La rebelión de los regantes de Doña Blanca: 17 años alertando de la "mala" calidad del agua del Guadalete

La Comunidad de Regantes Margen Derecha del Bajo Guadalete denuncia ante Fiscalía que el agua que llega a sus cultivos es mala, algo que desmiente Aqualia, que gestiona la EDAR de El Portal

José Madrid, Manuel Ruiz y Daniel Marín, de la Comunidad de Regantes Margen Derecha del Bajo Guadalete, junto a las aguas oscuras que vierten al Guadalete.
José Madrid, Manuel Ruiz y Daniel Marín, de la Comunidad de Regantes Margen Derecha del Bajo Guadalete, junto a las aguas oscuras que vierten al Guadalete. MANU GARCÍA
26 de octubre de 2025 a las 08:05h

A la altura del azud de la barriada rural de El Portal, en Jerez, en una extensión de terreno que supera las 800 hectáreas, hay unas 60 familias que tienen parcelas donde vienen cultivando todo tipo de hortalizas desde finales de la década de los años 50 del siglo pasado. Pero hace tiempo que notaron que algo cambiaba. 

Donde antes se sembraban 400 hectáreas de algodón, ahora apenas quedan 35. La producción media ha caído un 60% desde 2009, y los ingresos se han desplomado en más de 500.000 euros anuales. Muchos agricultores han dejado de sembrar algodón o remolacha —cultivos tradicionales de la zona— y se han refugiado en cereales, que apenas dan para cubrir gastos.

"Sembramos lo más fácil, lo que menos riego necesita", explican. En zonas cercanas riegan “lo mínimo” o dejan las tierras en barbecho. Porque los regantes del poblado de Doña Blanca, perteneciente a El Puerto, agrupados en torno a la Comunidad de Regantes Margen Derecha del Bajo Guadalete, llevan años denunciando que la calidad del agua con la que riegan no es la misma. Que ha empeorado.

El coste fijo del agua (unos 400 euros por hectárea) y el bajo precio de los cereales (0,20 €/kg) hacen muy difícil mantener la actividad de muchos agricultores. "No hay rentabilidad, no hay relevo generacional y la tierra se devalúa", dice José Madrid, presidente de la comunidad de regantes, en declaraciones a lavozdelsur.es. Las fincas que antes valían 40.000 o 50.000 euros por hectárea ahora no llegan a 20.000, y ni así se venden. "Ni nos jubilamos, ni vendemos, ni vivimos de esto", resume Madrid.

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Madrid, Ruiz y Marín, observando el agua que luego va a sus cultivos.  MANU GARCÍA

17 años dando la voz de alarma

"Llevamos 17 años avisando y nadie hace nada. Ni se inmutan", se queja el representante de unos agricultores que empezaron a notar que algo cambiaba en torno a 2009. Las plantas "lo decían", recuerdan. El agua que llegaba a sus cultivos no era la misma: los cultivos de algodón se secaban antes de florecer, las raíces se ennegrecían y el rendimiento se desplomaba.

En los comités de gestión de la cuenca del Guadalete, los regantes ya pusieron en conocimiento de la Administración el cambio en la calidad del agua. Sin embargo, se quejan de que durante años no se adoptaron medidas suficientes.

Hay agricultores que, incluso, han levantado acta ante notario, para acreditar el estado de las tierras. Un notario constató en 2015, junto con ingenieros agrícolas y técnicos de la Unión de Pequeños Agricultores, la existencia de suelos agrietados, vegetación escasa y maleza. Las fotografías incorporadas al acta muestran campos secos, plantas de algodón de apenas medio metro de altura y alfalfa amarillenta.

Los análisis de laboratorio señalaban que el agua y el suelo estaban saturados de sales. Aunque las hojas de alfalfa no mostraban toxicidad aguda, el sistema radicular estaba dañado por la salinidad. El notario concluyó que existía un “deterioro generalizado” de los cultivos, y los técnicos apuntaron a un posible origen: la mala calidad del agua de riego procedente del Guadalete.

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Tramo del río Guadalete, antes de pasar por la barriada rural de El Portal.   MANU GARCÍA

Las explicaciones de Aqualia

Los agricultores de Doña Blanca captan el agua directamente del Guadalete desde 1959, mediante una concesión legal. El punto de toma se encuentra 1.500 metros aguas abajo de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de El Portal, en Jerez.

Desde la Comunidad de Regantes Margen Derecha del Bajo Guadalete aseguran que se vierten aguas depuradas, no aptas para el riego procedentes de la EDAR y de las balsas de la azucarera de El Portal, algo que desmiente con rotundidad Aqualia, la empresa concesionaria que gestiona la EDAR.

"El agua tratada vertida cumple con la legislación vigente en materia de calidad de agua (el Real Decreto 509 de 1996 y el Decreto Andaluz 109 de 2015), donde se exige analizar múltiples parámetros. En todos ellos, los resultados del agua saliente de la EDAR han sido adecuados a la normativa, estando por debajo de los límites máximos permitidos", dice Aqualia en un comunicado remitido a los medios.

