Álvaro Campelo, 25 años de resistencia en Mala Música: "El disco es un objeto de lujo"

La tienda Mala Música, que sigue abierta al público en Jerez, es testigo directo del auge del vinilo; una vuelta a los orígenes que tiene su razón de ser en la proliferación de plataformas digitales que han provocado la caída de ventas de los cedés

Álvaro Campelo, más de cinco lustros al frente de Mala Música.
Álvaro Campelo, más de cinco lustros al frente de Mala Música. MANU GARCÍA

Larga vida al vinilo

Desde la irrupción del formato en CD hace ahora 40 años, además de toda la música que se puede bajar de las plataformas digitales, los discos de vinilo pasaron a mejor vida. O casi. Lo que sí es cierto es que al mercado dejó de interesarle fabricar algo infinitamente más costoso que los discos compactos, más pesado para el transporte y con muchísimos más gastos de producción. Todo esto estuvo a punto de enterrar el romanticismo de la música encerrada en los surcos de un disco de vinilo, el encanto, casi fetichista, de un objeto que, en algunos casos, era y son de culto; autores y álbumes codiciados, raros o muy difíciles de encontrar.

Pero desde 2016, aproximadamente, el mercado del disco tradicional ha experimentado un crecimiento en ventas, que si bien no va a colocarlo a la cabeza de la facturación de la música grabada, ni de lejos, al menos no termina de morir. De hecho, sus ventas no paran de crecer.

Como dato, no hay que obviar que desde hace unos años, el resurgir del vinilo ha sido tal que la industria es incapaz de dar respuesta a la demanda, si bien, como nos explica el gerente de Mala Música, Álvaro Campelo Beira (Cádiz, 1965), en esta entrevista, parece que la situación, poco a poco, se va arreglando. Larga vida al vinilo.

Creo que a todo amante de la música, debe pasarle lo que a mí, que Mala Música, su tienda, al vender tanto disco en vinilo, con sellos históricos como EMI o Hispavox, debe de parecerle tienda y museo.

Esto es una lucha que no te lo crees. Llevo aquí desde el 96 y no he dejado de vender vinilo nunca. Tenía una tienda en Cádiz y después monté la de Jerez. Así estuve durante cuatro años hasta que me quedé solo con la de aquí.

Hay un ascenso que no se detiene de las ventas del vinilo. Los expertos hablan de diferentes motivos. ¿Qué explicación le da usted?

Creo que las redes sociales han influido muchísimo. Era muy de aparentar eso de tener un tocadiscos, vinilos. Yo creo que va por ahí. Pero es que las compañías se lo han currado bastante bien. Vieron que se dejaba de vender música, que el CD era un objeto sin ningún tipo de atractivo. Además, están las plataformas digitales. Los discos están todos en streaming. El CD pagó un bajón de ventas tremendo, así que creo que ha sido una estrategia de las compañías al ver que se iba todo al garete. Veían que solo iba a perdurar la plataforma. ¿Qué han hecho? Volver a un objeto tan precioso como es un vinilo.

Y además se está sacando un buen producto.

Se está haciendo muy bien, se están cuidando las ediciones muchísimo, y a todo eso hay que sumarle las plataformas de impulso al vinilo.

Hay, a todo esto, un problema, un bendito problema, me atrevo a añadir, como es el déficit de la oferta frente a la demanda. Parece que hay bastantes dificultades para responder a los consumidores, nuevos y antiguos, de los discos de toda la vida. ¿Se va solucionando?

Sigue el problema. Supongo que se arreglará. Pero ha cogido tan desprevenido el auge del vinilo que no había fábricas suficientes. Luego llegó la pandemia, la falta de materias primas... Fue todo un cacao que no veas. Y los dos primeros años del resurgir del vinilo han sido caóticos. Una caída de stocks tremenda en las compañías. Las previsiones de abastecer a las tiendas se quedaban siempre muy cortas. Ha sido un lío. Pero parece que, poco a poco, se va enmendando. Lo que pasa también es que el perjuicio de eso es que estos discos han pegado un subidón de precio brutal. Lo que antes valía 20 euros, ahora vale 30. 

