Paco Holgado llega con aire abatido al lugar de encuentro de esta entrevista, un bar frente por frente a la gasolinera donde su hijo Juan perdió la vida. Luce entero de negro, desde los zapatos hasta la bufanda que protege su cuello ante el frío viento de mediados de este mes de febrero en el que por fin parece que se ha decidido el invierno a aparecer. Decíamos que llega con semblante serio. No es para menos. Hace apenas una semana que conocía el archivo del caso. Algunos lo tenían claro desde que se cumplieran los 20 años del crimen, pero otros, empezando por él, seguían teniendo esperanzas de que la investigación, retomada tras su marcha a Madrid en octubre de 2015, pudiera dar nuevos nombres de posibles implicados, más al conocerse el de uno de ellos, fallecido hace nueve años. Aun así, tiene buen aspecto. Anda todos los días entre dos y tres horas y sigue cogiendo la bicicleta. Sin este entrenamiento seguramente no habría llegado a Madrid andando. Paco es un luchador. En estos 20 años de disgustos y sufrimiento presume de no haber caído en la trampa, a veces fácil, del alcohol, aunque recuerda la depresión que cogió y que le obligaba a encerrarse en su casa. “Pensaba que al salir a la calle todo el mundo me miraba”.

¿Cómo está después de la noticia del archivo del caso?

La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Yo ya he estado en contacto con José Miguel Ayllón –su abogado- para poner en marcha el recurso y ahí estamos a la espera de a ver qué deciden. Yo creo que si la huella del tetrabrick ha salido antes de la prescripción, el cauce es que se siga investigando y se sigan tomando declaraciones, porque alguno no llegó a presentarse en los juzgados, y saber si son amigos o familiares del entorno del Gata, porque aquí vemos que la gasolinera estaba a cien metros de su casa, o sea que lo tenía todo controlado. Que se siga investigando y no den el carpetazo, que es lo que están deseando tanto fiscales, jueces como la Policía.

De todas maneras, cualquier nuevo nombre que saliera a la palestra no podría ser imputado…

Pero si la línea de investigación ha salido antes de la prescripción… Es que las huellas del tetrabrick llevan ahí 20 años, ¿por qué a última hora se ha sabido esto? La Guardia Civil ha sido más profesional que la Policía, eso está claro. Cuántos comisarios han pasado por aquí con el caso de mi hijo. Yo he conocido a un montón de inspectores, de comisarios, y lo que tienen que hacer es seguir investigando y no tapar el fracaso con una prescripción. Y ser más profesionales, porque han tenido tiempo para saber quiénes han sido los asesinos de mi hijo.

¿Han jugado con ustedes?

Yo creo que sí. Ahí hay un juego y nosotros somos los perjudicados. Lo que quieren es quitarse de encima el caso de mi hijo.

Sus últimos meses han sido brutales: La marcha a Madrid, la apertura de nuevo del caso, la noticia del nombre de uno de los presuntos asesinos... ¿Les han creado falsas esperanzas visto lo visto?

Yo desde luego la esperanza no la voy a perder. Nunca la he perdido y el tema de la marcha a Madrid, los apoyos que he recibido, cuando me atendió el ministro… Yo se lo agradezco a todos. Voy a seguir en la investigación como en la lucha por la no prescripción. Y ahora quiero comprarme una auto caravana, veremos de qué forma, para apoyar a las familias de toda España que están a punto de que prescriban sus casos. La plataforma ya está en marcha.

¿Le valdría con conocer quiénes son los asesinos de Juan?

Hombre, yo lo que pido es que se haga justicia y sean condenados. Saber quiénes han sido no me vale, porque es que además están en la calle. Sabemos que el que ha muerto es El Gata, pero y los demás, ¿dónde están?¿Por qué cree que hasta que no hizo la marcha a Madrid no se analizó la huella del tetrabrick?

Esa huella lleva 20 años. La policía tendría que haber sido profesional y haber sabido antes a quién corresponde, y no haber esperado a que yo hubiera ido a Madrid a pedir justicia y que eso pasara a manos de la Guardia Civil.

