Manolo Barcell, 13 años director del Zoo de Jerez: "No es ético ni moral tener felinos o primates encerrados"

¿Cómo recuerda los años que estuvo al frente del Zoo y cómo llego a ser el director de la instalación?

Pues los recuerdo como unos años ilusionantes en los que todo el personal, muy joven por entonces, tenía unas ganas enormes de trabajar por el bien de los animales y de la institución. El Ayuntamiento de Jerez y el alcalde de entonces, Pedro Pacheco, tenían claro cuál sería el sentido de un Zoológico público. Llegué a ser director porque pertenecía al patronato en representación de la Asociación Jerezana Ecologista (AJE) y cuando el anterior director, José Miguel Cantos, pasó a desempeñar otro puesto en el organismo municipal, el delegado de entonces de Cultura, Antonio Reyes —un gran y honesto concejal— me propuso la dirección teniendo él las ideas muy claras hacia dónde podíamos apuntar.

¿En qué cambió durante su gestión, cuáles fueron sus prioridades?

Tuvimos claro que los conceptos clásicos de los zoos había que superarlos y sobre todo en Jerez, donde realmente un sector de la población siempre se ha preocupado por los animales. Apostamos claramente por la educación, la investigación y reproducción de especies en peligro de extinción, incluso superamos el concepto de “educación” por seducción medioambiental.

"En el Zoo superamos el concepto de educación por el de seducción medioambiental"  

¿Cómo situaría hoy al Zoo de la ciudad en el contexto de los existentes en España? ¿En qué se diferencia?

Sin lugar a dudas, a la cabeza de estas instituciones. La tradición de conservación y el magnífico personal que en estos momentos trabaja allí, han hecho posible que especies como el ibis eremita y el lince ibérico hayan tomado un impulso importante en su conservación gracias al atrevimiento de los técnicos del Zoo en la cría en cautividad de estas especies.

¿Los zoos deben existir para encerrar y exponer animales como se concibió en origen o hasta dónde deben evolucionar?

Rotundamente no. No es ético ni moral encerrar animales para su exhibición. Ya  hay suficiente información audiovisual para conocer la mayoría de las especies. Y desde luego, encerrar a primates y felinos para el simple hecho de su contemplación no es digno para la especie humana.

Su pasión por la naturaleza es manifiesta y práctica, especialmente en la ornitología. ¿Desde siempre?

Bueno, de siempre me ha gustado la naturaleza y los animales. Cuando volví a Jerez me apunté en el Club Montañero Sierra del Pinar, donde todos los amantes de la naturaleza jerezanos, de las distintas especialidades, nos juntábamos. Luego tuve la suerte de conocer a Olegario del Junco, sin duda el mejor ornitólogo de la historia jerezana y todo lo que ahora sé lo aprendí a su lado.

¿Cómo se explica que su formación no fuera en una especialidad dedicada al medio ambiente, el mundo natural...?

La verdad que no tengo explicación para eso. Me queda la duda de que si la Biología hubiera sido mi trabajo hubiera disfrutado tanto de la naturaleza como la he disfrutado y disfruto.

"Me queda la duda de que si hubiera estudiado biología, hubiera disfrutado tanto de la naturaleza"

Dando por hecho que estamos en un cambio de clima, ¿cómo lo percibe en la naturaleza ?

Bueno, ya lo notamos todos. Olas de calor cada vez más frecuentes alternadas con fuertes lluvias y fuertes sequías. Cada vez la naturaleza que nos rodea está más seca y los incendios forestales brutales que estamos padeciendo son una prueba de ello. Y claro, hay que advertir que a los animales y las plantas, que son lentos evolutivamente, les cuesta mucho adaptarse a estos cambios.

¿La ciudadanía es consciente de lo que está ocurriendo?

Hasta hace poco había un sector de la población algo escéptico. Ahora bien, si el Papa Francisco en su celebre encíclica ‘Laudato Sí’, que por cierto deberían conocer todos los creyentes, ya advierte del cambio climático, si el panel de científicos de la ONU sobre el cambio climático ya lo advierte, y si hasta en la cumbre del a OTAN en Madrid ya avisan de los problemas futuros al respecto, pocos habrá ya que sigan dudando.

"Pocos dudarán ya de la realidad del cambio climático"

Es conocida su otra pasión, el fútbol. ¿De dónde le viene?

De un gran amigo de la familia y gran xerecista, Diego Chica, que un día me recogió con su Vespa fuimos a la cafetería La Corona donde todos los aficionados tomaban café antes de ir al Domecq. Recuerdo que en el primer partido que vi el Xerez CD le ganó 5-1 al Kimber de Utrera, que por cierto era una marca de una granja avícola. Desde entonces el Xerez CD y el Domecq fueron un referente de mi infancia-juventud.

¿Cómo y dónde pasa el verano?

Pues fundamentalmente en Jerez. La costa española y la andaluza en particular se están poniendo insoportables y en nuestra ciudad se está muy tranquilo y cómodo. Antes de la pandemia los viajes eran de dos tipos: uno al exterior y otro por cualquier zona de la interesantísima geografía española.

¿En sus vacaciones elige destinos estándar o busca otros en los que descubrir otras naturalezas?

Buscamos sitios de naturaleza. Preferimos pueblos pequeños o casas rurales a las grandes ciudades. Por ejemplo cuando hemos viajado por Europa hemos intentado ir a países no muy visitados, buscando un poco de la Europa que todavía se parezca a la Europa de anteguerra, por ejemplo Armenia, Georgia, Albania, Montenegro, Bulgaria …

"En mis viajes me ha impactado mucho la antigua cultura Armenia, la grandiosidad del Amazonas y la migración de los ñus en Kenia"

Cuales han sido sus experiencias en sus viajes y cuál le ha impactado más?

Han sido muy buenas, siempre con la compañía de personas que compartíamos gustos y aficiones; naturaleza, historia y cultura (una cerveza o un vino, de vez en cuando, del país) muchísimas cosas me han impactado pero destacaría tres: la antigua cultura Armenia, la grandiosidad del Amazonas y el paso de la gran migración de ñus y cebras buscando los pastos frescos al norte del Río Mara en Kenya.