorar están pasando factura a esa necesaria visibilización tan necesaria de la violencia machista y patriarcal.
Al Gobierno del PP le es indiferente, no consideran prioritario este gasto y suprime partidas relacionadas con las campañas educativas y preventivas. Sólo en nuestra ciudad, Jerez, y tal como publicaba vuestro periódico hace unos días, “en los últimos tres años el gobierno local del PP ha recortado el gasto municipal en esta materia en un 24% (de 1,98 millones en 2012 a 1,5 millones librados para este 2014”. Se pretende desviar la atención -con la excusa de la crisis económica- cuando la realidad es otra: al PP las mujeres que sufren la violencia de género no les importa, es más, ponen en dudas hasta esa violencia y sus consecuencias, tanto para la mujer como para sus hijos.
En este retroceso no están solos: hay toda una coral eclesiástica episcopal que ideológicamente extiende desde sus púlpitos la sumisión de la mujer. Vamos a recordar que los Presupuestos Generales del Estado en 2013 se redujeron a un 27% la partida destinada para este fin. Para el 2015 se reducen al 23% para combatir esta lacra. Está claro que al Gobierno este tema le parece secundario. Las denuncias son necesarias, aunque las mujeres las hagan en poca cantidad. La cultura machista impera en sus mentes, sus afectos no están gestionados, y está lo principal: los hijos e hijas y la pocas posibilidades de encontrar una salida económica, a través del trabajo. Y algo muy importante la cobertura social de toda la sociedad para protegerlas.
Desaparecen centros de acogidas y de atención especializada en materia, psicológica, laboral y de reinserción para estas mujeres víctimas de la violencia. La lucha contra esta lacra debe ser de todos y todas y nuestro compromiso firme. Es escandaloso que una mujer tenga que soportar humillaciones y sentirse culpable de esta cultura patriarcal: que solo beneficia a los que dominan el poder y a todos aquellos que representan la opresión como algo inherente y natural; a los dominadores de sus privilegios ideológicos y de defensa del patriarcado.
La mujer y los hombres debemos romper el silencio y comprometernos con la lucha a favor de los derechos humanos. Abriendo caminos contra la violencia. No a los recortes en esta materia. Denunciemos en todos los medios esta lacra del terrorismo machista y patriarcal. Toda la sociedad tiene responsabilidad y debemos ejercerla para acabar con este grave problema. Porque la realidad insiste y la estadísticas de muertes lo demuestran.
Contra la violencia de género y su eliminación.
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