Alejandro Rojas-Marcos: "Pedí a Moreno que dejara el PP y montara un partido andalucista de derechas"

Quien fuera fundador del PA, alcalde de Sevilla o diputado sigue a sus 83 disparando sin complejos. "Felipe González ha perdido los papeles". Dice que no le preocupa la amnistía, sino los acuerdos económicos con los independentistas. "Siento envidia, pero es dinero que quitan a Andalucía"

Alejandro Rojas-Marcos, frente a un retrato de Blas Infante en el hoy hotel que fue el despacho de abogados de su familia.

La fuerza de los años de Rojas-Marcos

Alejandro Rojas-Marcos (Sevilla, 1940) es pura historia. A sus 83 años, mantiene la vitalidad que tenía cuando fue alcalde de Sevilla. O diputado en el Congreso. O parlamentario andaluz. O fundador del PA. O concejal en el ayuntamiento por el llamado 'tercio familiar' de las elecciones organizadas por el franquismo. O de aquel luchador contra el régimen desde el mundo universitario. Y ganaría en una carrera a buena parte de los lectores de esta entrevista, porque sigue en plena forma, y no es un decir. Acude a competiciones en Valencia, pronto irá a otra en Suecia, en disciplinas que van desde esquiar, empujar pesos, correr, nadar... "Esto es el canto de cisne". "A mi edad", dice, "que me queda poco para morirme, estoy en mi mejor momento". Hay que dudar la aseveración a pesar del DNI.

El que fuera alcalde, parlamentario... atiende a lavozdelsur.es en un céntrico hotel de Sevilla, hoy patrimonio de la fundación que lleva su nombre, que hasta hace dos años era la Fundación Alhambra. En este hotel Casas de El Arenal se produjeron las primeras reuniones, durante el franquismo, del germen del PSA. Era el despacho de abogados de su padre, que luego sería suya. Una casa que hoy recibe a turistas donde tantas cosas trascendentales para Andalucía se debatieron y prepararon. Donde Luis Uruñuela y Diego de los Santos compartieron tertulias políticas con Rojas-Marcos.

En esta entrevista, Rojas-Marcos ofrece muchas claves de la Transición andaluza. Una de ellas versa sobre cómo se fraguó la autonomía andaluza. Como si fuera una nota al pie, es bueno recordar que en el referéndum ganó el sí en todas las provincias. Sin embargo, para salir adelante el proceso según el artículo 151 (el de las llamadas nacionalidades históricas, la vía prevista inicialmente para Cataluña, País Vasco y Galicia por tener ya autonomía o estar en camino de tenerla durante la República), en cada provincia debía de votar más del 50% del censo a favor del sí. La abstención en Almería provocó que solo el 42% del censo votara a favor, frente a un exiguo 4% en contra. Para que saliera adelante la autonomía andaluza por la vía 'rápida' de la Constitución, hubo que negociar y dar por aceptable la autonomía andaluza a pesar del caso almeriense. En Jaén, además, ese sí fue también del 49,34% del censo. Pesó más que dos millones y medio de andaluces (el 55% del censo) votó que sí y solo 152.000 en contra.

¿En esta casa, hoy hotel, empezó la Transición andaluza?

Nunca antes había existido un grupo político de exclusiva obediencia andaluza. Porque Blas Infante no hizo propiamente dicho un grupo político. En el año 65 no había partidos. Yo había hecho política en la Universidad, pero vi que la política había que hacerla políticamente. Al dejar la universidad, en el 62, me pongo a buscar gente y hasta la primavera del 65 no encuentro a cuatro personas. Nos reunimos y empezamos a hablar de la Transición, es decir, de la democracia después de la dictadura.

"En la Junta Democrática me senté entre Carrillo y un terrateniente de Jerez"

Empezaron a hacerse la pregunta de la gente de la Transición.

