El "deseo concedido" de una artesana argentina en Cádiz: 'fan art' de Harry Potter o Dalí en miniatura

Adriana Siri fabrica con arcilla polimérica figuras inspiradas en personajes de series y películas con los que crea marcapáginas, pendientes o colgantes desde su puesto en la plaza San Juan de Dios

Adriana Siri, artesana argentina que trabaja con arcilla polimérica en la plaza San Juan de Dios en Cádiz.
Adriana Siri, artesana argentina que trabaja con arcilla polimérica en la plaza San Juan de Dios en Cádiz. MANU GARCÍA

Primera hora de la mañana en Cádiz. La capital despierta con molletes de jamón, idas y venidas de autobuses y artesanos. En la plaza San Juan de Dios, centro neurálgico para creadores, una mujer prepara su puesto. La argentina Adriana Siri, de 52 años, coloca pendientes, colgantes y marcapáginas sobre una mesa que, en unos minutos estará repleta de figuras realizadas con arcilla polimérica.

“Me encantan las miniaturas”, dice mientras saca de una bolsa más libretas y broches. Por circunstancias de la vida, Adriana, natural de Buenos Aires, aterrizó hace 22 años en la Tacita de Plata, donde se empapó de un trabajo manual con el que disfruta. Dejó su puesto de funcionaria del gobierno argentino y se dedicó en cuerpo y alma al arte. “Conocí la arcilla polimérica a través de unos amigos artesanos. Siempre pintaba cuadros y camisetas y necesitaba desarrollar esta parte creativa”, comenta a lavozdelsur.es.

Detalle de una taza con bruja realizada con arcilla polimérica.
Detalle de una taza con bruja realizada con arcilla polimérica.  MANU GARCÍA

En 2014 fue la primera vez que este material acabó en sus manos. Un descubrimiento que al principio no terminaba de dominar. “Probé con una amiga y nos salió un churro, pero seguí, probé y me encantó”, explica. Desde entonces, Adriana, de talante risueño, comenzó a investigar y, a base de ensayo y error logró hacer realidad los personajes que pasaban por su mente.

Pronto, mostró su trabajo en Etsy —plataforma online escaparate para artesanos—y llamó la atención del público. Le llegaron tantos pedidos que, en 2016, decidió crear su propia marca. Tras viajar a Italia para formarse con cursos, creó una página web y empezó a escribir la primera página de su propio cuento. Así nació Deseo concedido, su un proyecto que ya lleva seis años brillando.

"Adoro compartir ese momento"

“Al principio me hacían muchos encargos personalizados y me gustaba la idea de conceder esos pequeños deseos de alguna manera”, explica con una sonrisa la artesana que posee la doble nacionalidad, argentina y española. Hacía “mini yos” fijándose en las fotos que les mandaban hasta que comenzó a impartir cursos de arcilla polimérica dentro y fuera de España. “Me di cuenta de que adoro compartir ese momento con gente que también lo aprecia”, dice la autónoma, que pronto se desplazará a Barcelona, Tenerife e Italia, donde participa en una exposición.

Adriana coloca sus piezas en el puesto ubicado frente al Ayuntamiento de Cádiz.
Adriana coloca sus piezas en el puesto ubicado frente al Ayuntamiento de Cádiz.   MANU GARCÍA

Adriana no puede contener su entusiasmo. Se siente afortunada por poder dedicarse a lo que le gusta, y agradecida por la acogida que tiene. En la zona, es la única que trabaja con este material de forma profesional, aunque conoce a otras compañeras que lo hacen como hobby o a pequeña escala.

Cuando empezó con las clases, optó por dar un giro a su propuesta. “El trabajo personalizado me lleva más tiempo que hacer lo que tengo en la cabeza. Ahora mismo ya no hago tanto esos deseos concedidos”, comenta Adriana, que ahora los reserva para ocasiones especiales como bodas o comuniones.

Desde su puesto, ubicado en el Mercado de Cruceros a partir de las 10.00 horas, ofrece fan art, es decir, obras de arte inspiradas en personajes y universos del mundo del cine o la literatura. “A Alicia me la se de memoria”, expresa señalando la cara de la niña que explora el país de las maravillas.

