Pedro María Peña: "El flamenco en Andalucía es 'Juego de tronos'; al que se queja se le arrincona"

El polifacético artista y gestor cultural de Lebrija preside la asociación Flamenco Siglo XXI, conformada por históricas dinastías flamencas, entre otros miembros, que lucha desde sus fines culturales por dar voz en la gestión de los recursos públicos (y en la futura Ley del Flamenco de Andalucía) a los auténticos protagonistas de este arte

El polifacético artista flamenco Pedro María Peña posa tras la entrevista con lavozdelsur.es, en días pasados.
El polifacético artista flamenco Pedro María Peña posa tras la entrevista con lavozdelsur.es, en días pasados. MANU GARCÍA

Un currante todoterreno del arte jondo

El grupo promotor de la asociación cultural Flamenco Siglo XXI, liderado por el lebrijano Pedro María Peña (1968) y con artistas en su mayoría y pertenecientes a históricas dinastías flamencas (Tomatito, Pepe Habichuela, La Macanita, José Valencia, Pastora Galván…) unen su experiencia y sus inquietudes con el propósito de fomentar y divulgar el flamenco en sus diferentes maneras de expresión y disciplinas artísticas.

"Un arte que, en el siglo XXI, ha de ser participativo, inclusivo y libre de prejuicios. Un arte respetuoso con la historia y la tradición, pero abierto a la evolución y a las nuevas formas expresivas", rezan los objetivos de este colectivo ideado para trabajar en pos de la preservación del arte jondo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, más de una década después de su designación por la Unesco.

Sin embargo, en este camino, donde también surgió una asociación para defender los intereses de los flamencos, Unión Flamenca, la Junta de Andalucía ha proyectado una futura Ley del Flamenco que, según denuncian, no ha contado con la participación de los grandes protagonistas del género. Todo ello, en un contexto de casi dos años de pandemia donde la mitad de los intérpretes y creativos han tenido que buscar salidas fuera de su arte para sobrevivir.

Heredero de la saga de los Peña de Lebrija, que encabeza desde lo más alto Juan Peña El Lebrijano, Pedro María es guitarrista, compositor, mánager, productor y lo que haga falta en un guiso flamenco que lleva en su ADN, pero al que se dedica profesionalmente desde hace más de 30 años. "No es que me sienta flamenco, es que respiro flamenco desde que me levanto hasta que me acuesto". Fue el primero que montó la competencia a finales de los 80 a la oficina del entonces todopoderoso Pulpón y un hombre que ha desarrollado una vasta labor como productor artístico (especialmente de su hermano David Peña Dorantes) y de festivales como Mont de Marsan.

Cuando se habla de pasar fatigas los flamencos se llevan la palma en el mundo de la cultura. A lo largo de la historia ha sido una constante. Con la irrupción de la pandemia, ¿hasta qué punto es crítica la situación?

Sí, claro, como tú dices esto casi va con el género, es difícil quitarse esto de las fatigas de encima, pero la pandemia ha acusado mucho más la situación. Hay mucha precariedad, muchas cosas por hacer, la política realmente se implica poco… Si la política es el arte de ponerse de acuerdo, es lo que falta aquí.

"Conozco muchos casos de compañeros, algunos muy conocidos, que han tenido que dedicarse a otras cosas, como coger arándanos. Hay mucha precariedad"

¿Conoce casos de compañeros y compañeras en situaciones límite?

Conozco muchos casos, compañeros, algunos muy conocidos, que han tenido que dedicarse a otras cosas, totalmente ajenas al flamenco. Han salido ayudas de algunas instituciones, pero parece que estaban diseñadas para no darlas. Es imposible. Si antes de todo esto no estabas bien colocado o no has tenido una buena cuenta de ahorros… pues se han metido a cocineros, camareros, a coger arándanos… lo que haga falta, lo normal como cualquier cabeza de familia.

¿Cómo es el reparto de ayudas al flamenco, por ejemplo, por parte de la Junta de Andalucía?

Pues te hablo de mi caso personal: salió la convocatoria de ayudas por la pandemia y los requisitos eran imposibles de cumplir. Realmente, no conozco a nadie que haya sido beneficiario de una de estas ayudas. Sé también de compañeros como Rocío Molina que han dicho, y digo su nombre porque ella mismo lo dijo públicamente, que estaban diseñadas para no darlas. A excepción de los circuitos estos que hace la Junta, que al final siempre se llevan a los mismos…, ayudas no dan.

"No conozco a nadie que se haya beneficiado de las ayudas al flamenco, están diseñadas para no darlas"

¿Y cómo se accede a estos circuitos públicos de programación?