Pero ellos empezaron más tarde. Aquí nació ese grupo soberanista andaluz, que no es la búsqueda de que Andalucía sea un estado soberano, sino que no dependa de nadie en Madrid. Un catedrático de mi carrera de Derecho, Cossío, un liberal, me llamó en el 68 para sentar a las fuerzas de la oposición. Empezamos a hablar con el PC, con el Partido Socialista, con Comisiones, y con este caballero. Luego a este grupo que empezó aquí nos invitaron a la Junta Democrática en París. Allí tuvimos muchas experiencias. Como que no aceptaban autonomía más que para Cataluña, Euskadi y Galicia. Y no querían más líderes que los de los partidos de ámbito nacional. Allí acabaron incorporándose independientes de toda ideología, desde líderes de partidos mayoritarios hasta partidos más pequeños o esos independientes. Yo estaba sentado entre Carrillo y un terrateniente de Jerez.

El PSOE, dice, no quería más que esas tres autonomías.

Eso era un problema de poder. Ni querían a la sociedad civil ni querían más autonomías, pero no por ideología o simpatías, sino por concentrar los grandes partidos el poder. Un dirigente del PSOE me dijo que con tres almorranas tenía bastante. No podían renunciar a Cataluña y Euskadi por el poder fáctico que tenían, eso, los grandes partidos, no lo podían controlar.

Rojas-Marcos, durante la entrevista.  MAURI BUHIGAS
De haberse dado de otro equilibrio de poder, quizás usted habría sido uno de los padres de la Constitución, como los catalanes sí lograron incorporar a uno de los suyos.

Había gente más cualificada que yo para eso. Te tenía que amparar un partido de los que habían triunfado. Y nosotros no lo hicimos.

"Hasta las primeras elecciones, pensábamos que íbamos a ser los socialistas andaluces. Nos equivocamos"

¿Cómo era aquel pre-PA que se fue creando en esta casa?

Nunca lo he llamado pre-PA, pero es una buena terminología, porque cuando usamos los nombres de aquella época, la gente se arma un lío. Nos reuníamos en un cuarto en la planta de arriba. Contamos a mi padre una mentirijilla, que íbamos a formar una librería. Tenía un tío que era general de caballería y un día le dijo a mi padre que la librería esa de su hijo era muy rara, porque cuando pasaba al lado de la sala siempre hoy "Franco". Efectivamente, aquí se creó Compromiso Político de Andalucía. Primero, con las reuniones del 65. Luego, le ponemos Alianza Socialista, después de pasar por la cárcel. Dimos un salto organizativo, ideológico, de todo tipo. Por entonces, el PSOE en Andalucía prácticamente no existía. Como dijo Ramón Tamames en los 100 años de la fundación del partido, habían estado 40 años de vacaciones. Luego, en las elecciones, tenían mucho dinero gracias a la socialdemocracia europea, a Willy Brandt, que era el padrino de Felipe. Hasta entonces, creímos que íbamos a ser los socialistas andaluces, pero nos equivocamos. Cuando llegó aquel dinero, no teníamos nada que hacer. 

Rojas-Marcos, retratado por MAURI BUHIGAS.
Antes de eso, fue concejal en el Ayuntamiento de Sevilla por unas elecciones organizadas en el franquismo del 'tercio familiar. ¿Cómo era aquel ayuntamiento?

Pues era franquismo puro y duro. Si lees los periódicos de entonces, te sorprenderías, claro, con las cosas que yo decía. Yo no había conocido más que la dictadura. Aquellas elecciones fueron simulacros de apertura, rendijas en la dictadura. Aunque controlaban las elecciones, nos colamos, igual que los dirigentes de Comisiones y del PCE. 

¿Alguna vez levantó el brazo?

Nunca, porque no era obligatorio. Cada pleno era un lío, pero era una forma de denunciar el sistema desde dentro.

"Los socialistas se reían de la bandera andaluza, me dijeron que era un traje de gitana"

Demos un salto en el tiempo. ¿Cómo ve el andalucismo actual?

