Bernardo Lora es un joven gaditano que ha trasladado su tienda de ropa 'vintage' al centro del municipio jerezano para así llegar al doble de público y evitar a la competencia de un sector que está en auge.

Bernardo Lora está exhausto desde que inaugurase su tienda Tucan Vintage, ubicada en pleno centro de Jerez (calle Santa María), en el arranque de las rebajas de verano. La capital queda cerca, pero entre el jaleo de la apertura, ha preferido adecuarse una cama en la planta de arriba de su negocio para ahorrar gastos. "No he parado". A día de hoy su tienda es casi su casa y duerme entre sudaderas y chaquetas de segunda mano. En palabras de The Beatles: “It’s been a long cold lonely winter, little darling. Here comes the sun and it’s alright (Ha sido un largo, frío y solitario invierno, cariño. Ya llega el sol y eso está bien)”. Con dos sillones de ante, un vinilo, percheros, burras y unas tablas de madera, este gaditano se las ha aviado para, con 24 años, reinventarse y abrir una nueva tienda de estilo retro en la provincia. Después de sufrir un robo —donde perdió 3.000 euros en material, portátil y caja incluida— en un almacén retirado que tenía abierto al público en Cádiz, decidió trasladarse a la localidad vecina. “Jerez tiene el doble de habitantes y está más cerca de los demás municipios. Aquí estoy en el centro y sin apenas competencia”, expresa con los ojos gastados. 

No ha estudiado diseño, moda, ni empresariales. Es más, Bernardo desconocía su sangre emprendedora hasta que, hace justo un año, un amigo le introdujo la idea de vender ropa vintage por internet. Al más puro estilo Nasty Gal, se hizo con varias prendas —camisas hawaianas por aquí, camisetas de la NFL por allá—, y a vender a través de Instagram, su primer escaparate. Lo vintage vuelve a estar de moda, pero parece que eso de comercializar estas prendas por eBay quedó algo anticuado. Al principio, Bernardo empezó vendiendo sus marcas desde casa. No obstante, sus clientes empezaron a reclamarle un espacio físico y como dice él: "Tenía que crecer".

A caballo entre Inglaterra, Madrid y Cádiz, este joven ha ido dando vueltas y ahorrando a base de las ofertas laborales que le iban surgiendo. Ha trabajado como friegaplatos, comercial, dependiente o en la plantilla del almacén eléctrico que tiene su padre en su tierra natal. Cursó un grado medio de Electricidad y otro de Electricidad Aeronáutica nada más terminar Secundaria, pero por herencia familiar, no porque el cableado y la corriente le entusiasmaran. Tampoco es que la ropa fuera su fuerte, pero cuenta que siempre ha buscado la exclusividad a la hora de vestir. “Me rallo cuando veo a cuatro personas con mi misma ropa”. Y, ante todo, confiesa que lo suyo no es la moda vintage. “Yo vestía surfero, pero lo llevaba a mi rollo. Nunca he tenido un estilo definido”.

A él todo le ha venido, más bien, rodado. "Mucho trabajo, ¡eh!", incide. Pero se ha ido adecuando a las circunstancias y se ha dedicado de lleno a lo que se le metía entre ceja y ceja. Lleva un año con el tucán a cuestas, y asegura que si le sale mal, buscará otra alternativa. Pero siempre se ha sentido apoyado por su familia y por sus amigos, el pilar creativo que le ha abierto el camino para crear su propio negocio. "Cuando empecé con esto éramos dos y el logo era un koala con camisa hawaiana, lo que pasa es que mi amigo se desvinculó al mes, por agosto de 2016, por lo que tuve que cambiar de imagen. Fue en una quedada con amigos donde surgió la idea de pintar un tucán, de nuevo, con camisa hawaiana". Este joven gaditano admite que "no conocía nada de Jerez", pero que le llegaban muchísimos clientes de la campiña jerezana. Para él, tener una tienda física es clave. Si antes el 90% de las ventas eran a través de internet, ahora las cifras se igualan un poco. Pero su actividad no acaba ahí. Con tan solo un año de experiencia en el sector textil, Bernardo ha conseguido crear también sus propios diseños de chaquetas y camisetas —muy coloridas y psicodélicas—. Mientras informa sobre ello, saca su teléfono —con una simpática carcasa de Willy Wonka—, y muestra algunas imágenes publicadas en Instagram, donde el grupo Natos y Waor sale vestido con ropa de su marca o que él mismo ha diseñado. "Hace poco estuve de gira con el Shotta, vendiendo camisetas que hice yo mismo", comenta. "Y también he trabajado para su hermano, Toteking", agrega. Además, desde hace unos meses, Tucan Vintage se encuentra en la tienda online ASOS, web que contactó con él para incluir su boutique entre las firmas del portal de moda. 

En su establecimiento, Bernardo oferta camisas con estampados florales, lisas y muy llamativas; camisetas, sudaderas y vaqueros de primeras marcas que son de segunda mano; camisetas de una firma madrileña llamada Sweet Mamma o Space Banana, una marca joven de El Puerto; faldas vintage, ropa sport y camisetas de fútbol americano y de ligas europeas. Y por otro lado anuncia que en breve tendrá bañadores y unas deportivas originales y 100% made in Spain de la firma Primo Larry. Entrar en Tucan Vintage es hacer un viaje en el tiempo hacia los 70 y 90, con The Beatles y Pink Floyd de fondo o Freddie Mercury barriendo mientras canta: "God knows, I want to break free (Dios sabe, que quiero ser libre)".

Tucan Vintage se encuentra en calle Santa María, 3, en Jerez. Y el horario de apertura es, de 10:30 a 14:30 horas y de 17:30 a 21:30 horas, de lunes a viernes. Y de 11:00 a 14:30 horas los sábados. tucanvintageshop, en Instagram. 

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Claudia González Romero

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