Replanteo la pregunta. ¿Piensa que ha habido mano negra? ¿No interesaba resolver el caso Holgado?

Desde el primer momento ha sido una investigación mala. En el reportaje –se refiere al reciente programa de Equipo de Investigación sobre el caso Holgado- se ve hasta a los policías tomando huellas sin guantes. Eso es inadmisible, que profesionales tomaran huellas sin guantes, que no se cerrara la gasolinera… Y ante una mala investigación, ante un fracaso total en la investigación, lo que quieren hacer es quitarse el caso de encima y cerrarlo. No les interesa que sigamos pidiendo justicia y que sigamos ahí, sólo cerrar, tapar y que esto prescriba.

¿Llegaron a pensar en denunciar a la Policía, en pedir responsabilidades por la mala investigación?

Son 20 años. No sé si corresponde pedir responsabilidades. No es normal que se haga una investigación tan mala. No se entiende.

¿Qué le pareció el reportaje de Equipo de Investigación?

Me parece que estuvo muy bien.

¿Y las palabras del juez Manuel Buitrago, sobre cómo se llevaron la investigación y la instrucción?

Yo creo que es un impresentable. Como juez y como abogado deja mucho que desear. Tenía que haber hecho las cosas en su momento. En su momento lo hizo mal, pero tanto él como los inspectores que llevaron el caso.

¿Cree entonces que podría haber hecho más?

Buitrago, como juez, es el que tiene que ordenar y hacer las cosas. Alguien tiene que mandar ahí, no hacer la guerra por su cuenta. Ahí se tiraron la pelota uno a otro. Deberían haber sido condenados por la mala investigación. ¿Para qué son profesionales? ¿Sólo para cobrar? ¿Y qué pasa con la responsabilidad?

¿Cuándo se cumplieron los 20 años, no os empezasteis a oler que esto se cerraba?

Yo todavía tengo fe en que no se cierre y en que se siga investigando. Veremos qué pasa con la prescripción. Se ha recurrido, y si no tendré que hacer otra marcha o llegar a Bruselas o a donde haya que ir. Tengo muy claro que no voy a tirar la toalla.

Recientemente entrevistamos al que fue su primer abogado, Juan Pedro Cosano. Decía que tenía pena de no haber podido restablecer relaciones con usted…

Y algo más dijo… Termina…

Bueno, contésteme esto primero.

Yo no fui el que dejó la relación. Yo no dejé a Cosano. Fue cosa de Antonia Castro –ex mujer de Holgado-, como siempre. Ella dejó el caso, se metió por medio y lo hizo a su capricho. Ella no cuenta conmigo para nada, y ella buscó a José Miguel Ayllón y no dijo más nada. Pero sigo, y pon esto. A mí me pedía 13 millones por la venia por dejar el caso. Yo me reuní en el despacho de Juan Pedro Cosano con mi abogado, que le dijo que era una pasada y que no correspondía pedir 13 millones por una venia. Luego bajó a seis millones y luego a tres millones y pico. Pero yo no pagué nada, y entonces me denunció y me pidió 58 mil y pico de euros de la minuta.Él dice que no le pagó la minuta.

Juan Pedro Cosano ha cobrado igual que ha cobrado Ayllón como los procuradores y abogados que he tenido. Yo he pagado mucho en abogados. Y voy a pedir a Hacienda los pagos que tengo. Que no diga que no ha cobrado, porque sí ha cobrado.

Entonces lo de volver a entablar relaciones con él…

No, no, yo con Cosano no quiero nada. Yo no voy a perder el tiempo con él, ni le he hecho nada ni quiero nada, solamente no ha cumplido ni dice la verdad.

Y con su exmujer. ¿Ha llegado a hablar con ella del tema del archivo del caso?

Yo con Antonia Castro no quiero saber nada. Gracias a Dios que le he ganado once juicios y no estoy en Puerto 2. Por educación y respeto a mi hijo lo que debería haber es apoyo por ambas partes, pero eso de ir siempre machacando y amenazando… Así no se puede.

¿Eso le sigue afectando o ya le entra por un oído y le sale por otro?

