La Policía Científica y el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional barajan la posibilidad de que el incendio declarado la noche del pasado 5 de enero, noche de Reyes, en el centro de personas mayores Adorea, ubicado en la calle Baltasar Gracián del distrito San Pablo-Santa Justa de Sevilla capital, derivase de un cigarrillo mal apagado, según han confirmado a Europa Press fuentes policiales.
Mientras las llamas habrían comenzado en una pequeña estancia de la segunda planta, propagándose el fuego y alcanzando el humo la tercera planta, dicho cigarro habría sido encendido por una de las residentes de este geriátrico, según esta línea de investigación, toda vez que tanto la Policía Científica como el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía están pendientes de cerrar sus correspondientes informes sobre las causas del siniestro.
El mencionado incendio se saldó con la muerte de una anciana de 89 años de edad, Rosario, y 21 residentes heridos, cinco de ellos de gravedad, siendo movilizados unos 60 agentes de la Policía Local, 22 de la Policía Nacional, 42 bomberos, más de 30 sanitarios (Epes 061, SUAP, Red de Transporte Urgente del SAS y SAMU), 15 efectivos de Protección Civil, equipos de la Unidad de Emergencias Sociales (Umies) y efectivos de Tussam y taxistas, además de los profesionales de la propia residencia, contando incluso con el apoyo de numerosos vecinos de la zona.
Este pasado sábado, Emergencias Sevilla publicaba un vídeo del heroico rescate: "En este vídeo la música la pusieron los corazones de todos los profesionales que arriesgaron sus vidas para salvar a los ancianos que dormían en la residencia incendiada en Sevilla el día 5 de enero. Muchas gracias por tanto. Rosario, Descanse en Paz".