Tiene una doble cara. Nuestra herencia es la de un partido inequívocamente de izquierdas y soberanista. Pero no por la independencia, como decía, sino independiente de un partido estatal. Tuvimos ofertas para unirnos al PCE, al PSOE, a la democracia cristiana... Llegamos a ser 13 partidos socialistas de Aragón, Valencia, Euskadi, Galicia... El nuestro es el único que quedó. Éramos de izquierdas, nada de centro izquierda. Ahora hay un intento, Adelante Andalucía, que al pelearse con Podemos en Madrid se cayeron del guindo y se hicieron andalucistas. Bienvenidos sean. Hay otro brote, Andalucía por Sí, cuyo líder es el alcalde de Coria, Modesto González, donde hay muchísima gente del anterior PA. Ese andalucismo aún no tiene fuerza. Nosotros estuvimos en el Parlamento Europeo, en el de España, en el andaluz y en el catalán, con cerca de 20 alcaldes, 300 concejales y 4.000 militantes. Todo eso es una cara. Pero hay otra, que es que los partidos españolistas en Andalucía llevan la A después del nombre. PSOE-A... PCA... El pueblo prefiere la copia al original. En la Mesa Democrática, cuando hablaba de Estatuto, autonomía y bandera, se reían de mí. Los socialistas me dijeron que la bandera era un traje de gitana. Nos despreciaban. Yo luego he oído a Javier Arenas y Manolo Chaves decir: "Yo soy andalucista". Para bien o para mal, esa es otra cara del andalucismo. Yo soy de izquierdas, pero mi objetivo es mi pueblo. Para Blas Infante, su lema era 'Ideal andaluz'. Para nosotros, los andalucistas de segunda generación, es 'Poder andaluz'. Pensar que el empoderamiento es solo cosa de los andalucistas de izquierdas es un error, porque luego el pueblo no vota otra cosa que lo que vota. Bienvenidos son los que dicen "soy andalucista". 

Rojas-Marcos, junto a la fuente que rememora la fundación del Partido Andalucista.  MAURI BUHIGAS
Ha hablado en alguna ocasión de la necesidad de un andalucismo de derechas.

Clavero lo intentó, y se equivocó tirando la toalla muy pronto. Es muy duro remar a contracorriente, como es duro para los partidos andalucistas actuales. Nosotros no nos hemos rendido nunca. En el PA íbamos a diez elecciones y perdíamos nueve. Hasta que vimos que surgían Podemos y Ciudadanos. Entonces pensamos que si no éramos buenos para la gente, que surja un andalucismo mejor que nosotros. Yo le he dicho a Juanma Moreno que se vaya del PP y monte un partido andalucista de derechas. O te federas para desfederarte cuando te toquen las narices. 

"Me da pena ver a los andaluces manifestarse solo con banderas de España"

Este viernes en que estamos realizando la entrevista, Pedro Sánchez está prometiendo la Constitución. Ve a Junts, a ERC, y... ¿qué siente? ¿Envidia, rechazo?

Hoy leo el periódico y veo a un sector diciendo que los otros han dado un golpe de Estado, y llaman a Sánchez "hijo de puta", que es una hecatombe. No quiero ni entrar en esa reacción de la derecha. Para la otra parte, todo son aplausos a la brillantez de Sánchez. Para unos, los otros son el demonio. Mala política es esa que cada uno, en vez de sacar su bandera, su programa, hablan del miedo. Me da pena. Aunque la política recurra a que el de enfrente es el demonio, eso no es política. Ya digo, sobre la derecha ni entro a hablar. Sobre la izquierda, bueno, si hay que aplaudir a Sánchez, le aplaudo... Pero, ¿a qué precio? No me parece ético. Y no hablo de la amnistía, que para mí no es una palabra demonizada. Yo vengo de dos amnistías. Nosotros amnistiamos los crímenes de sangre del franquismo, amnistiamos a los torturadores, a cambio de que nos amnistiaran los delitos políticos, los de propaganda y asociación ilícita. La amnistía es legítima. Pero es que el PSOE no habló de ella hasta que no ha necesitado los votos. Ha sido demasiado histriónico.

Por conveniencia.

