La Platería, donde "el silencio te agarra y no te suelta": 73 años de entendimiento flamenco

A finales de los años 40, un platero llamado Manuel Salamanca, reunía en la trastienda de su taller de Granada a un grupo de flamencos y aficionados al cante para escuchar discos de pizarra y comentarlos. Tal calado tenían aquellas reuniones, que el régimen franquista enviaba a un censor para su control. Este fue el germen de La Platería, que se constituyó como peña flamenca en 1949.

Su actual presidente, Jesús Plaza, asegura que se trata de la peña más antigua de España y "posiblemente" del mundo. Tienen constancia de que el negocio de su fundador entró en crisis y por eso se vio obligado a emigrar a Brasil.  A partir de entonces, el grupo de 'plateros' estuvo itinerante hasta dar con la ubicación actual. 

Los socios primigenios de La Platería pasaron por diferentes ubicaciones, como los Altramuces o las antiguas Bodegas Granadinas, en calle Alhóndiga. En ese tiempo, Manuel Martín Liñán, un empresario de la hostelería y "flamenco absoluto" vinculado a la peña, dedicado también a la correduría de fincas, avisó de que le había entrado un 'carmen' donde podía establecerse la peña. Y así fue. El número 7 de la Placeta Toqueros, en pleno corazón del barrio del Albayzín, es la sede de la peña desde 1971. "Es un sitio emblemático del flamenco planetario, por este 'carmen' han pasado todas las figuras del flamenco de los últimos 50 años", advierte orgulloso su presidente a lavozdelsur.es.

"De Antonio Mairena para abajo", resume Plaza en referencia al elenco de flamencos y flamencas que se han subido al escenario de La Platería, a la que llama "la Infantería de los artistas flamencos". Así lo constató durante la recogida del premio que le otorgaron en la Casa de Andalucía de Torrevieja. "Todo creador, ya sea del toque, del cante o del baile, ha dado sus primeros pasos aquí", afirma su presidente, quien siente una "gran satisfacción" de que los miles de artistas que hoy son primera figuras hayan "echado los dientes en La Platería". Recuerda que tienen al menos 10 premios, entre lámparas, desplantes y bordones, del Festival del Cante de las Minas. "Patricia Guerrero, por ejemplo, que este año ha sido Premio Nacional de Danza, venía con su padre en carricoche y ahora es la número uno del baile a nivel mundial". Artistas de la talla de Juan Habichuela, Álvaro Pérez Martinete, Alfredo Tejada, Fuensanta 'La Moneta', Alba Heredia o Juan Pinilla han crecido en las tablas plateras.

Actualmente cuentan con 300 socios y una programación semanal durante todo el año. Los sábados son exclusivos para los socios. Plaza cuenta que los artistas suelen decir que no saben qué pasa en el escenario de la peña que se ponen nerviosos cuando se suben a él. "Saben de su importancia y de su trascendencia, porque por allí han pasado todos los grandes", recalca. "A los consagrados les decimos que no se olviden de la peña que hizo todo lo posible para que hoy estén donde están", advierte su presidente, que asegura que "todos están súper agradecidos y colaboran cuando se les pide". Por ejemplo, en el festival bi anual a favor de Proyecto Hombre, al que acuden muchos de ellos y ellas, o por el 70 aniversario de la peña, celebrado en 2019. "Somos muy queridos y valorados", reafirma Plaza, que termina su segunda etapa como presidente el próximo mes de julio.

La Platería cuenta también con un brazo pedagógico en torno al flamenco. "Tenemos un convenio firmado con la Consejería de Educación, así que estamos abiertos practicamente todas las semanas a centros educativos para enseñarles la peña y darles una clase práctica", comenta Plaza. Además, cuentan con unos matinales de domingo para todos los públicos, donde se ofrecen otras músicas entroncadas con el flamenco, como el jazz o la música andalusí. "También organizamos conferencias, visionado de grabaciones antiguas, proyecciones de películas... La peña es un foco en absoluto funcionamiento todos los días del año. Es el centro de todo el flamenco", afirma Jesús Plaza. En 2019, recuerda, el Ministerio de Cultura le concedió la Medalla de Oro de las Bellas Artes. "Un reconocimiento que lo hacemos nuestro para todas las peñas de España y del mundo", espeta el presidente. 

Sobre la evolución de la peña, Plaza niega que "haya tenido una evolución drástica o dramática", pero expone una realidad ya extinta: "En los primeros tiempos de la Platería no se aplaudía, porque los plateros de aquella época entendían que aplaudir significaba diferenciar a unos de otros". La ortodoxia era tal, que tampoco se cantaban los palos más rítmicos o alegres. Y ante todo, se respetaba el silencio. Algo que reconoce se sigue manteniendo en la actualidad: "El silencio de la Platería te agarra y no te suelta". 73 años han dado para muchas etapas y formas de entender el flamenco. "Mantenemos la seriedad, mantenemos el salón del cante, denominado 'la Capilla Sixtina del flamenco', aquí todo el que entra sabe dónde está y la responsabilidad que tiene", prosigue Plaza, quien añade entre risas que "si nuestros fundadores levantaran la cabeza, dirían qué están haciendo estos niños".  

El misticismo y el miramiento hacia el escenario de La Platería lo han constatado figuras del flamenco como Carmen Linares, Arcángel, Juan y Pepe Habichuela o Enrique Morente. Su presidente destaca "el respeto con el que se va" a La Platería. Tanto el artista como el publico. En este sentido, señala que "nosotros defendemos al público como uno de los pilares del flamenco". "No es lo mismo cantar en Nueva York, que allí alomejor entienden un poquito menos, que sentarse en la peña", advierte. "Un artista puede ir a Estados Unidos, pero luego que se siente aquí y lo cante bien cantao", continúa. "Aquí los artistas saben que luego en el bar se le puede decir lo bien o lo mal que lo ha hecho, porque el público de la peña sabe lo que está escuchando y quiere que las cosas estén bien hechas". 

Aunque las actuaciones de los sábados sean exclusivas para socios, hay días en los que acceden todos los presentes y quedan sitios libres. En ese caso, "a nadie se le ha dicho nunca que no pase", avisa Plaza. "Antes de la pandemia hacíamos espectáculos abiertos todo los jueves para un público más joven", recuerda el presidente, que destaca que tanto la terraza (con vistas a la Alhambra) como el bar estan abiertos para cualquier persona. "El flamenco es un arte universal al que todo el mundo tiene que tener acceso", sentencia. Las bajas circunstanciales de socios, bien por voluntad propia o por fallecimiento, "ya que no podemos ser ajenos a que tenemos un grupo social mayor", se van cubriendo sin problemas. "Los plateros viejos traen a los plateros jóvenes, y ya tenemos a cuatro generaciones", revela Plaza, que concluye la entrevista afirmando que "afortundamente seguimos una salud de hierro" y poniendo la peña "a disposición de toda aquella persona que quiera conocerla". Ahora, por el Cententario del Cante de 1922, avisa de una programación con conferencias, proyecciones, grabaciones antiguas y conversatorios entre flamencos y aficionados.