Marcapáginas de varios personajes.
Marcapáginas de varios personajes.    MANU GARCÍA

Sus pequeñas piezas reposan en el puesto, primero en el paseo marítimo en verano, y después, en un localización actual, más cercana al edificio del Ayuntamiento. “Tenemos la suerte de estar en una zona privilegiada, por aquí pasa todo el mundo” dice. Sobre todo, la oleada de cruceristas que se bajan de los barcos en la acera de enfrente. Muchos de ellos no pueden continuar si asomar la cabeza para matar su curiosidad.

"Son mi versión"

Allí encuentran personajes que les resultan familiares como Jack Sparrow, Eintein, Hermione Granger o Bob Esponja. “Son mi versión de personajes, algunos conocidos y otros inventados”, dice frente a una amplia variedad de pendientes desiguales, uno formado por la cara del personaje y, otro, por un elemento vinculado. Por ejemplo, Dalí y su reloj derretido, Elsa con un copo de nieve o Blancanieves con su manzana.

Adriana durante la entrevista.
Adriana durante la entrevista.    MANU GARCÍA

Adriana crea a diario sirenas, brujas, hadas y protagonistas de películas en el taller de su casa. Desde “un rinconcito de una mesa inmensa”, da rienda suelta a su instinto creativo acompañada de series o música de fondo. Allí, sobre una superficie de cristal, manipula la arcilla compuesta de polímeros a su antojo. Algo que también hace en el propio puesto o “cuando voy en el avión”.

Una vez que ha modelado la pieza, la introduce en un horno doméstico “el tiempo que indique la marca de arcilla que estés utilizando, normalmente una media hora, y a entre 110 y 130 grados”. Según explica, este paso hace que la arcilla se quede dura, con consistencia, y, además, es resistente al agua.

Con solo acercarse a las figuras se puede apreciar que la Adriana cuida los detalles al milímetro e, incluso las pestañas y las cejas están elaboradas con el mismo material. Aunque parezcan dibujados, ella no usa pinceles. “No utilizo pintura, las caras están compuestas por pedacitos muy pequeños de arcilla”, dice colocando un ojo a una cabeza diminuta.

La argentina coloca un ojo hecho con arcilla polimérica.
La artesana coloca un ojo hecho con arcilla polimérica.   MANU GARCÍA

 

A continuación muestra varios tipos de arcilla de colores. “Esta es la materia prima”, comenta la artesana, que suele mezclarlas para crear distintas tonalidades. Además, añade maquillaje en polvo a los pómulos de las caras para darle un toque de realidad.

Durante el proceso de creación, aunque las manos sean su principal herramienta, usa otros utensilios como una lupa, una cuchilla, un buril o “esta que me fabriqué para hacer las bocas”. También lleva elementos usados en las clínicas dentales o en los salones de manicura y pedicura. “El mundo de las uñas tiene mucha decoración que me sirve y permite hornearse”, confiesa.

Arcilla polimérica utilizada por Adriana para hacer las figuras.
Arcilla polimérica utilizada por Adriana para hacer las figuras.   MANU GARCÍA
Figura de Elsa, una de las creaciones de Deseo concedido.
Figura de Elsa, una de las creaciones de la artesana.    MANU GARCÍA

Con la práctica, cada vez tarda menos en hacerlas, aunque no puede calcularlo porque su modus operandi consiste en crear varias cabezas a la vez. Sin soltar una figura de Elsa, Adriana asegura que a las personas les gusta ver cómo se realizan. Por eso, publica en sus redes sociales el making off de sus brujas y sirenas.

“A la gente le atrae verlo, algunos de los videos se han hecho virales y en TikTok funcionan muy bien”, explica la argentina que valora la visibilidad que le aportan las redes sociales de cara a las ventas. Muchas personas le encargan pedido por internet, y no solo de Cádiz sino de todo el mundo. “El otro día hice un envío a la Guayana Francesa, no sabía ni dónde estaba, lo tuve que buscar en el mapa”, dice sorprendida. Su deseo ya está concedido.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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