Con una espectacular explosión de fuegos artificiales, Sevilla puso punto y final al reencuentro con su Feria de Abril tras dos años sin celebrarla por la pandemia. 

La capital hispalense cantó Victoria, el nombre que llevaba el espectáculo de efectos lumínicos y sonoros que se pudo presenciar desde el Real como broche de oro a la fiesta. 

Unos fuegos artificiales bautizados con el nombre de Victoria porque "en algún momento hemos gritado bien alto esta palabra" tras todo lo pasado y sufrido con el covid. 

La empresa encargada de este punto y final de la Feria de Abril también ha dejado su sello en fiestas como las Fallas de Valencia o las Fiestas del Pilar de Zaragoza. 

Con un juego visual que incluía corazones, colas de caballo y maravillosos mosaicos, casi media tonelada de pólvora se lanzó al cielo de Sevilla durante los casi 16 minutos que duró un espectáculo que ha sido muy elogiado por los asistentes. 

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R. G.

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