La muerte en vida de los Holgado

Mientras la alcaldesa Carmena atendía al Padre Coraje tras 17 días caminando hacia Madrid, Antonia Castro aguardaba en la calle, sin ser recibida e indignada: "Yo soy la que lo he parido"

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Paco Sánchez Múgica / Juan Carlos Toro

La furgoneta que acompañó a Paco Holgado a Madrid. Autor: Juan Carlos Toro
La furgoneta que acompañó a Paco Holgado a Madrid. Autor: Juan Carlos Toro

En un pequeño punto de Madrid está concentrado el desgarro de una familia muerta en vida. Para quien no lo conozca, el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, tiene dos puertas de acceso en cada una de sus dos alas, la que da a la calle Alcalá y la que desemboca en Montalbán. Por una ha entrado Francisco Holgado, previa cita, para entrevistarse con la alcaldesa de la capital, la jueza Manuela Carmena. En la otra, la de Montalbán, aguardan inquietos Antonia Castro y su hijo Francisco -el segundo que tuvo el matrimonio tras Juan, y mayor que María del Mar y José Antonio-. Por separado, los tres han llegado a la capital de España para seguir pidiendo Justicia a la desesperada. Ambos tienen la misma causa común: evitar que en apenas un mes prescriba el crimen que les arrebató a Juan aquella aciaga madrugada en la gasolinera. Un horrendo asesinato que sigue impune y que, para más ensañamiento, les despedazó como familia. El matrimonio se divorció hace unos trece años y, peor aún, en este tiempo han llegado a intercambiar denuncias (unas 14) con nueve juicios por medio, e incluso órdenes de alejamiento.

El Padre Coraje encara el Paseo del Prado en coche ante el acelerado encuentro con Carmena. Es la estación término de la sufrida marcha a pie de 600 kilómetros que ha protagonizado durante 17 días y que ha vuelto a llamar la atención y a poner el foco mediático sobre este caso sin resolver. "Si mi esfuerzo sirve para que no prescriba, habrá servido", admite Paco exhausto, a sus 71 años. Antonia es un retrato en blanco y negro. Una mujer de 68 años ultraenvejecida, que derrama un inquietante sufrimiento y cansancio acumulado a cada paso. De luto riguroso, con dos fotos con el rostro de Juan en blanco y negro sobre su pecho, insiste en ser recibida por la regidora. "Todo ha sido un montaje", censura acerca de la caminata emprendida por su exmarido. "Yo también me he puesto en huelga de hambre delante del Congreso y no ha venido ni una cámara. Voy a todos los plenos de Jerez..." y, sobre todo, "yo soy la que lo ha parido", espeta indignada a un funcionario del Consistorio madrileño que le cierra el paso hacia la planta de arriba donde atienden al padre.

Salen y se van al otro acceso, Alcalá, 50, donde están concentrados los medios y un grupo de apoyo de jerezanos residentes en la Comunidad de Madrid e incluso en localidades manchegas. Allí también está el matrimonio que perdió a Sandra Palo. María del Mar Bermúdez y su marido Francisco Palo charlan con unos y otros. Ambos también convirtieron su vida en una lucha permanente y su domicilio de Getafe en su santuario dedicado a la memoria de su pequeña. Quizás recuerden aquella aterradora historia: una joven de 22 años con discapacidad intelectual es salvajemente violada, atropellada en repetidas ocasiones y quemada aún viva por cuatro asesinos, tres de ellos menores. ¿Les suena el 'Rafita'? Fue el principal responsable del crimen hace hoy doce años. Y en cambio, "hace lo que le da la gana; está limpio de antecedentes. Salen limpios y con su paro de dos años. Si yo me arrimo a ellos y les pego dos tiros me tiro en la cárcel toda la vida". María del Mar ha venido a apoyar a ambos. Sabe las secuelas indelebles que deja una tragedia tan incomprensible, tan gratuita. Y por eso abraza a Antonia con la misma energía y comprensión con la que abraza, varias calles más abajo, a Paco.

"Hay que estar con los dos, pienso que ella es su madre, les ha unido el cordón umbilical, pero él es su padre, y los dos tienen que luchar por su hijo, es un hijo en común y hay que dejar ciertas cosas a un lado y pensar que te han arrebatado a un hijo y ante eso no hay nada más fuerte", nos asegura. Y nos repite lo mismo que le ha dicho a Antonia hace un rato, mientras Paco daba esquinazo por el acceso municipal de Montalbán y su furgoneta, la que le ha seguido en las últimas 17 jornadas de caminata, sale en dirección a la puerta de Alcalá. "Es verdad que algo así te mina la pareja, porque te la mina, tienes tus momentos de discusiones y de muchas cosas, pero tienes que seguir adelante. Y si no estás con él, ¿con quién vas a estar? ¿Sola? Prefiero estar con mi pareja, con la que llevo casi 35 años casada, porque los hijos se van y los nietos crecen y te quedas en la soledad". Y confiesa: "Hemos intentado que no nos pase".

