Malos tiempos para la tauromaquia
Ernest Hemingway decía que "la fiesta de los toros es una tragedia". Nada nuevo. Aunque ahora la tragedia, para los amantes del toreo, es que la llamada fiesta nacional está en declive. Han desaparecido muchos festejos (corridas de toros, porque de los festejos de toros embolados, ya opina con claridad el protagonista de nuestra entrevista de hoy, son otra cosa), las plazas grandes ni muchísimo menos se llenan. Los contratos del escalafón medio hacia abajo siguen cayendo en barrena, y el joven, en su mayoría, poco o nada quiere saber de plaza y toros.
Juan Martín Vidal (Cádiz, 1968) fue banderillero, entre otros, de Pepín Jiménez, Rafael de Paula o José Luis Galloso, tardes de gloria que pasaron a mejor vida hace bastantes años. Colgó el traje de luces, entre otras cosas, porque tiene las rodillas para el arrastre (valga la expresión).
Hoy está profesionalmente alejado de los ruedos y trabaja en el mantenimiento y cuidado de una urbanización del centro de Jerez.
¿En el mundo taurino, crisis? No, creo que no. Lo que pasa es que está más parado todo porque hay mucha gente en contra del toro. Antes decías que eras torero y todo el mundo te admiraba. Ahora parece que no podemos decir ni que somos toreros.
Sí. ¿Torero? Joé, le hace daños a los animales.
"Antes decías que eras torero y la gente te admiraba; ahora no"
Creo que, en cierto modo, los anti taurinos no hacen tanto daño. Hacen daño, pero creo que el problema somos nosotros, los toreros, que no tenemos unión. Cada torero va por su lado. No hay unión entre nosotros, si no, estaríamos bastante mejor. Pero te repito que, en el fondo, los anti taurinos no hacen tanto daño.

De veintitantos años, hay bastantes, pero de ahí para abajo es muy complicado. De aquí a unos años vamos a ver...
¡Uuuf! Yo creo que es muy difícil, ¿no? Me parece complicado que eso se pierda, pero sí es verdad que puede quedar reducido a los sitios más importantes: Sevilla, Madrid. Pamplona, Bilbao. Habrá sitios en los que se pierdan los toros. Ya se han perdido en muchos sitios, de hecho. Antes se daban toros en cualquier pueblo. Eso ya se ha perdido.
Ahora mismo sería muy difícil. Yo tengo compañeros míos en activo y lo están pasando mal. La cosa está fatal. Aquí están toreando las cuatro figuras, pero los demás están a 10 ó 15 corridas. Y de eso no se puede vivir. Antes un torero de mitad del escalafón hacía 40 corridas de toros.
"Hoy por hoy, solo trabajan las cuatro figuras del toreo"
Es complicado. El toro debe de sufrir. Pero es un animal de sangre caliente y por eso embiste. Pero sufrir, claro que sufre.
Me siento mal, claro, y me parece mal. Es que eso es una falta de respeto. Pero hay de todo en la viña del Señor.
No, no, no. A los toreros no nos gustan ni los encierros, ni los toros embolaos. Ni correrlos tampoco. Eso no nos hace gracia. Hay sitios, pueblos, donde corren a los toros y no nos hace gracia, entre otras cosas, porque el animal además termina sabiendo.
¿El miedo? Se pasa miedo durante todo el día. Estás pensando todo el tiempo. Pero una vez que ya estás en la plaza, sales y actúas, y el miedo se supera. Pero sí es verdad que se pasa mucho miedo antes.
Cornada, cornada, una en la cacha del culo, pero pequeña. Después las veces que me han cogido los toros me han partido dos veces las costillas. Primero dos y luego tres, y fue en El Puerto y en Murcia.
Hombre, claro. ¿Qué ganadero va a querer criar un toro de lidia? Eso...
Hombre, claro. Además, para hacer filetes ya hay otro tipo de carnes. Si al ganadero le dicen que ya no hay corridas, ¿para qué va a criar los toros?
Claro que mueve mucho dinero. Y a muchas personas también. Come mucha gente de esto: ganaderos, el del camión, el mayoral, los mozos...
Antes se daba más, pero ahora hay mucho respeto. Pero sí es verdad que antes era diferente. Los toreros llegaban a los paseíllos y decían: "Hoy te preparas, que te voy a dar una buena". Hoy hay piques, pero antiguamente te miraban más por encima del hombro.


