Una empleada de Correos en Sevilla ha presentado una demanda contra la empresa y nueve superiores jerárquicos y compañeros de trabajo por presunto acoso laboral continuado. La denuncia recoge hostigamiento, insultos, gritos, comentarios despectivos, vejaciones, aislamiento social y profesional, y trato degradante.
El Juzgado de lo Social 5 de Sevilla ha señalado el juicio para el próximo 21 de julio, según consta en un decreto al que ha tenido acceso EFE. La demanda se tramita bajo la consideración de vulneración de derechos fundamentales.
El abogado de la demandante, Alberto López Vela, del despacho Lavora Abogados Laboralistas, ha informado de que la trabajadora forma parte de la plantilla de Correos desde 2004 y cuenta con contrato indefinido desde 2022.
La afectada denunció inicialmente de manera interna haber sufrido durante años un entorno laboral hostil, con humillaciones públicas, gritos, insultos, amenazas, aislamiento profesional, acusaciones falsas y sanciones desproporcionadas. Según su relato, los hechos habrían sido cometidos tanto por mandos intermedios como por determinados compañeros.
Denuncias internas
Pese a las denuncias internas, Correos no habría adoptado medidas de protección eficaces, motivo por el cual la empleada acudió a un bufete de abogados en septiembre de 2024. La situación derivó en una baja médica prolongada desde marzo de 2024 hasta noviembre de 2025, con diagnóstico de trastorno adaptativo con ansiedad y depresión, además de otras patologías asociadas.
El abogado ha señalado que Correos archivó el protocolo interno de acoso en mayo de 2025, decisión que la demandante ha impugnado judicialmente por considerar que no se investigaron adecuadamente los hechos ni se protegió a la trabajadora. La denuncia interna se presentó en octubre de 2024, aunque su tramitación se retrasó siete meses y la empleada fue sometida a un interrogatorio presencial de más de cinco horas.
La demanda se sustenta en informes médicos y un informe pericial psicológico forense que acreditan un daño psicológico grave derivado del acoso laboral prolongado. Además, tras negársele la incapacidad permanente, la trabajadora tuvo que usar sus vacaciones pendientes y permaneció un mes sin estar dada de alta en la Seguridad Social, lo que la dejó en situación de vulnerabilidad económica.
La mujer ha solicitado un cambio de centro de trabajo, pero Correos no ha respondido por escrito y le indicó por teléfono que no será trasladada, según consta en la denuncia. A partir del 2 de enero deberá reincorporarse al mismo espacio donde sufrió el acoso, un hecho que, según su abogado, le genera temor por la situación vivida durante años.