Una herencia, un presunto hijo ilegítimo, un torero, una trabajadora interna, y una familia unida hasta el fallecimiento del matador de toros. Parece la trama de una telenovela, pero es real. Los protagonistas son el diestro Juan Galán, fallecido en 2018, su pareja Isabel Aguilar, y el hijo de ésta, Carlos Aguilar, al que se le niega la herencia.
Juan Pedro, Eva y Rocío Galán, hijos del torero, y herederos de su fortuna, están enfrentados a Aguilar. Sobre todo el primero. Conocidas son las discusiones públicas entre Carlos y Juan Pedro, con insultos y acusaciones mutuas incluso en platós de televisión. En disputa, una millonaria herencia, que no está cuantificada. Ambos ofrecen cifras muy dispares.
Además, hay fincas, hoteles y discotecas que el torero dejó en herencia a sus tres hijos, Juan Pedro, Rocío y Eva. Y que Carlos reclama. Porque dice que también es su hijo, que lo crio como tal, y que le pertenece. Juan Pedro lo niega, dice que hay pruebas de paternidad que así lo atestiguan. Aguilar sostiene que hay otras en las que sí existen compatibilidades genéticas.
Hace años que se están viendo en los Juzgados. Aguilar le pide diez millones de euros y tres inmuebles a Galán hijo, que administra la herencia de su padre. Juan Pedro asegura que se "inventa" la cifra de la herencia. Ambos atienden a lavozdelsur.es y dan sus respectivas visiones de este asunto, muy contrapuestas, obviamente.
Cómo se ha llegado hasta aquí: el contexto
Isabel Aguilar dio a luz a Carlos Aguilar en 1973. Por aquel entonces, trabajaba como interna en una casa propiedad de Juan Galán, que estaba casado y tenía tres hijos: Juan Pedro, Eva y Rocío.
Juan e Isabel mantuvieron una relación durante muchos años. Cuando falleció la mujer de Galán, la relación se hizo pública, y empezaron a vivir juntos. Los dos, los tres hijos de Juan, y posteriormente Carlos. Formaron así una familia de seis.

Pero los problemas familiares llegaron con el fallecimiento del torero Juan Galán, en 2018, que dejó una cuantiosa herencia. Una cantidad indeterminada por la que ahora se pelean sus hijos, de sangre, y el supuestamente ilegítimo.
El origen de la herencia
Juan Galán procede de una familia modesta de la barriada rural de El Portal, dedicada principalmente a las labores agrícolas y a la hostelería, aunque el joven Juan empezó trabajando como taxista. Luego empezó a comprar y a vender autobuses, coches y camiones.
Fue torero, pero sobre todo sobresalió por tener negocios hoteleros, sobre el papel, regentando locales donde presuntamente se ejercía la prostitución, a lo largo y ancho de toda la provincia de Cádiz. Y también alguno en Málaga.
Por estas presuntas actividades ilícitas, el conocido clan de los Galanes tuvo una causa abierta a principios de 2010, cuando la operación Toscana de la Guardia Civil detuvo al grueso de la organización, dedicada a la explotación sexual de mujeres en al menos seis clubes.
Esta operación se saldó con 15 detenciones, 14 registros, la incautación de medio millón de euros en efectivo y la intervención de patrimonio por valor de 50 millones de euros. Pero ocho años después, el Juzgado Mixto número 1 de Chiclana archivó la causa y quedaron absueltos de los delitos de explotación sexual, delito contra los trabajadores o coacciones.
Visitas a los Juzgados y reproches mutuos
"Mi hermano le tiene que dar lo que es suyo a mi madre", sostiene Carlos Aguilar en declaraciones a lavozdelsur.es. "Carlos no es mi hermano, no porque lo diga yo, lo dicen dos sentencias, hay pruebas biológicas custodiadas por el Juzgado", responde Juan Pedro Galán, en conversación con este periódico.
"Yo no tengo culpa de que no aparezca en la herencia. Mi padre lo tenía claro", prosigue Galán hijo, quien dice sobre Aguilar que "no está legitimado en ningún aspecto. Hay sentencias en las que dicen que no es hijo de Juan Galán".
Carlos Aguilar ha interpuesto demanda por la vía civil contra Juan Pedro, Eva y Rocío Galán por dejarlo fuera del testamento de Juan Galán. La denuncia de Aguilar ha llegado a la vía penal. En un escrito dirigido a Fiscalía al que ha tenido acceso a lavozdelsur.es, relata "el daño irreparable, física y mentalmente, de mi madre".
En ese documento, acusa a Galán de presuntas irregularidades. "Me ha criado mi padre", sostiene Carlos Aguilar, que lucha por la parte de la herencia que cree que le corresponde. "Lo conseguiré, estoy convencido", remata.



