cms-image-000007009.jpg
cms-image-000007009.jpg

Lo nuevo son varias cosas que transcurren a la vez: cambio, fin de Régimen y algo aún posible de ser percibido como ruptura, todo ello mezclado con su posible aplazamiento.

Describir lo nuevo cuesta un huevo. Tal vez porque todo lo nuevo se describe desde la experiencia vivida. Es decir, desde lo viejo. El primer europeo que describió un rinoceronte, por ejemplo, describió ese animal a partir de dos objetos vividos. Un unicornio y una armadura. La descripción resultante tenía razón. Y, a la vez, no la tenía en absoluto. En CTXT, así, llevamos dos años describiendo la nueva política, esa mezcla de unicornio y armadura. Igual conviene retroceder dos pasos y ver cómo nos está saliendo el croquis.

1-- Cuando CTXT vió la luz, existían dos polos de ruptura. El Procés y el post-15M. ¿Es eso lo nuevo? Se diría que no y no todo. El Procés, hasta la fecha, y desde que lo acogió un Govern en su seno, en 2012, es, vamos, un objeto propagandístico gubernamental, constatado más en la prensa —la prensa local tiende a constatar todo lo que le diga un gobierno, y poco o nada de lo que le diga la sociedad— que en la realidad. Lo que indica, snif y ojo al dato, que en la cultura política española siempre será posible, si no hay cambios culturales, repetir la Transición en un plis-plas. Es decir, un proceso de reforma modulado, aplazado, verbalizado y mitificado por un gobierno. El Procés, me temo, sólo ha aportado una novedad política. Procesos por lo penal emitidos por el Estado. Un indicio que, quizás, ilustra más, glups, la deriva del Estado que la del Procés, que tanto se ha esforzado en no desobedecer.

2-- No obstante, el Procés ha aportado un objeto nuevo, a tener en cuenta, cargado de futuro e inquietante, en tanto es inquietante un proceso político que no emite políticas en la dirección anunciada. Se trata de la ANC —Assemblea Nacional Catalana—, una asociación que vincula —importante: sentimentalmente— una parte de la sociedad con un Govern. Y lo hace con efectividad. La ANC es un objeto tan exitoso --permite percibir como obra un Procés sin obra--, que por narices seguirá existiendo, bajo otro nombre o en otro territorio, tras el pufo de Procés. Es posible que, de alguna manera, se exporte. En posdemocracia, en posverdad —definición de posverdad, por cierto: es el uso gubernamental de la propaganda y la mentira de toda la vida, pero en una época en la que ya no es la primera vez que pasa y nadie se lo cree; la posverdad es, por tanto, el uso tácito de un engaño consciente y ritual—, instituciones como la ANC son fatales en el sur de Europa si se quiere movilizar a la sociedad en torno de un gobierno. Será necesario movilizarla, me temo, en caso de reforma consti mangui. Si sólo se quiere que voten a ese gobierno, estas nuevas instituciones populistas son prescindibles. Basta con la propaganda local.

Es singular que el grupo dirigente de Podemos, que en otras zonas del Estado ha agrupado a amplias capas del post-15M, en Madrid no parta del 15M, sino de dinámicas políticas que fueron insensibles a éste

3-- Lo que se ha llamado nueva política, y cambiamos de tercio, no acaba de tener un cuerpo definido, por lo que igual no ha accedido a su cuerpo definitivo. La radicalización de nuevas fases de crisis por venir acabará por crear nuevas formas de lo nuevo, se supone. Existen, en todo caso, varios polos de lo nuevo —Els Comuns en Catalunya, En Marea en Galicia, Podemos en otros topos—. Poco homogéneos. Podemos, a su vez, no es homogéneo en absoluto. Podemos parece ser el núcleo de lo nuevo. Pero, a su vez, hay chorrocientos Podemos —algunos, como en Catalunya o Andalucía, muy matizados—, lastrados, se diría, por la marca Madrileña, que es la más original de todas. Original significa singular. Así, es singular que el grupo dirigente que en otras zonas del Estado ha agrupado a amplias capas del post-15M, en Madrid no parta del 15M, sino de dinámicas políticas que fueron insensibles al 15M, relacionadas con el comunismo clásico y el poscomunismo, otro, me temo, clásico. Ese poso ideológico y, más aún, esa forma de discutir y de relacionarse con el partido y el militante, ha supuesto la erosión de una de las posibilidades políticas más prometedoras de los últimos tiempos, a través de discusiones y teorías antiguas o geográficamente lejanas, y con poco que ver, diría, con la casilla de salida del fin de Régimen, no prevista por ninguna ideología.

4-- Parece ser que lo nuevo ha funcionado mejor en instituciones políticas que en parlamentos. En los parlamentos —entre ellos, el Congreso—, no ha sido determinante para crear nuevas dinámicas y hacer juerga de las viejas, ya muertas. En las instituciones que gobierna —ayuntamientos—, es perceptible una amplitud de posicionamientos pero, a la vez, cierta adaptación al tempo de la institución. Los cambios a realizar desde la instancia municipal en una crisis de Régimen conviven, por tanto, con otra función que no se esperaba. Gobernar. Por lo visto, no es lo mismo una cosa que otra. O no es percibida como tal por los protagonistas de los nuevos gobiernos.