María del Mar, madre de Sandra Palo: "Es verdad que algo así te mina la pareja, porque te la mina, tienes tus momentos de discusiones y de muchas cosas, pero tienes que seguir adelante"

Emocionada, María del Mar recuerda una frase de Eva, la madre de Marta del Castillo: "La justicia no está ciega ni sorda, está muerta". "Los políticos han hecho que se nos diferencie en víctimas de primera y de segunda, que no prescriban los casos de víctimas de terrorismo me parece muy bien, yo he ido a todas las manifestaciones, y es muy fuerte, pero nosotros también debemos ser reconocidos. Mi hija, todo lo que se le hizo, entra en todo lo malo que hay en un Código Penal. Igual que han hecho lo de la cadena perpetua revisable, que toquen el Código Penal, en el que hay que mover muchas cosas". "Nunca he politizado con el tema de mi hija ni lo haré jamás, pero nosotros tenemos nuestra cabeza muy alta y los políticos la tienen que llevar agachada con un país que han llevado a la miseria y una Justicia que es una porquería", añade la madre de Sandra Palo, que no se separa de su tratamiento médico ni de su marido, que ha llegado a sufrir cuatro infartos desde el espantoso crimen de su hija. 

Muy similar a la suya es la lucha de los Holgado Castro. Ambos exigen, cada uno a su forma y por separado, que los delitos de sangre no prescriban, que después de 20 años no quede todo sepultado mientras los asesinos siguen en la calle, identificados quizás, pero en libertad. Con pruebas esperando ser analizadas concienzudamente y con grabaciones que no fueron validadas en el segundo juicio que éstas provocaron. "Llevo luchando desde que salí de la UCI -sufrió una embolia pulmonar- porque la que lo parí fui yo. Hemos luchado día a día sin parar, me levanto y voy para comisaría, me levanto y voy para el Ayuntamiento, me voy a hacer presión en el Juzgado. Esto tiene que cambiar totalmente, lo mismo que cambian tantas cosas la Justicia tiene que cambiar, a las víctimas de asesinatos las dejan tiradas como si fueran perros", reproduce Antonia, como una letanía, ante cadenas nacionales que han llegado hasta Cibeles para interesarse otra vez por uno de los crímenes más recordados de la crónica negra española reciente.

Francisco Holgado hijo: "Lo que vende el Padre Coraje está muy bien, que es lo que le interesa a los medios, pero es muy triste lo que se está haciendo con nosotros y con muchísimas familias afectadas"

Acompañada de su hijo Francisco tras la pancarta con el eterno lema 'Justicia para Juan Holgado', éste accede a hacer declaraciones, pese a que los hermanos de Juan siempre se han mantenido lejos de las cámaras y los medios. "Personalmente te digo que es muy triste que para poder llamar la atención haya que pegarse 600 kilómetros de caminata. Lo que vende el Padre Coraje está muy bien, que es lo que le interesa a los medios, pero es muy triste lo que se está haciendo con nosotros y con muchísimas familias afectadas. La Justicia no cambia, vamos de culo en este país. ¿Qué queremos en este país? Mierdas de políticos, llevándoselo calentito, hacen el papel, se levantan de la cama para llevarse el sueldo caliente, y el pueblo se come toda la mierda. El juez estuvo comprado, los comisarios se venden. Lo que había allí (en Jerez) en esa época, en los tiempos del señorito Pacheco, era vergonzoso. Y la política, ¿evoluciona, involuciona? ¿Qué vamos a llegar al ojo por ojo? Ya está bien. Es triste lo de este país". 

"Una persona que ha parido un hijo y una familia que se ha quedado destrozada, ¿cómo puede consentir la Justicia que el caso prescriba? Antonia no perdona a Paco: "Si llego a salir antes de la UCI no se graba la película, ni por millones ni por nada". "Tiene doble personalidad", comenta sobre su ex en el corrillo junto al Ayuntamiento. “Ella ha dicho que yo no quise saber nada más del caso, pero eso no es así. He estado siempre luchando pero si voy a una manifestación o una concentración y me va a dar una bronca… Lo lógico es que aunque estemos separados vayamos de la mano, que es nuestro hijo”, aseguraba Padre Coraje antes de salir hacia Madrid a pie. "La ausencia de justicia y la injusticia corroen, destruyen, perturban, hieren, suplician, arrollan y matan con mayor eficacia a una familia que treinta puñaladas en el cuerpo de un hombre inocente". Es una de las frases finales del libro Padre Coraje, firmado al alimón por Melchor Mirallés y Francisco J. Satué, y que inspiró aquella miniserie en el año 2000. Poco tiempo antes de que Paco y Antonia dejaran de pensar más en lo que les unía que en lo que les separaba.

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Paco Sánchez Múgica / Juan Carlos Toro

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