Al agricultor palaciego Francisco Javier Rodríguez Tacón ya le robaron en otro campo a comienzos de esta misma semana, y lo denunció a la Guardia Civil, pero nada comparable a “la escabechina” que le han hecho en su otro campo de la zona de Cismán, en Los Palacios y Villafranca, en Sevilla, en la madrugada de este pasado viernes, cuando le entraron en una explotación de uva emparrada y se llevaron casi 6.000 kilos. "Todo lo que había en los 4.000 metros que tengo aquí”, dice apesadumbrado ahora. “Lo que me han hecho esta vez no tiene nombre, me han dejado bien aviado”.
Según las primeras pesquisas de la Guardia Civil, que sorprendió el destrozo antes que el propio dueño, al campo llegaron seis vehículos, “de los que se bajarían alrededor de 20 personas para ir a saco”, sospecha el agricultor por el resultado que se ha encontrado.
Los agentes de la Guardia Civil vieron el destrozo
“Los guardias civiles dieron una vuelta por la zona porque ya sospechaban que estaba habiendo robos y vieron la cancela que me han destrozado”, explica Rodríguez Tacón, “y cuando yo llegué por la mañana me los encontré aquí sin saber lo que había pasado”.
En efecto, los agentes del Instituto Armado han hecho rondas de vigilancia esta semana porque ha habido otros muchos robos de melones, pimientos y otros productos de temporada. Los robos suelen practicarse por bandas organizadas procedentes de barrios o diseminados de localidades limítrofes como Dos Hermanas o Alcalá de Guadaíra como Cerro Blanco o El Grullo, entre otros.
“Y lo peor es el destrozo que hacen”, comentan los agentes de la Guardia Civil, que han intervenido estos días en otros robos en la marisma. “Porque esta gente entra rompiéndolo todo, pisando por cualquier parte y cargándose las cepas”.
… Y el kilo de uva, a 1,80 euros
El agricultor palaciego, socio de la cooperativa Parque Norte, se queja de que, encima, “la uva este año estaba cara, como a 1,80 euros el kilo”, por lo que el robo, como mínimo, le ha supuesto una pérdida de 10.000 euros.
Rodríguez Tacón asegura que su propia cooperativa se reunirá en breve con las otras dos, Las Nieves y Frupal, y el Ayuntamiento palaciego para acordar medidas de vigilancia y recuperar el servicio de guardería rural que tenían hasta hace dos años “porque esto no puede seguir así”.