La conveniencia puede ayudar, pero es que Pedro Sánchez dijo que no podría dormir si gobernaba con Pablo Iglesias, y luego fueron besos y abrazos. Pedro Sánchez ha tenido momentos éticos. Pudo decir que estaba con fiebre el día que su partido se abstuvo para apoyar a Rajoy. Entregó el escaño y se fue a convencer a las bases. Eso es ética, y estética. Ahora esto. No estoy en contra de Cataluña, pero es que se te caen los palos del sombrajo. Ha pactado con un huido de la Justicia. Ese hombre se merece mi respeto y un indulto si hace falta, pero darle un abrazo a un prófugo... Bueno, un abrazo, sonrisas, flores y un fajo de billetes. ¿Cuál es el coste del acuerdo? Una parte de esos 18.000 millones que entrega a Cataluña vienen de Andalucía. Me da pena ver que los andaluces se manifestaban solo con banderas de España. Salvo en Córdoba, donde también había banderas andaluzas. Y deberíamos tirarnos a la calle por los millones que han dado a Cataluña. Pedro Sánchez ha pagado el billete de vuelta de Cataluña, en parte, con dinero andaluz. 

Rojas-Marcos, sobre la bicicleta eléctrica con la que se mueve habitualmente por Sevilla.  MAURI BUHIGAS
Que al andaluz le importa más la amnistía que, por ejemplo, tener un corredor mediterráneo.

Más elemental que eso. Hablo de sanidad, enseñanza, paro, mil cosas. 40 años después de gobiernos del PSOE, seguimos a la misma distancia de los pueblos ricos de España y de Europa. Seguimos a la cola. Si esos 18.000 millones fueran un dinero que se les debiera a los catalanes, pero no, se coge en parte de Andalucía ¿Qué locura es esa? El mismo Franco se volcó con Cataluña y Euskadi. Nos quitaron los textiles y la siderurgia para dársela a ellos, al poder catalán y vasco. Porque hay un poder catalán y un poder vasco. Y no tengo nada contra ellos, ¡lo que tengo es envidia! Pura envidia de que no existe en mi tierra. Tú dices un proyecto de corredor. ¡Eso sería la pera limonera! Yo me quedo con el dinero para servicios públicos, lo mínimo. Me caliento un poco, demasiado.

Siguiendo con ese andalucismo, parece que hay un 'boom' cultural, hay camisetas de Lola Flores por las calles que hacen referencia a ese andalucismo, pero luego no se traslada a las instituciones.

Eso no es actual, es histórico. El PA murió asesinado políticamente por el PSOE. Yo he visto pintadas de "Rojas Marcos traidor" porque pactamos con Suárez el desbloqueo del 28F. Hace un año, Escuredo me llamó Judas. Eso, en boca de un desgraciado por la calle no hace daño. Pero en boca de un partido poderoso durante 40 años nos ha destruido. Todo porque pactamos con Suárez.

"El 4 de diciembre fue la verdadera fecha de la unidad de Andalucía"

Poniendo el oído en la calle, quizás llegó a la gente una cierta confusión por los pactos tanto con izquierda como con derecha en muchos municipios. Una idea sobre que no se sabía cuál era la ideología del PA.

No lo compartido, porque todos los partidos pactan con quien le da la gana. El PP puede pactar con Bildu en un ayuntamiento y llamarle luego ETA en Madrid. Yo he pactado con la derecha y con la izquierda en Sevilla, y siempre he tenido la misma ideología, he sido la misma persona. Pactaba un programa en cada momento. Cuando pactábamos con la izquierda, el PP nos llamaba marxistas, y cuando lo hacíamos con ellos, la izquierda nos llamaba señoritos. Cuando el único señorito andaluz era yo, por proceder de alta burguesía (ríe). Bromas aparte, no comparto eso. La política significa construir puentes. Como China, cuando pactó con Nixon para puentear a la Unión Soviética, nosotros votamos que sí a la investidura de Suárez a cambio de tener grupo propio en el Congreso. Que, gracias a aquello, se logró la autonomía. Carrillo sí quiso ayudarnos a tener grupo propio en el Congreso, porque había que modificar la legislación de entonces para que lo tuviéramos con cinco diputados. Un día comí con Felipe en Dos Hermanas y me dijo que ni muerto nos iba a ayudar a modificar la norma. Por tanto, apoyamos a Suárez, que además ni siquiera necesitaba nuestros votos para la investidura.

Cuénteme sobre el referéndum del 28-F.

