Luna, una joven andaluza trans, en vísperas del 8M: "Espero que las feministas den la cara por nosotras"

Este miércoles se celebrará en España la primera manifestación feminista con la nueva ley trans en vigor, una norma que ha desatado cierta polémica dentro del colectivo por el rechazo de las llamadas 'TERF'

Luna, una chica trans de Lebrija, tras una conversación con lavozdelsur.es

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Una jornada reivindicativa y, desde hace unos años, multitudinaria en España. Este 2023, además, será la primera vez que esté en vigor la Ley Trans. Una norma que ofrece numerosos derechos a las personas transexuales, pero que no ha estado exenta de polémica. Ni siquiera dentro del feminismo.

Luna es una joven de 28 años, natural de Lebrija, que con 19 decidió comenzar su transición. Habla de su infancia y de su juventud haciendo referencias al "niño" que era. "A mí me gusta decir niño porque si no siento que estoy borrando a esa persona", explica a lavozdelsur.es.

Ella recuerda que "me gustaban mucho las muñecas", aunque la cuestión LGTBI+ era algo tabú en su familia, algo que le llevaba a sentirse mal. "Me comportaba como una niña, pero no sabía nada. Nunca dije que me sentía como una niña. Me di cuenta a los 19", cuenta sobre sus primeros recuerdos. En su hermano encontró el primer apoyo. Con los años, sus padres también lo han ido aceptando.

Fue con esta edad cuando comenzó a conocer otras situaciones, muchas de ellas gracias a internet donde vio a los primeros drag queen, "¿un hombre vestido de mujer y no pasa nada? Ahí comencé a indagar y me fui dando cuenta de que yo era mujer", afirma. La red le permitió tomar conciencia de que las personas trans también existían.

En este sentido, la adolescendia fue más dura que la infancia. En el colegio Luna no tuvo ningún problema con un grupo en el que estaba desde los tres años. El instituto ya fue diferente. "Empecé a vestir con ropa más llamativa y la gente comenzó a alejarse de mí. En el instituto yo estaba perdida", señala sobre una época donde pasaba sola el tiempo del recreo.

Durante aquella época, tampoco encontró el apoyo de los profesores cuando recibía burlas por su forma de vestir. "A mí me decían 'niño, pero a tí te gusta que se metan contigo'", por llevar un pantalón rosa de hombre. "No, a mí lo que me gusta es el pantalón", respondía Luna.

Ya con la mayoría de edad tuvo su primera visita al endocrino. "Tenía una idea errónea porque llegué diciéndole que yo me quería hacer también la vaginoplastia, pero a día de hoy sé que una mujer puede tener pene y no es nada malo. Lo reivindico mucho. Tenía muchas dudas porque quiero ser mujer pero me gusta lo que tengo. Y al mismo tiempo lo veía feo y pensaba que una mujer no podía ser así". Sobre esto, menciona a la Veneno como referente, aunque únicamente en esta cuestión.

Antes, recurrió a su médico de familia para solicitar ayuda y la respuesta que encontró fue la recomendación para acudir a una clínica de estética. Finalmente, la envió con una psicóloga de la sanidad pública que no dudó en decirle que era mujer. 

Todavía no ha acudido al registro a cambiarse el nombre y el sexo, aunque lo hará próximamente

Luna explica que entre sus dudas tenía claro que no se sentía cómoda con una pareja homosexual y que a la hora de vestirse, expresarse o pensar se sentía mujer. Un día fue clara con su padre. "Me dio ansiedad y le dije a mi padre que yo quería tener tetas, que no soy José Antonio, que soy Luna". La operación de pechos llegó a los 27 años.

Todavía no ha acudido al registro a cambiarse el nombre y el sexo, aunque lo hará próximamente. Es algo que le gustaría y para lo que la nueva ley ha facilitado los trámites. Ahora no es necesario dos años de hormonación. En el debate de la nueva ley, Luna denuncia la cantidad de bulos que se están diciendo sobre las personas trans.

"Yo ya tengo mi cambio hecho y he pasado bastante, pero la que llegue de nuevas y empiece su transición me alegro mucho de que lo tenga más fácil para cambiar de nombre", añade una persona que, incluso, ha visto como polícias se reían de ella al mirar su DNI.

"A día de hoy no me estoy hormonando. Empecé con hormonas femeninas pero hay muchas que ya no queremos y no tenemos necesidad de estar dos años hormonándonos". Los sectores contrarios a la ley han argumentado la posibilidad de cometer fraudes con el cambio de sexo. Por ejemplo, en situaciones de violencia machista. 

Para hacer frente a esto recurre a un vídeo viral y reciente de Irene Montero. "Es como el que se casa para cometer un fraude. No se quita el matrimonio ¿no? Nosotras tenemos derechos. Nos lo merecemos porque hemos pasado mucho". 

Otro de los temas que sacan a la palestra los contrarios a la ley es la posibilidad de arrepentimiento. "Si un niño le está diciendo a su madre que se siente niña, ese niño no está mintiendo y le pasa algo", dice. Además, deja claro que es un proceso muy largo y muy lento. "Esto no es de un día para otro".

"Empezar un proceso con hormonas, ir viéndote tu pecho, poniéndote contenta e irte gustando y que después te arrepientas no es algo común", sentencia.

La división en el feminismo

Un sector del feminismo ha sido el principal opositor a esta nueva ley que reconoce los derechos de las personas trans. Estas mujeres han sido 'bautizadas' como TERF (feministas radicales trans excluyentes). "¿Qué feminismo es este? Somos igual de mujeres", se pregunta Luna sobre la cuestión y las manifestaciones que excluyen a las mujeres trans.

Aún no sabe si acudirá a la manifestación del 8M, pero tiene claro que estaría más cómoda si no existiera el movimiento denominado despectivamente TERF. "Es una cosa bonita luchar por la mujer y nuestros derechos porque siempre se nos ha oprimido. Si no estuvieran iría súper tranquila y cómoda", expresa sobre la convocatoria.

"No entiendo que haya gente que siga diciendo que no soy mujer", dice sobre los ataques que sigue sufriendo.   EMILIO CASTRO

"No entiendo que haya gente que siga diciendo que no soy mujer. Respétame. ¿Que para ti soy un hombre? Puedes pensar lo que quieras, pero respeta. A día de hoy no lo entiendo", sentencia sobre este tema. Pese a todo, Luna no huye de las etiquetas, sino que las defiende "porque si hay un niño como yo sabe que esa etiqueta existe, sabe que la transexualidad existe. Las etiquetas no hacen daño, depende de cómo se utilicen".

Luna no echa nada en falta en la nueva ley, pero sí añora la empatía de la gente. "No hacemos daño a nadie, estamos luchando por ser quienes somos, por nosotras mismas y por nuestra identidad", dice. Aunque en parte teme que un sector convierta la manifestación una protesta contra la ley y busque ridiculizar a las personas trans, confía en que, precisamente, esta nueva norma sirva para que el feminismo dé la cara por ellas "porque nos están pisoteando y también somos mujeres. Necesitamos esa ayuda".

Una de las personas a las que menciona Luna a la hora de hablar de las burlas que recibe el colectivo es a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso utilizó la ley que prepara el Gobierno sobre la paridad para desprestigiar al colectivo trans. 

El colectivo trans

No realizarse una vaginoplastia o dejar de hormonarse le ha provocado ciertas disputas, incluso dentro del colectivo trans. "Me meten ideas en la cabeza como que me voy a convertir en Rambo", dice. "Me han llegado a decir que son más mujer que yo porque tienen la vagina hecha. Hay mucha rivalidad", cuenta sobre su experiencia sin negar que hay gente buena.

En sus redes ha llegado a ser increpada por mostrar y hablar de forma natural sobre la barba y los complejos. Hizo un vídeo en TikTok para decirle a otras chicas que no estaban solas y que eran igual de válidas. "Empezaron a insultarme algunas trans. ¡Pero si tú has pasado por eso! Todas nos hacemos el láser y sufrimos con el láser".

Después de sufrir mucho, ya no le afecta "tanto" lo que le digan y usa sus redes bajo el perfil de @princesslunap para reivindicar la lucha del colectivo y dar consejos a aquellas personas que lo necesitan y no se sienten respaldadas. No esconde que le hubiera gustado vivir una infancia como "una niña normal y que los Reyes me hubiesen traído lo que yo quería".

Para que esto no se repita en nuevos niños y niñas cree necesaria mayor educación, sobre todo en los colegios, con charlas que normalicen esta cuesitón. "Hay que seguir reivindicando y luchando".

Una anécdota como ejemplo del rechazo sufrido

Luna sigue recibiendo críticas y burlas, la mayoría de ellas a través de la pantalla. Pero también ha tenido que sufrir en su propio pueblo. Hace unos años se presentó a un certamen de belleza en Lebrija y desde el Ayuntamiento le negaron concursar porque dependía de la aceptación de las demás candidatas y no tenía el nombre cambiado. Ella no lo consideraba importante, pero le ilusionaba la posibilidad de participar. Lo denunció en Facebook y encontró el respaldo de algunas personas, "hay gente buena también". Esto provocó la llamada del concejal de Fiestas y la petición de que lo borrara porque iba a hacer lo posible para que pudiera participar. Al final pudo participar, aunque no la eligieron para nada. Con el tiempo, a través de un conocido del jurado, se enteró de que habían solicitado que no la votaran por no tener el nombre cambiado.