Me duele porque podíamos tener una relación buena. Pero ir insultando y amenazando por todas partes… Eso no va a ningún lado.

¿En qué momento se parte esa relación?

Se partió hace muchos años. Nos separamos en 2004 y desde el 95 en adelante ya estaba la cosa mal. Ella dice que yo he negociado con la muerte de mi hijo, pero que me diga dónde está el negocio y dónde está el dinero. Yo no tengo nada. Yo tengo un piso de protección oficial y podía tener otro, porque yo cogí una buena indemnización y liquidación de Caja San Fernando de 29 millones de aquella época, y yo no tengo nada. ¿Quién tiene los pisos? ¿Quién tiene el patrimonio? ¿Si yo tuviera dinero estaría viviendo en un piso de protección oficial en sitios donde no quiero estar? No tengo más remedio porque lo que tengo es mi pensión y los 900 euros que le paso a doña Antonia Castro.

¿Sigue pensando en la culpabilidad de alguno de los procesados en su momento?

Puede ser que alguno haya estado allí –en la gasolinera-, porque lo que está claro es que eso solo no pudo hacerlo una persona. Ahí hubo más de dos y más de tres.

¿Por qué eligió a Pedro Asencio para investigarlo?

Tenía referencias de que era un tío lanzado y echado para adelante. Dominguín también, pero era difícil llevar más investigaciones, más personajes, y lo elegí por La Asunción, por el tema de su entorno y sus hermanos. Yo estuve en su casa, en el barrio, en el ambulatorio por el tema de la metadona…

¿Sacó algo en claro tras meterse en esos bajos fondos buscando alguna solución?

Yo lo intenté por activa y por pasiva, porque vi que en las comisarías todo se iba de las manos, que esto no iba por buen camino. Yo tuve que tomar la decisión de hacer algo, yo no podía estar esperando. No sé si habrá sido bueno, malo, si estaba bien o no, si ha podido perjudicar a la investigación, pero yo no pensaba en eso, sino en que las cosas no avanzaban. Son muchas cosas. Yo esperaba saber quiénes eran los presuntos asesinos y siempre he estado en esa lucha y había que disfrazarse, salir con ellos, irse a Valladolid… Yo estaba obsesionado con mi hijo Juan.¿No pensó nunca eso de "como me pillen, me matan"?

No, yo no pensé en el miedo ni antes, ni después ni ahora. Yo si me tengo que meter donde me tenga que meter me da igual. Me metí hasta en la Alameda de Hércules con muchos toxicómanos para verme con una prostituta que se fue de aquí a Sevilla y me enfrenté a su entorno de drogadictos y de chulos. Yo he salido de muchas cosas y he aprendido mucho en la calle. A mí me han sacado desde destornilladores, a cuchillos y hasta catanas.

¿Se arrepiente de algo en estos 20 años?

Me arrepiento de que no se haya resuelto el tema de Juan y de no haber hecho más, de que llegadas estas fechas no haya habido culpables.

¿De verdad considera que podría haber hecho más por su hijo?

Paco se emociona. Calla un rato, hasta que con voz entrecortada responde a la pregunta.

A lo mejor sí que podría haber hecho algo más… En fin, yo creo que siempre se puede hacer algo más, no sé qué más, porque creo que se ha hecho todo lo posible, pero sí, algo más se podría haber hecho.

¿Qué ha aprendido de la vida en estos 20 años?

He aprendido a luchar, a no bajar los brazos, a ser constante y a enfrentarme con gente peligrosa… He aprendido a saber entrar y a saber salir y qué cosa hacer en cada momento. Eso no se aprende en casa ni en academias, eso se aprende en la calle,  y la calle lo que ha hecho es darme experiencia, poder hacer una investigación y lo que sea en el momento oportuno.

¿Ha pensado alguna vez eso de “por qué yo”, “qué habré hecho para merecer esto”?

Pues… -se le quiebra la voz- muchas veces lo pienso. El destino es el que tiene cada uno, y mi destino ha sido este.

¿Ha llegado a sonreír Paco Holgado en estos 20 años?

Algunas veces sí. Pocas, pero sí.

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Jorge Miró

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