Cifras y letras negras
Miguel Fortea (Burgos, 1965), presenta en Cádiz Cuando se hiele el infierno (Editorial Avizor), una novela de género negro con el detective José Dalmau como protagonista, un personaje que ya es familiar para los lectores del escritor burgalés.
Fortea ha obtenido premios en el concurso de relatos Acreca (2004 y 2008) y ha publicado Antología de relatos originales (edición colectiva, editorial Jamais, 2001), Mujeres que van y vienen del baño (editorial Libros en red, 2005) y La ciudad del trueno (editorial Plaza y Janés, Grupo Random House Mondadori, 2010), novela con la que se inaugura la serie que tiene como protagonista al policía republicano, y más tarde detective, José Dalmau, y con la que alcanzó un éxito notable sumergiendo a los lectores en el convulso Madrid de los años 30.
Su continuación De deudas y muertos (2021, Avizor Ediciones) sucede en los años de la posguerra española y con el trasfondo de la segunda guerra mundial. Esta segunda entrega, en la que se conjuga la tensión y el misterio con el retrato de una época dura, sin renunciar al sentido del humor, también tuvo una gran acogida. Ahora presenta la tercera entrega de la serie Cuando se hiele el infierno (2023, Avizor Ediciones), en la que Dalmau llega a Hollywood, comienza a trabajar para Louis B. Mayer con el encargo de proteger a Leslie Osmond, una estrella cinematográfica emergente, y su tarea le lleva a conocer las partes más oscuras de Los Ángeles y del ser humano.
Pues sí, lleva usted razón. De hecho, yo salí de la banca para estar en un sitio un poco menos oscuro.
Yo, desde joven, he estado liado con los números, pero me gustan más las letras. En realidad, ser economista tiene algo de ciencias. Yo he tenido una formación más de letras, se me han dado mejor, además. Mucho mejor que la física o la química. Siempre me ha gustado leer, y desde pequeño, escribir. Es algo que me da mucha satisfacción.
Quisiera explicar que este es el tercer libro de una saga, pero que se puede leer perfectamente por separado; no hace falta para nada haberse leído el anterior para entender éste. Quizá algún personaje pase de una novela a otra, pero como sobreviven pocos, problemas no hay. Nunca había escrito novela negra, pero un día me planteé escribir lo que me gustaría leer. Y siempre me ha gustado leer novela negra. Empecé con un cuento de un policía brutal en Madrid, en 1936. Me fue gustando y lo alargué. El personaje ha evolucionado acorde al recorrido que ha ido teniendo en todo este tiempo. Lo he hecho menos brutal. Me tomé el trabajo de culturizarlo un poco, sobre todo en la segunda novela, que durante un tiempo se desarrolla en el Valle de los Caídos. La evolución a lo largo de este tiempo va en sentido de darle a Dalmau una personalidad mucho más compleja y mucho más rica.
"Este es el tercer libro de la saga, pero se puede leer perfectamente por separado"
No, no. Es un tipo al que no le importa meterse en problemas. Más bien los atrae. Es un detective muy independiente que nunca mira para otro lado. Siempre que hay algo que resolver, no se cuestiona si le toca a él o no. Va a por lo que sea.
Es fundamental en todas las facetas de la vida, y en la época que vivimos, todavía más. He leído autores chinos que me gustaban, pero notaba que algo les faltaba, que había algo raro. Me di cuenta de que no había humor. Se pierde entonces un ambiente fundamental. El sentido del humor es aún más potente cuando cuentas cosas más crudas. Escapas del dramatismo. En cualquier situación, es mejor todo con humor. Y eso no es más chocante, es más necesario.
En este último libro me preguntaba si era demasiado humor o no, si era el momento adecuado. Intenté modularlo, pero a lo mejor con menos descaro que si hubiese sido otra situación.
"Muchos nombres de los personajes se parecen a los reales, pero ese es el juego"
Aquí hice un ejercicio algo arriesgado. Pero esto está escrito para el público español, no hay demasiado problema. De todas formas, los personajes son ficticios, o la mayoría. Algunos son personajes literarios, como Philip Marlow. Otros son nombres muy parecidos a los reales, pero ese es el juego. Los nombres se parecen. Igual pasa con los títulos de las películas que salen en la novela.
Ya está en marcha. No la llevo muy avanzada. Ahora estoy en plena promoción de esta, cuando ya termine con ello, seguiré con la novela nueva, claro.
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