Telarañas en varias tallas del Museo de Bellas Artes de Sevilla

Críticas por el estado de conservación de algunas obras. A principios de semana, el ministro de Cultura y la consejera de Cultura de la Junta anunciaban la ampliación de las instalaciones

Tres de las obras del Bellas Artes de Sevilla que están con telarañas.
Tres de las obras del Bellas Artes de Sevilla que están con telarañas.
10 de julio de 2025 a las 09:31h

A principios de semana, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, anunciaban lunes la ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla, museo de titularidad estatal y gestión transferida a la comunidad autónoma. El acuerdo contempla que el Palacio de Monsalves y la antigua Biblioteca Pública de la calle Alfonso XII, ambos ubicados en el centro de la ciudad, serán rehabilitados y acondicionados para acoger parte de los fondos del museo, uno de los más importantes de España en arte barroco.

Desde 1840, el Museo se encuentra en el antiguo convento de la Merced, un edificio de estilo barroco que, pese a las intervenciones realizadas entre 1985 y 1993 por el Ministerio, sigue sin contar con el espacio suficiente para mostrar su colección completa ni con infraestructuras adecuadas para los visitantes. Según indicó el Gobierno en una nota oficial, la ampliación busca "mostrar el valioso fondo del museo y ofrecer servicios públicos adecuados".

El Santo Domingo o el San Jerónimo, entre las tallas afectadas

El anuncio ha coincidido con una oleada de críticas en redes sociales por el estado de conservación de ciertas esculturas expuestas en el actual edificio. "No es de recibo que una talla de Martínez Montañés, Santo Domingo, o una talla de Juan de Mesa, San Ramón Nonato, tengan telarañas. Y en un museo del nivel del Museo de Bellas Artes de Sevilla" ha destacado en sus redes Manuel Jesús Roldán, profesor de historia y autor de más de veinte libros.

Otro usuario advirtió también de la presencia de telarañas en el San Jerónimo de Pietro Torrigiano, una obra emblemática del Renacimiento sevillano. Estas observaciones han generado un debate sobre la situación actual del museo y la necesidad urgente de mejorar tanto los espacios como el mantenimiento de las colecciones.

Un signo preocupante en términos de conservación preventiva

La presencia de telarañas en esculturas y tallas puede ser un signo preocupante en términos de conservación preventiva. Aunque en sí mismas no suelen dañar los materiales principales de las obras –como la madera, el yeso o el mármol—–, pueden atraer insectos que se alimentan de elementos orgánicos presentes en barnices, colas o policromías.

Además, las telarañas retienen partículas de polvo, hollín y humedad, lo que puede generar una capa de suciedad sobre la superficie de las piezas. Esta acumulación, si no se elimina adecuadamente, puede afectar la estabilidad química de los acabados y provocar un deterioro progresivo, especialmente en tallas de madera policromada, uno de los tesoros del museo sevillano.

La aparición de estos elementos también puede reflejar un desequilibrio ambiental dentro del museo, como la presencia de humedad o una ventilación deficiente. Estas condiciones no solo afectan la conservación de las obras, sino que revelan posibles deficiencias en el monitoreo y la gestión del microclima. La futura ampliación, además de resolver los problemas de espacio, debería contemplar una mejora estructural en las labores de mantenimiento y limpieza para proteger de forma adecuada el patrimonio artístico expuesto.

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Rubén Guerrero.

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