La restauración de la Macarena avanza con éxito y entra en su segunda fase

La intervención culmina con el tratamiento de anoxia y comienza una nueva etapa centrada en la estructura de la talla y la mascarilla

Manzano explicando los resultados de la primera fase.
10 de septiembre de 2025 a las 13:13h

La restauración de la Esperanza Macarena sigue avanzando a buen ritmo. Tras culminar con éxito la primera fase, basada en un tratamiento de anoxia, la hermandad ha confirmado que la imagen se encuentra en perfecto estado y lista para afrontar la siguiente etapa de intervención.

El restaurador Pedro Manzano explicó en un vídeo difundido por la hermandad que “hemos de clasificar el tratamiento de anoxia como un tratamiento exitoso puesto que hemos completado el ciclo que se tenía previsto de 24 días”. Según señaló, la Virgen ya ha salido del contenedor y se ha comprobado que “se encuentra exactamente igual que cuando empezamos el tratamiento en agosto”.

Una segunda fase más profunda

Con esta revisión se da por cerrada la fase inicial y se inicia la siguiente, más compleja, que atenderá a las necesidades estructurales de la talla. El experto detalló que se intervendrá en “la desunión de las piezas de madera que dan forma a la mascarilla en su lado izquierdo” y, al mismo tiempo, se tratará la zona posterior de la espalda en el “nudo desestructurado que también se ve en el estudio mediante imágenes médicas”, destacando que todos los plazos se han cumplido y que los resultados hasta ahora son muy positivos.

Seguridad biológica garantizada

Manzano incidió en que la anoxia ha demostrado ser eficaz para proteger la integridad de la talla: “Hemos podido comprobar físicamente que la integridad de la imagen es la que esperábamos, no hay ninguna variación estética, pero sí que tenemos seguridad desde el punto de vista biológico, que cualquier tipo de forma de vida que dependa del oxígeno presente en la imagen ha sido eliminada totalmente”.

La solución de anoxia ha sido considerada la más adecuada por no requerir gases adicionales como CO₂ o nitrógeno. Además, este procedimiento ha contado con un sistema de control permanente que monitoriza tres variables clave: la concentración de oxígeno, la humedad y la temperatura.

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Kiko Abuín

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