Un joven empresario crea una marca que refleja la idiosincrasia de Cádiz y sus tradiciones más arraigadas: "Esto no es hacer un dibujo, requiere de un estudio de mercado complejo".
La plaza Mina por la tarde con niños correteando, palomas que vuelan, cafés que se beben y conversaciones que saben a risa. Y en medio de todo ello, un gaditano con una idea, un proyecto, una oportunidad que defiende con alegría y con un age que le imprime un plus genuino a un desarrollador de productos. Mario Mangano, creador de Ingeniero con Age, respira ilusión por los poros de su joven piel. Ingeniero en desarrollo de productos y en Mecánica, el gaditano tiene claro cómo vender la idea que ahora le tiene gran parte del día ocupado. Y es que para este trabajador de Airbus, las ganas por ver sus productos en las manos de la gente es más que una motivación para emprender.
La marca Ingeniero con Age es una ocurrencia suya que nació en el seno universitario y que, tras ser compartido por familiares y amigos, decidió desarrollar una línea de productos al estilo de Mr. Wonderful, “pero gaditanizados” y “todo con Age”.“Siempre mantengo el apellido con Age”, comenta el joven. Tazas, fundas de móviles, botellas de acero, entre otra grama de productos son serigrafiados con diseños que realiza el equipo de Mangano, con Arancha Puyana e Inmaculada Bueno como ilustradoras, así como la inestimable colaboración de Laura Álvarez como creadora de la página web.
La idea parte de esos productos con mensaje que tanto éxito están teniendo, pero con esa pizca de arte –age, en Cádiz se dice age- de la expresiones gaditanas. Unos pimientos fritos en la playa, bajo la leyenda “estoy frito”, unas sombrillas temblorosas con el lema “Levante is coming” o el más popular, según su creador, la máxima expresión del “horquillaso” (una horquilla de los cargadores rompiendo unos adoquines del casco antiguo de Cádiz), que lo mete de lleno en el mundo cofrade y gadita. También posee diseños en los que ha utilizado su propia figura y confiesa con cierta gracia que lo que más le impresiona “es que las tazas que más se venden son las que tiene mi cara diseñada”.
Ahora mismo se halla en el proceso de buscar proveedores para ver el que se adecúa más a las posibilidades “probando la calidad que queremos, pero también el precio, como es normal”. Desde que está compatibilizando sus jornada laboral, reconoce que le está costando sacar las cosas adelantes porque “esto no es hacer un dibujo y subirlo, sino que requiere un estudio del mercado complejo”. Precisamente por esto, se excusa el emprendedor, no ha podido lanzar los productos veraniegos antes de la época estival, sino durante. No obstante, no está invirtiendo mucho porque porque no puede “tirar la casa por la ventana”, pero sí, como el mismo dice, “luchar por lo mío para sacarlo adelante poco a poco”.
Trabajan en paralelo la creación de un personaje que refleje ese arte gaditano –age- y también expresiones típicas “de Cadi, Cadi”, aunque reconoce que él no se cierra las puertas y está dispuesto a traspasar fronteras si se diera la oportunidad. Sobre el Cádiz CF trabajan en el planteamiento de un proyecto de productos para presentárselos al club y esperar a ver si tienen éxito, siempre manteniendo el “con Age”, que es el sello que le identifica.
Cómo no, el Carnaval estará muy presente en sus productos, “de una manera más elaborada buscaremos frases que han quedado para la posteridad”. Pero no solo se queda en la parte física, sino que Mario utiliza maneja con maestría las redes sociales haciendo las labores de Community Manager, amén de su propia marca, de varias agrupaciones de Carnaval. “Mi coro de los Estudiantes, la chirigota del Vera Luque o la comparsa del Tino me han dado la confianza para llevar sus redes”, demostrando con esto que “son trabajos de profesionales”, aunque sea Carnaval.
“La masa social que mueven los grupos es impresionante, en Cádiz no somos conscientes de ello, sino ya estaríamos explotándolo como es debido”, comenta Mangano sobre la repercusión que tiene la fiesta gaditana. “Vamos a sacar unos cuadernos con la marca de la comparsa de Tino Tovar y estamos pensando –aunque es más complejo- sacar adelante una agenda de cara al próximo año”, resalta el creador de una idea que espera llegar lejos.
En este sentido, Mangano tiene puestas sus aspiraciones en este asunto, por el comentado “tirón” que tienen tanto los grupos como el Carnaval en general. “La gente va a un concierto de El Barrio y se compra la mascota, por qué no se va a comprar los productos de una comparsa”, sabiendo que para cierto público “es su agrupación favorita”. “El Carnaval es un punto muy fuerte de venta y como gaditanos que somos debemos ponerlo en valor”, esgrime el joven empresario.
A pesar de su juventud acumula experiencia en el mundo carnavalesco y eso le ha hecho recapacitar sobre lo que significa esta fiesta que mueve tanta masa social, pero que también tiene mucho esfuerzo detrás. “Después de estar todo el día trabajando te metes en un cuarto a ensayar y a seguir trabajando duro”, sostiene entendiendo que “es lícito que le pongamos precio a las cosas y que nos queramos lucrar”. “Lo primero es dignificar la fiesta y luego industrializarla”, porque “tiene muchas salidas”.
Con independencia de lo que pueda gustar el producto y la intención, la forma de venderlo por parte del empresario es fundamental. Y este caso ya tiene mucho ganado este ingeniero que sabe que, su propia forma de ser, es un plus a la hora de ofrecer su iniciativa. Aunque, de momento, mantiene su humildad poniéndose contento cuando ve a alguien por la calle “con una funda de móvil de Ingeniero con Age”, sabiendo que las cosas de palacio van despacio, “no creo que Mr. Wonderful empezara vendiendo en El Corte Inglés, sino que lo haría con sus colegas y su familia”. Hasta para eso, hay que ser un emprendedor “con Age”.
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