Nosotros logramos con la UCD desbloquear el 28-F. Por entonces, el PSOE no quería autonomía. Pero sí quiso la foto de ponerle el pie encima a Adolfo Suárez. Entonces sí les interesaba el 28-F. Y gracias a aquello, llegaron a la Moncloa. Sin embargo, para nosotros, el 4-D es más importante, porque salieron a la calle todos los movimientos, hasta gente de Alianza Popular, a pesar de que Fraga en el último momento dijo que no acudieran a la manifestación porque quería una bandera española delante y nosotros dijimos que no. Por todo eso, en 40 años al PSOE no le ha interesado el 4 de diciembre, porque era el día de la unidad, y sí ahora al PP.

"Juanma Moreno es muy abierto y nada sectario"

Le voy a dar una lista de nombres y le pido que me diga lo que opina o lo que se le viene a la cabeza en una o dos frases. Empiezo. Juanma Moreno.

Lo he conocido por casualidad hace un año y es un hombre muy abierto. No es nada sectario. Evidentemente, es un españolista de derechas y yo un andalucista de izquierdas. Cada uno en sitio, pero encantado cuando le conocí.

Susana Díaz.

No la conozco y no puedo opinar, pero sí le doy un 'cosqui'. Jugó a la intriga y al antisanchismo con métodos inadmisibles, y eso no es correcto en política. 

José Luis Sanz.

Lo conozco muy poco, no puedo opinar.

¿Tiene rumbo Sevilla?

Bueno, es que acaba de llegar el hombre. Yo he estado con él y ha sido muy amable. La relación es muy correcta. Dicen que ha sido un extraordinario alcalde de Tomares. No tengo ni idea qué va a hacer en Sevilla.

¿Qué haría usted si fuera alcalde?

Desde que dejé cargos políticos, jamás he querido opinar de quien viene detrás. Todo lo contrario que Felipe González, todo el día dando lecciones.

Felipe González, otro nombre que le quería dar. Usted dice que no ayudó al andalucismo, aunque entiendo que le da mérito por el AVE.

Y por la Expo. No se le ocurrió a él, porque la idea fue de Luis Uruñuela y del emérito, el rey de aquel tiempo. Felipe fue un estadista, pero ahora ha perdido los papeles. ¿Cómo puede andar diciendo las cosas que dice? Eso se habla en el seno del partido, si es que quiere ayudar. Está haciendo un papelón, dice mucho y malo de él. Todo colectivo, desde las órdenes religiosas hasta la mafia, tienen reglas del juego, y él se las salta. No es ético ni estético.

"Pedro Pacheco me hizo mucho daño, pero le hicieron un daño injusto y se me olvidó todo"

Carles Puigdemont.

Le ha tocado la lotería. Y el premio de la ONCE. Pura chamba. Y ojo, es de derechas, como el PNV. Vamos a ver qué pasa, porque esos dos partidos son capaces de permitir un impuesto a grandes empresas, a todas, menos en Cataluña y Euskadi. Ojo con la letra pequeña de los pactos, que yo no he visto a un partido de derechas apretar las clavijas a los poderosos económicamente.

Pedro Pacheco. 

Un gran alcalde, un gran amigo mío. Me hizo mucho daño en un momento dado, pero la política le ha hecho un daño injusto y trato tremendo en la cárcel. Se me olvidó todo y es mi amigo y compañero. Me invitó a Jerez y nos bebimos no sé cuántas botellas de vino. En primavera, cada año, nos reunimos los andalucistas, comemos juntos unos que se echaron del partido unos a otros. Eso no pasa en otros partidos. Cuando hablamos, recordamos lo que pasó, y me dijo con la gracia que tiene que es que claro que me tiraba piedras, "normal, ¿qué íbamos a hacer si ibas 10 kilómetros por delante?".

Teresa Rodríguez.

Una gran política, con una capacidad de evolución impresionante. He hablado horas con ella y pensé que hablaba con una andalucista de toda la vida. Y eso que se cayó del guindo cuando se enfrentó con Podemos en Madrid. Es una gran líder. Y la he oído hablar bien de Juanma Moreno, y a Juanma Moreno hablar bien de Teresa Rodríguez. Esa es la política en la que creo.

Entonces, no son tan malos los políticos de ahora, ¿no?

Bueno, hay de todo. He pasado revista a algunos que no.