La actriz María León ha decidido no recurrir la condena de 5.700 euros por delitos de resistencia y de lesiones leves a una agente de la Policía Local de Sevilla y, por lo tanto, aceptar la sentencia por los hechos ocurridos en 2022 donde varios agentes acusaron a la actriz de haberlos agredidos durante una madrugada tras una discusión.
Sin embargo, los agentes denunciantes sí han decidido recurrir la sentencia al considerar que la condena es menor a lo que debería por los hechos ocurridos. Según ha adelantado Diario de Sevilla, los tres agentes implicados han presentado el recurso en tiempo y forma solicitando la pena que habían pedido inicialmente. Es decir, los policías quieren que la actriz sea condenada a dos años y un día de prisión, pena suficiente para que María León tuviera que ingresar en prisión. La Fiscalía, pese a solicitar inicialmente un año y nueve meses de cárcel, tampoco ha recurrido la sentencia. No obstante, tendrá que decidir si se suma al recurso de las acusaciones.
La sentencia
El Juzgado consideró acreditado que, durante la madrugada del 1 de octubre de 2022, en torno a las 4:45 horas, una actriz y dos hombres identificados como Pedro Á.M. y Jorge S.R. se encontraban paseando por la avenida de María Luisa, en Sevilla, tras asistir a una cena posterior a la finalización de un rodaje. Iban acompañados de otras personas, entre ellas un individuo que circulaba en bicicleta mientras sostenía un vaso con bebida en una mano. El grupo buscaba un establecimiento abierto a esa hora.
Según detalla la sentencia, agentes de policía que patrullaban la zona detuvieron al ciclista tras observar una maniobra considerada antirreglamentaria. Al percibir que podía estar bajo los efectos del alcohol, los agentes le solicitaron que se sometiera a una prueba de detección de alcohol en aire espirado. Para ello, solicitaron la llegada de un vehículo policial que transportaba el test preliminar y, posteriormente, un furgón con el etilómetro evidencial tras el resultado del primer análisis.
Durante el procedimiento, los acompañantes del ciclista mostraron su desacuerdo con la actuación policial. La sentencia recoge que consideraron excesiva la intervención de los agentes y comenzaron a grabar lo sucedido con sus teléfonos móviles, lo que provocó un incremento de la tensión en la interacción con los efectivos de la autoridad.
En su declaración durante el juicio, una de las agentes implicadas describió una escena de alta tensión con el grupo, que cuestionaba la legalidad y proporcionalidad de la intervención desde los primeros instantes. Esta circunstancia fue valorada por el tribunal en el análisis de los hechos y en la elaboración de su fallo.