Los cambios a realizar desde la instancia municipal en una crisis de Régimen conviven, por tanto, con otra función que no se esperaba. Gobernar

5-- Sea por eso, o no, lo nuevo ha sufrido cierta moderación en los dos últimos años. Los puntos consensuados en el 15M y el post-15M —derecho a autodeterminación, implantación y ampliación de derechos, renta básica, impago de deuda, reforma de la justicia posfranquista, ampliación de la democracia y uso de la democracia directa— parece ser que, en conjunto y unos más que otros, no son percibidos ya en su urgencia original.

6-- Se diría que lo nuevo ha descubierto, también y en su crudeza, que la instancia del conflicto no es española. Es europea. Lo único que transcurre en España es una crisis de Régimen. Sí, es una crisis democrática, social y económica. Pero los grandes tramos de esa crisis transcurren en Europa, un artefacto seriamente herido y al que lo nuevo no sabe cómo hincarle el diente. ¿Cómo diablos se le hinca el diente? ¿Se ha de ser Estado? ¿Se han de ganar las legislativas de varios Estados para ello? ¿Quiénes son los cómplices de lo nuevo para ello en Europa? ¿La socialdemocracia, allí donde ha quedado algo de ella?

Una característica de lo nuevo es su dificultad para comunicar. Carece de medios. Algo importante en una cultura en la que los medios “se poseen”

7-- Una característica de lo nuevo es su dificultad para comunicar. Carece de medios. Algo importante en una cultura en la que los medios “se poseen”, en la que un partido sabe cuáles son sus medios, y los utiliza. Tan ricamente. Eso ha provocado catástrofes comunicativas en Madrid —ayuntamiento—, en Cádiz —ayuntamiento— y en Podemos madrileño, que han pasado momentos de singular acoso por parte de medios papel/IBEX. Diría que, hasta ahora, la cosa ha quedado más mitigada en Barcelona. Los medios, públicos y concertados, en Barcelona, no pueden realizar dos batallas a la vez. Y ya la están haciendo por el Procés, por lo que no han podido ocuparse, como les pide el cuerpo, del Ajuntament. Por otra parte, parece ser que el Ajuntament ha velado por crear su propia red de información, sostenida en las redes. No creo que sea suficiente cuando vayan a por ellos. Sorprende, en todo caso, el pago en los nuevos ayuntamientos, vía publicidad, a los viejos medios, y en las cantidades publicadas. Puede ser una táctica política para elidir conflictos. Pero esa táctica ya existía y moduló una cultura asfixiante. 

8-- Lo nuevo, parece ser a su vez, está más matizado en Barcelona. Cabe preguntarse por qué. No vienen de ningún partido, sino que los partidos han ido a él. Lo nuevo, en fin, ha ejercido liderazgo frente a los partidos. Aun gobernando en minoría, poseen un criterio común. Parece ser que verbalizan y tienen un discurso ante su institucionalización. 

9-- No obstante, el acceso al poder municipal ha supuesto cierta lejanía de lo nuevo respecto de los nuevos medios. Sea como sea, la relación de la nueva prensa con lo nuevo no sólo no es fluida, sino escasa y de difícil disposición. Como Podemos Madrid, se diría, parecen más preocupados por mantener viejos contactos con lo viejo, que por crear nuevas dinámicas. Son perceptibles en lo nuevo ciertas dinámicas, ya vividas por los partidos de izquierdas en los 70's. Por una parte —más en el ámbito municipal—, el vaciado de movimientos, para realizar obra institucional. Y, por otra, la desconfianza ante las críticas. Sería deseable una nueva cultura entre el crítico y el criticado, entre el controlado y el controlador, entre el poder y la sociedad y la prensa, que estableciera más matices que el amor y el odio, el sentimiento de éxito y el de estafa, el de conmigo y el contra mí, el encantamiento y el desencanto. El establecimiento de esa relación será la prueba del algodón de que la revolución democrática iniciada en 2011 sigue existiendo tras el acceso a —cualquier nivel de— poder.

10-- Lo nuevo son varias cosas que transcurren a la vez. Cambio, fin de Régimen y algo aún posible de ser percibido como ruptura, todo ello mezclado con su posible aplazamiento, con el nacimiento de nuevos partidos, de nuevos líderes y de una nueva clase política. No creo que todo ello sea posible explicarlo a través de los viejos medios. También creo que, si no lo explicamos, seremos viejos medios. Si se penaliza la explicación, los nuevos partidos serán, definitivamente, viejos.

Pincha aquí para ir al enlace original de esta pieza.

Sobre el autor:

Paco_Sanchez_Mugica.jpg.200x200_q100_box-190,0,950,760_crop_detail

Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído