La Hermandad de la Macarena ha dado a conocer detalles del proceso de restauración a que será sometida la talla y datos del informe del IAPH. La intervención fue aprobada por mayoría, en el Cabildo General Extraordinario celebrado el pasado 29 de julio. Recordar que la propuesta de la junta de gobierno es que sea el conservador-restaurador Pedro Manzano Beltrán el que acometa un trabajo cuyo proceso contará con el asesoramiento y supervisión técnico-científica del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) además de dos comisiones de expertos tanto para el seguimiento como la restauración en sí misma.
En el cabildo, Manzano presentó a los hermanos la propuesta, que aborda las patologías detectadas en las últimas pruebas diagnósticas. Estas incluyen alteraciones no resueltas en la intervención anterior y otras nuevas. La restauración se centrará tanto en la estructura interna como en la policromía de la talla, con el objetivo de devolverle su aspecto anterior y solventar los daños existentes.
El restaurador estimó una duración de tres meses, aunque advirtió que este plazo podría ampliarse si durante el proceso afloran nuevas complicaciones. Los trabajos se llevarán a cabo en las dependencias de la Hermandad, aunque en caso de requerirse pruebas adicionales, se determinará el lugar más adecuado para su realización.
Un equipo multidisciplinar para garantizar rigor en la intervención
En el comunicado emitido por la hermandad se informa que “para garantizar la calidad y transparencia del proceso”, se ha creado una comisión multidisciplinar de expertos, dividida en dos grupos. La Comisión de Seguimiento incluye a nombres como Antonio Rodríguez Babío, delegado de Patrimonio del Arzobispado de Sevilla; José Roda Peña, catedrático de Historia del Arte; y José Luis Gómez Villa, jefe de intervención del IAPH. También participan el escultor y doctor en Bellas Artes Juan Manuel Miñarro López, y el investigador químico Enrique Parra Crego.
La Comisión de Trabajo estará integrada por especialistas del IAPH y del mundo de la restauración artística: Carmen Mañero, Araceli Montero, Rocío Magdaleno, Eugenio Fernández, Enrique Gonzálvez, Manuel Peña, Esteban Sánchez y el fotógrafo Emilio Sáenz, quien conoce en profundidad la fisonomía de la Virgen tras más de veinte años documentándola visualmente.
Tanto el restaurador como el IAPH han coincidido en que la intervención debe iniciarse cuanto antes, “una intención compartida por la hermandad”, a la espera de la autorización eclesiástica definitiva. La corporación se ha comprometido a informar con detalle y puntualidad a los hermanos sobre cada fase del proceso de restauración.
El informe del IAPH: daños estructurales y alteraciones estéticas
La base de la propuesta se encuentra en el informe diagnóstico del IAPH, también presentado al cabildo, que advierte de una “alteración que afecta a soporte y policromía”. Se trata de un recrecimiento en los párpados superiores y un relleno parcial en los inferiores, confirmado mediante imágenes con luz natural, luz inducida, radiografías, reconstrucciones 3D y TAC comparativo.
A nivel estructural, el informe detecta tres patologías principales: la presencia de galerías provocadas por insectos xilófagos, un clavo insertado en un nudo de madera con signos de hongos y una fisura en la sien derecha junto a una separación de ensambles en la mascarilla. A pesar de ello, se destaca que la estructura mantiene la solidez propia de una obra maestra del siglo XVII.
En cuanto a la policromía, el IAPH afirma que, pese a los añadidos, sigue siendo coetánea a la ejecución original. También se menciona la “mancha histórica del rostro”, resultado de reintegraciones reiteradas, y otras alteraciones en cejas, pestañas y estratos polícromos, derivados de limpiezas y restauraciones anteriores.