Dice la empresa que "la instalación cumple de manera rigurosa todos los días con los requisitos de calidad exigidos para ello" y que "el punto de devolución del agua tratada de la EDAR es accesible a cualquier inspección que quiera realizar cualquier administración fiscalizadora competente. La empresa actúa con total transparencia en este sentido".

"De hecho, se reciben numerosas inspecciones sin aviso previo de la Consejería de Medio Ambiente o el Seprona, de las que no se ha derivado ninguna actuación o expediente contra la gestión de la planta", insiste la compañía, que niega que la EDAR "sea la causante de la posible mala calidad del agua del río Guadalete".

Aqualia dice que hace meses que invitó a los regantes de Doña Blanca a visitar la EDAR para conocer las instalaciones y las medidas de control que la empresa realiza para garantizar la calidad del agua, pero que esa visita no se ha realizado. Y que, por lo tanto, se reserva su derecho a ejercer acciones legales contra "aquellos cuya conducta suponga un menoscabo o detrimento a su reputación".

Denuncia de los regantes ante Fiscalía 

Pero los regantes no se conforman con estas explicaciones. Y de hecho, ya han interpuesto denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente para que investigue el asunto.

En el escrito a Fiscalía se solicita la apertura de diligencias informativas y se adjuntan informes técnicos, analíticas, artículos de prensa y oficios enviados a la Administración desde 2022 y 2025, todos sin respuesta.

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José Madrid, presidente de la comunidad de regantes, con Daniel Marín, técnico.   MANU GARCÍA

Los regantes piden a la Junta de Andalucía que declare zona sensible este punto, para así aumentar su protección. La denuncia de los regantes sostiene que la Administración "ha omitido de forma deliberada la declaración de zona sensible para eludir la obligación de invertir en el tratamiento terciario de la EDAR".

Así, reclaman la declaración de zona sensible, que calculan que implica una inversión de 20 millones de euros para modernizar la depuradora. Según sus cálculos, si el agua del Guadalete se regenerara correctamente, podrían ahorrarse 14 hectómetros cúbicos anuales de desembalse de los pantanos de Arcos o Guadalcacín. "Se desperdicia agua, se destruye el suelo y se pone en riesgo la salud pública", proclaman.

14 millones de inversión en la EDAR de El Portal

Precisamente a principios del mes de septiembre, Ayuntamiento de Jerez y Junta de Andalucía firmaron un protocolo general entre ambas administraciones para la ampliación de la EDAR de Jerez, un proyecto que está pendiente desde el 26 de octubre de 2010, cuando el Consejo de Gobierno de la Junta declaró de interés de la comunidad autónoma este proyecto hidráulico.

La Junta destina una partida de 14 millones de euros para esta actuación, para mejoras en la EDAR de El Portal, "para poder realizar el tratamiento terciario y que esa agua se pueda utilizar para el regadío del Bajo Guadalete y la Costa Noroeste", como recogía la nota de prensa municipal. Un agua que se podrá utilizar, decía la alcaldesa María José García-Pelayo, para el baldeo y limpieza de las calles, así como para el riego de los parques y jardines.

El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, contaba que esta obra permitirá optimizar el uso de aguas regeneradas y la construcción de las conducciones y balsas de autorregulación desde la EDAR a las zonas regables de la margen izquierda del Bajo Guadalete y la costa Noroeste. Para evitar, como reconocía Sanz, que se interpusieron más sanciones a la EDAR por no cumplir la directiva europea.

Con este protocolo, el Ayuntamiento impulsará la redacción del proyecto, la puesta a disposición de los terrenos necesarios para la construcción de las infraestructuras necesarias y asumirá el coste de las autorizaciones, licencias así como la explotación y adecuado mantenimiento de las infraestructuras una vez finalizadas.

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José Madrid, agricultor y presidente de los regantes.  MANU GARCÍA

El asunto, al Parlamento andaluz

Los regantes de Doña Blanca esperan que estas medidas vengan a solucionar sus preocupaciones, aunque no tienen muchas esperanzas. En un informe interno del pasado mes de julio, documentan la evolución del problema, la cronología de las advertencias a las autoridades y la relación que establecen entre la contaminación del agua y la pérdida de productividad. 

En una reunión reciente con Ecologistas en Acción, señalaban que en los análisis encargados por la comunidad de regantes se han detectado bacterias en estas aguas. La entidad conservacionista hasta está estudiando personarse en las diligencias judiciales que puedan incoarse a raíz de las denuncias a la Fiscalía realizada por la comunidad de regantes.

El asunto llegará al Parlamento andaluz de la mano de Adelante Andalucía. "No se trata solo de salvar las cosechas, sino de defender la salud pública y el futuro de nuestra tierra", señala Carlos Fernández, portavoz de la formación en Jerez, tras reunirse con los regantes.

"Estamos ante un problema ambiental, agrícola y sanitario de primera magnitud, y la Junta tiene la responsabilidad de actuar ya", señala Adelante, que en la Cámara autonómica exigirá soluciones definitivas a un asunto que viene de lejos. 

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Francisco Romero

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