Hay un juego un poco de trileros. Ellos saben que tienen que contar con algunos más que no sean los de siempre porque si no el asunto es muy descarado, por lo que suelen colar a gente no habitual para que el cuadro quede más completo, pero finalmente, si echas la vista para atrás y haces recuento de las programaciones, en los últimos diez años la mayoría de las contrataciones se las llevan siempre los mismos. No lo más necesitados. Entiendo que el flamenco obedece a la ley de la oferta y la demanda, pero las instituciones públicas deben estar para otras cosas, como fomentar a la juventud o apoyar a aquellas facetas dentro del género que están menos proyectadas y también hay que enseñarlas. ¿Dónde están las atenciones a nuestros mayores, a los maestros? Ya no digo ni contrataciones, es que no hay ni reconocimientos. No sé qué interés hay en que esto no ocurra.

Todo esto que comenta lleva tiempo denunciándose en Andalucía, pero hace tres años cambió el gobierno y había muchas expectativas. ¿Ha cambiado algo?

Mismo perro con diferente collar, no ha cambiado nada. No han cambiado ni los que estaban entonces. El lobby es el mismo, se cambian los sitios entre unos y otros. El flamenco en Andalucía es Juego de tronos. Eso lo sabemos todos en la profesión…

"¿Dónde están las atenciones a nuestros mayores, a los maestros? Ya no digo ni contrataciones, es que no hay ni reconocimientos"

Pero muy pocos se atreven a abrir la boca…

Efectivamente, hay miedo.

¿Hay represalias para quien alza la voz?

Claro que las hay. Claro que las hay. En el caso de nuestra asociación, Flamenco Siglo XXI, hemos solicitado una reunión con Cristóbal Ortega (nuevo director del Instituto Andaluz del Flamenco) con el consejo asesor del flamenco para ver la futura Ley del Flamenco. Te hablo que eso fue en verano pasado, pero aún no hemos conseguido ni siquiera que nos reciba.

¿Qué fin persigue la asociación que preside?

Nosotros realmente hemos creado una asociación cultural. Nuestros fines no estaban hechos para entrar en polémicas de este tipo, nos hemos encontrado con esto de la ley de frente, y nos parecía que se estaba cometiendo una injusticia y teníamos que decirlo. Es una injusticia muy grande desde el momento en el que en la propia elaboración de la ley no se cuenta con el colectivo de los artistas como se debe contar, con artistas en activo. Y luego en el propio contenido tampoco hay una definición del profesional del flamenco, no hay definición. Con esos argumentos solicitamos, antes de que se cumpliera el plazo de alegaciones, reunirnos con ellos y, de alguna manera, sugerir y proponer para solucionar eso. La Unesco, el Ministerio de Cultura y la propia Junta tienen declaraciones institucionales en las que obligan que los transmisores del flamenco formen parte de los órganos de decisión en torno al flamenco. Pero se nos ha negado por activa y por pasiva.

PEDRO MARI PEÑA 5
El guitarrista y productor lebrijano, en días pasados.   MANU GARCÍA

Hay un compromiso público del nuevo director de que os daría esa audiencia…

No ha habido avance ninguno. La única llamada que he recibido desde IAF ha sido para decirme que me enviaban el anteproyecto de la ley para que la leyese, pero nada más. De todos los socios de Siglo XXI con los que más contacto ha tenido (Cristóbal Ortega) ha sido conmigo, por aquello de mi propia trayectoria artística, que he estado en todos los frentes, pero a mí no me ha llamado. Y se ha solicitado por escrito, con comunicados públicos… nada. Creo que las instituciones públicas están para tratarnos a todos por igual, darnos las mismas oportunidades y, cuando menos, escucharnos.

¿Por qué la división en dos asociaciones? ¿No haría falta de una vez un sindicato de artistas flamencos?

Haría falta un sindicato, no existe. Unión Flamenca nació antes que nosotros y, es más, yo fui socio de aquel proyecto que en un principio parecía muy ilusionante. Pero cuando vi el devenir de los acontecimientos, pues la verdad que no me gustó cómo funcionaba internamente, con nula información a los socios, y también me encontraba con muchas contradicciones, con la paradoja de que dentro de la misma asociación estaba la patronal y los trabajadores. ¿Cómo se puede negociar si eres sindicato y patronal al mismo tiempo? Vía mail anuncié que me iba y, viendo la indiferencia hacia mis observaciones, me fui. En Flamenco XXI hemos nacido para potenciar, ayudar y hacer el mejor flamenco posible en los mejores sitios y de la mejor manera, pero cuando ni tan siquiera se nos respeta la propia representatividad, ahí es cuando ves que se está dañando al flamenco. Esa inercia hay que romperla ya. Hay que respetar a los artistas, a los protagonistas del género, con independencia de que luego haya otras luchas, que las hay.

"Hay que respetar a los artistas, a los protagonistas del género, con independencia de que luego haya otras luchas, que las hay"

¿A qué luchas se refiere?

Por ejemplo, la manera en la que quienes controlan el cotarro lucharon por la destitución de Ricardo Pachón al frente del Instituto Andaluz de Flamenco, que ganó el concurso y consiguieron quitarlo de en medio. No tengo pruebas, pero se sospecha quienes pudieran estar por detrás.

Pachón dejó claro al marcharse que no le dejaron hacer nada al frente del IAF. ¿Hay un interés en que cambie todo para que no cambie nada?

