El centro Dental Familiar nació hace 15 años en Chiclana como reivindicación de un grupo de personas para ofrecer soluciones adaptadas, tratando a sus pacientes como familia, como ha sido siempre en las clínicas de toda la vida. Nada de pensar en números, ofreciendo una respuesta que nada tiene que ver con la realidad de las franquicias, un sector que va encadenando cierres después de haber vendido la salud dental como si fuera comida rápida. Así abrieron también, con ese éxito, otra clínica en Cádiz-
"Tenemos claro que somos como una familia, desde el paciente hasta todos los que estamos aquí juntos", explican desde la clínica. Son Miguel, Anabel, Noelia, Alicia, Jorge, Ana. "Antes del coronavirus, nos daban un beso al vernos. Parece una tontería, pero esa es la relación que hemos tenido siempre, que significa mucho".
Para la apertura tras el confinamiento, están cumpliendo con todas las medidas de seguridad y con mucha responsabilidad, explican, "porque todo esto hay que tomarlo para que no se contagie nadie y no nos contagiemos nosotros mismos". Así, desde este pasado mes trabajan con la misma filosofía de siempre, que es diferente a la de otros muchos centros dentales.
"Si tienes unas necesidades concretas, cuando te compras un coche no vas directamente a lo mejor a por un Mercedes. Puede valerte con un coche adaptado a lo que necesitas. Con la boca pasa lo mismo. Lo importante es tener una boca sana. En otras clínicas te ofrecen implantes y solo implantes, pero si no puedes pagarlos, nosotros ofrecemos soluciones adaptadas. Quizás con una prótesis puedes irte muy feliz, que es lo que nosotros queremos para nuestros pacientes", explican.
Uno de los sillones de trabajo del centro Dental Familiar.
Eso implica abordar los problemas dentales desde una óptica más práctica. "Nuestro nombre no es un nombre al azar. Es Dental Familiar porque queremos hacer ver que es el trato que damos, esas soluciones adaptadas. Nos sentamos a ver cómo lo hacemos, y con una financiación que les permita realizar el tratamiento. Si necesitas, por ejemplo, solo una extracción, no te decimos que te hagas cuatro, esa es la diferencia, porque lo que queremos es que estés contento cuando termines".
En cierto sentido, reconocen que los tratamientos son similares, ningún método revolucionario, ninguna reinvención de la ciencia. La salud bucal se consigue con métodos y materiales iguales para todos. "Nosotros en su día preferimos optar por ir todos juntos y ganar simplemente un poco menos, porque lo importante es que confíen en nosotros, y estamos ahí para ver los problemas de la gente y responder, que se vayan a gusto. Nos preguntan por qué tenemos precios más bajos, pero la pregunta que hacemos nosotros es por qué en otros lugares te quieren cobrar más caro, no tiene sentido".
Así, animan a que cualquier persona, tenga el problema dental que tenga, que consulte las posibilidades que tiene. Una solución adaptada implica realizar efectivamente ese tratamiento justo, nada de tratar de incrementar la factura innecesariamente. "Ves cómo había gente que se tapaba la boca para reír, o que se dejaba bigote, y que no podía pagarse implantes. Hace unos días vino una mujer a la que le pusimos una prótesis y acabamos llorando de alegría por cómo nos decía que era la boca que tenía de joven. Ese tratamiento es 10 veces más barato, y es lo que ella necesitaba. Sí podemos afrontar cualquier tratamiento, pero no consiste en que una persona pida un préstamos y nosotros le fallemos, o que se vaya mellada simplemente porque la factura no sea grande. Eso no es justo. Con una financiación asequible, y en parte por el hecho de no ser franquicia, sabemos solventar esos problemas. adaptándonos a cada persona. Porque no son clientes, aquí son como de la familia", remachan desde el centro.
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