Berni Orihuela, jerezano y miembro del equipo de Espeleosocorro que acudió a Marruecos para socorrer a los accidentados en las montañas del Atlas marroquí, relata su penosa y frustrante experiencia.
"La impotencia se tornó en indignación y luego en rabia al enterarnos de que Juan había muerto". Son palabras de Berni Orihuela, jerezano, miembro del club Alta Ruta y uno de los miembros del grupo de Espeleosocorro que acudió a Marruecos a socorrer a los espeleólogos accidentado en las montañas del Atlas.
Junto a Berni, otros dos jerezanos, además de otros 13 voluntarios acudieron al rescate de Juan Bolívar y José Antonio Martínez -ya se conocía que el chiclanero Gustavo Virués había fallecido-, si bien, como ya es conocido, no pudieron desempeñar su tarea debido a los impedimentos del gobierno marroquí.
Berni relata que fue el pasado Viernes Santo cuando la Federación Andaluza de Espeleología da la voz de alarma tras conocerse el accidente. "Sabíamos que era una carrera contrareloj", explica. Para entonces, el consulado español en Rabat ya hacía gestiones para que tanto el Grupo de Montaña de la Guardia Civil como el de espeleosocorro pudieran llegar cuanto antes a Marruecos. Sin embargo, las primeras negociaciones quedan en saco roto.
"En un primer momento el gobierno marroquí nos deniega las solicitudes, así que para ganar tiempo decidimos junto al consulado el llegar a Marruecos como turistas con la esperanza de que cuando llegáramos ya se hubiera tramitado todo".
Así que tras cruzar el estrecho en Ferry desde Algeciras y cruzar la frontera marroquí el sábado por la mañana en los propios coches de los voluntarios, el grupo de 16 personas llegó a destino el domingo. "Desde el consulado nos dijeron que fuéramos al aeropuerto, que ahí cogeríamos un helicóptero y que llegaríamos al lugar del accidente en 10 minutos".
Pero, tras una reunión con la gendarmería y el Consulado, se conoce la negación de Marruecos por resolver con interés el tema. "Ni siquiera aceptaban que les diéramos material más bueno que el que tienen ahora mismo", explica un Berni que cree que si la ayuda española se hubiera activado, se hubiera podidor salvar la vida de José Antonio Martínez.
"Es que nos llegaron a decir que ni se nos ocurriera subir al lugar, porque nos detenían", afirma a la par que señala que si ese mismo viernes se hubieran podido poner en camino, "otra cosa habría pasado". Y es que ni siquiera aceptaron su material -unas 2 toneladas- ni la ayuda de la profesional médico que los acompañaba, especializada en intervenciones en montaña.
Para Orihuela, "hemos colaborado en varios rescates y uno no sabe cuál es el peor, pero está claro que en cuanto al grado de impotencia, éste se lleva la palma, sobre todo al saber que estábamos ahí y que nos dijeran que ni se nos ocurriera subir".
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