Álvaro Campelo atiende a uno de sus clientes.
Álvaro Campelo atiende a uno de sus clientes. MANU GARCÍA

"Los dos primeros años del resurgir del vinilo han sido caóticos"

¿Los clientes que vienen a Mala Música son los mismos que buscan música en internet o son clientes distintos?

Mi cliente se informa en internet de los discos, porque la verdad es que es un instrumento fantástico para ver qué te vas a comprar después. No se puede comprar a lo loco con un objeto que es tan caro. Es un lujo que no todo el mundo se puede permitir. La gente investiga en internet y después vienen y se compran el formato físico del disco que les gusta realmente. Pero aclaro que también los CD, no vaya a pensar la gente que es un formato que ha desaparecido. Para nada. Yo los sigo vendiendo. Es verdad que lo que ha subido el vinilo, ha bajado la venta de discos compactos.

En una tienda como la suya, ¿usted es un vendedor o un superviviente?

¡Puff! Soy un vendedor de discos, pero, a la larga, soy un superviviente. Llevo 27 años de tienda. He pasado por todas las crisis que puedes imaginarte, pandemia incluida. Además, el sitio donde estoy: en una esquina de España con el mayor índice de paro, etcétera. Todo eso influye. El disco es un objeto de lujo.

El CD es cómodo, aunque mantiene usted que no tiene mucho sentido habiendo plataformas digitales, pero es que, además, se habla de esos matices que el vinilo es capaz de sacar frente al sonido plano de un disco compacto.

Hombre, si tienes un equipo fantástico de reproducción de vinilos lo aprecias. Los medios, los agudos… Todo eso es más fidedigno al sonido original que lo que te puede dar un CD, que son sonidos más neutros.

Alan Parsons, Pink Floyd, Camel, Krim Krimson... ¿Todos estos artistas, entre otros muchos de este estilo y esta época determinada, se salen de la órbita de la gente más joven?

Para nada. De hecho, Pink Floyd sigue siendo de los grupos más vendidos, incluso para la gente joven. Es de los discos que más vendo desde que abrí la tienda, vamos. Los clásicos siempre perviven y hay que tenerlos porque siempre se venden.

Álvaro Campelo ojea algunos de los muchos vinilos que pueden encontrarse en Mala Música
Álvaro Campelo ojea algunos de los muchos vinilos que pueden encontrarse en Mala Música MANU GARCÍA

"Los clásicos siempre hay que tenerlos porque siempre se venden"

¿Mala Música mueve sus ventas, más por los encargos, por las existencias en la tienda, o cincuenta y cincuenta?

Mitad y mitad. Hay que tener stock porque hay gente que viene a por el disco y lo quiere ya. Es muy fácil darle a un botón y que te lo manden ese mismo día o al día siguiente, por eso hay que tenerlos aquí. Pero también es verdad que al ser muy caros, tenerlos es una inversión. Si no los vendo me los como con patatas. De todas formas, trabajo bastante con encargos. Hay gente que se apiada de las tiendas pequeñas como la mía a los que no les importa esperar un par de días. Eso me hace tener contacto con el cliente y eso cuenta mucho.

¿Y el futuro de Álvaro y Mala Música?

Yo espero sobrevivir. A mí me encanta mi trabajo, aunque la jornada de comercio es una tortura. Me pego la vida aquí metido, pero yo, con tirar para adelante y seguir manteniendo la tienda, me conformo.

 

 

Sobre el autor:

Captura de Pantalla 2022 11 22 a las 11.45.57

Juan Manuel Sainz Peña

Con más de 150 premios literarios nacionales e internacionales (Premio Iberoamericano de Novela, Verbum, 2019, finalista del Premio Juan Rulfo de novela en París, y ganador del Premio Internacional de Novela Bachiller Alonso López) es uno de los autores españoles más premiados de los últimos años. Ha dirigido programas en Onda Jerez Radio y colaborado con las emisiones locales de la Cadena SER. Del 2000 al 2004 escribió para Jerez Información. Desde 2003 hasta 2013, y de 2015 a 2019 fue colaborador y crítico teatral de Diario de Jerez.

 

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído