Entre revistas, periódicos y lienzos
Mario Naranjo Molina (Jerez, 1954) es de esas personas que te transmiten calma al hablar, pero también esa cultura bastísima de la que, por cierto, no hace nunca alardes. Sencillamente hay que escucharle, en castellano o en inglés, idioma éste último que maneja a la perfección.
Hombre inquieto y amante de la música, la lectura y, por supuesto, el arte de la pintura y la fotografía, Mario maquina obras para que el espectador pueda ver y estudiar la realidad de sus creaciones desde todos los prismas posibles. Su trabajo, en muchas ocasiones de reducidas dimensiones, destila el conocimiento que atesora tras años y años de experiencia. Lejos quedan sus tiempos como estudiante de la Escuela de Artes y Oficios, con Fernández Lira y Manuel Muñoz Cebrián, dos de sus maestros. Lejos va quedando, también, el tiempo de tantas horas en el kiosco de la plaza Romero Martínez donde, aunque no estuviera delante de los lienzos, iba ideando esos cuadros que pintaba sacando tiempo de donde no tenía. Ahora, unos años después de su jubilación, se dedica plenamente a pintar, leer, escuchar música y disfrutar de la vida y sus pequeñas grandes cosas.
Hasta el 31 de julio, y en horario de lunes a viernes, de 10:00 a 13:30, y de 18:00 a 20:30 horas, en la sala La Chanca, en Conil, puede verse buena parte de su obra.
De momento eso está ahí... Se arregló, y creo que llegó a costar casi 700.000 euros, con dinero que venía de la Unión Europea para el avituallamiento cultural de las ciudades. A nosotros nos tocó parte de eso. Pues ya se está apulgarando por algunos sitios. Una cosa muy rara (ríe). Y aquello está completamente desaprovechado. Podía ser una sala de exposiciones que es, además, lo que pone en la puerta.
Pero aquello no se llevó en condiciones tampoco. No funcionó como tal.

No sé qué decirte. A nivel general, pues sí. Necesitaríamos un centro cultural adecuado, donde pudiéramos estar, exponer, dar charlas. Somos la quinta ciudad en importancia y población de Andalucía y no tenemos nada de esto. En Granada, Sevilla o Málaga no sólo hay salas de este tipo, es que también hay galería de arte. Aquí no hay nada de eso. Solo está Espacio Abierto, y otra que es Arte a Diario, dirigida por Bernardo Palomo. Pero vamos a Conil, y donde había una antigua almadraba del siglo XVI, propiedad de los duques de Medina Sidonia, hay ahora un centro cultural. Tiene museo de la almadrabra, una biblioteca, un salón de actos y una sala de exposiciones, que es donde tengo ahora mismo mis cuadros.
"Somos la quinta ciudad de Andalucía y no tenemos una sala de exposiciones de verdad"
No lo sé, no lo sé. Si por ser candidata nos meten una serie de equipamientos culturales para la ciudad, pues bienvenido sea. Eso sería fantástico.
Hombre, yo nunca he dejado de hacerlo. Lo que pasa es que ahora tengo más tiempo. Ahora, si tengo una cosa empezada me meto en mi estudio y me pongo a trabajarla. Que no va bien o lo que sea, me voy a dar un paseo con mi mujer, o a la playa. Al regreso está aquello esperándome. Sigo un buen rato. Hago lo que buenamente puedo y ahí voy adelantando.
Yo no sufro, para mí es un desafío. Lo digo en el sentido de que eres alguien que crea. Hay gente que pinta, y lo hace muy bien, por ejemplo una naturaleza muerta o un paisaje, un retrato. Ahí está un verdadero maestro, que es mi buen amigo Pepe Bastos. Cada uno en su estilo, disfruta de lo que hace. Es un reto.
"El mundo de la imagen siempre me ha seducido, la pintura y la fotografía"
En el colegio, si había que salir a dibujar algo, lo hacía yo. Siempre me ha gustado, sí. El mundo de la imagen siempre me ha seducido, pero en todos los sentidos. La fotografía también me encanta. Tengo buenas cámaras y me gusta todo eso.
Eso es porque la escuchaba también desde muy pequeño. Mi padre tocaba el acordeón y siempre se escuchaba música en mi casa.
Tú interpretas el cuadro a tu modo, como quieras. Los cuadros que yo hago a veces son muy pensados, son como jeroglíficos. Tienen un sentido lúdico para que uno le dé las vueltas y se sienta bien con ello, viéndolo, descubriendo cosas. Otras veces es aleatorio. Resulta que me pongo a preparar el lienzo, mancho por aquí y según el boceto que he hecho, ya no le viene bien ahí, hay que buscar otra cosa. Muchas veces uso textos, letras o un pedacito de lienzo.
De un estilo no, de un lenguaje. Un estilo es algo muy diferente y es algo que ya he discutido muchas veces. Yo no tengo un estilo. Un estilo es el cubismo, el surrealismo. Lo mío es un lenguaje. Es una línea. Tu lees a Poe, y es Poe, o escuchas a Beeethoven, y es Beethoven. Si ves un cuadro de Miró pero no sabes que es de él, si antes has visto muchas cosas suyas, sabrás que es de él. Ese es el estilo. Lo mío es un lenguaje.
Yo digo que el pintor miente cuando pretende hacer una cosa que luego no es. El pintor tiene que seguir siempre su camino.