Claro, estaba solo. Estaba solo ante todo el aparato. Su visión del flamenco es muy interesante y, sin duda alguna, tiene mucho que contar y una experiencia que se ha desaprovechado.

De señoritos a políticos: "El trato hacia nosotros sigue siendo muy parecido, lo único que ahora, en lugar de estar en un cortijo y sacarse el dinero del bolsillo, pues te reciben o no en los despachos"

¿A quién pertenece el flamenco? 

Dicen que si somos una asociación que vamos defendiendo el gitanismo en el flamenco, pero no vamos de eso. Yo soy gitano, pero en nuestra asociación hay socios que no lo son. Y queremos ser la punta de lanza de la ruptura con esas polémicas que, hoy día, no tienen sentido. El flamenco es de quien lo trabaja. Otros tratan de alimentar esas polémicas porque es su manera de seguir subsistiendo.

¿De alguna manera se han sustituido los señoritos por los políticos a la hora de repartir el guiso flamenco?

Sí, claro. El trato hacia nosotros sigue siendo muy parecido, lo único que ahora, en lugar de estar en un cortijo y sacarse el dinero del bolsillo, pues te reciben o no en los despachos.

Retrato de Pedro Mari Peña, en días pasados.   MANU GARCÍA
Retrato de Pedro Mari Peña, en días pasados.   MANU GARCÍA

Hablaba de la situación de los mayores. He rescatado unas declaraciones que hizo en 2007 su tío Juan Peña, El Lebrijano, sobre la situación de muchos artistas, especialmente maestros como él: “Puede ser que hay algo que arreglar… pero no me hagas hablar, que el único que digo algo soy yo, y al único que le han dado palos ha sido a mí”.

Ahí ya estaba muy castigado. Mi tío era un hombre muy consecuente con su personalidad, con lo que él creía que había que defender. Y ciertamente es así, te lo he dicho antes, hay miedo a salirse de la foto. Y al que se queja... no es que vaya a haber represalias, es que simplemente te arrinconan. No existes.

¿Y usted, curtido en mil batallas, no teme que le arrinconen?

No, no… No quieren a flamencos que piensen o tengan criterio, quieren a flamencos que aparentan ser tontos, que no lo son, que se callan… No quiero hablar de ningún compañero porque todo el mundo tiene el derecho a ganarse la vida de la forma más digna posible, pero existe miedo, total. El que se mueve no sale en la foto, eso está claro. Y ellos lo saben y juegan con total impunidad al silencio administrativo, como está ocurriéndole a nuestra asociación. Pero sí te digo una cosa, en el caso de que esta ley del flamenco vaya adelante, en nuestro caso, que ya presentamos alegaciones, utilizaremos todos los recursos jurídicos que estén en nuestras manos para derogarla, no ya solo por el contenido, sino por la forma en la que se ha elaborado. Es una ley que trata de devolvernos a las cavernas y que pone la capacidad de gestión en los aficionados, que son fundamentales en esto, pero ¿dónde quedan los profesionales y los transmisores de esto? ¿No has visto que los equipos de dirección de festivales importantes solo están formados por tecnócratas y teóricos?

Paradójicamente, los artistas son los protagonistas de este arte, pero en su mayoría son convidados de piedra.

Totalmente. A los artistas se les sigue tratando como a bufones, nos siguen tratando un poco así. No les interesa que seamos gente medianamente culta, preparada, preocupada… no están acostumbrados, pero eso está cambiando afortunadamente. Y la parte de la gestión cambiará más pronto que tarde.

De otro lado, otro de los ejes de la asociación es difundir la cultura flamenca y que el arte jondo se conozca más y mejor. Ahora hay polémica porque en la televisión estatal hay un nuevo programa ‘Los caminos del flamenco’ y está recibiendo muchas criticas porque una vez más la visión que se ofrece es superficial y un tanto ajena a la realidad de los flamencos. ¿Qué habría que hacer?

Al margen de la proyección universitaria del flamenco, estamos en contacto con gente del mundo audiovisual, como mi paisano el cineasta Benito Zambrano o Alberto Rodríguez, para que el flamenco también beba de ahí porque no está lo suficientemente desarrollado. Hay que poner sobre la mesa una visión rigurosa y seria del flamenco en el mundo audiovisual. A ver si tenemos la suerte de que nos vayan recibiendo, también desde la dirección de la Bienal.

¿Y a nivel personal, en qué momento artístico se encuentra?

Estoy terminando mi primer disco en solitario, autoproduciéndolo. Con mucha tranquilidad. Presentándome a cosas de chavales, lo que haga falta. Y preparando un par de espectáculos en los que estaré con José Valencia, Inés Bacán… Intentando reinventarnos.

Ya no es solo una cuestión económica. Al final, un artista lo que quiere es exhibir su arte y, a ser posible, que no sea con debut y despedida, ¿no?

Eso es lo que peor se lleva de todo esto. Cuando te montas un escenario dices: joe, cuánto tiempo hacía que no me montaba… Para el artista eso es lo que peor se lleva, sin duda.

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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