De lo más arriesgada ha sido la persecución que han llevado a cabo efectivos de la Policía Local de Sevilla y de la Guardia Civil para detener a un conductor.
La Policía Local fue la encargada de avisar de que un vehículo de alta gama había protagonizado incidentes de riesgo en la avenida de Las Razas, donde estuvo a punto de atropellar a varias personas. Incluso llegó a arremeter contra los vigilantes de una zona delimitada con vallas, golpeando y derribando las mismas.
Un padre incluso tuvo que llegar a apartar de la trayectoria del vehículo a sus hijos menores, que estuvieron a punto de ser atropellados por el individuo. Sobre las 19.50 horas, un comunicado de radio desde el Centro de Control alertó a todo el operativo de Policía Local desplegado en el entorno de la Feria de Abril.
Los agentes que se encontraban en este lugar escucharon acelerones y rachear de neumáticos en dirección a la Glorieta Avión Saeta, donde está situada la contraportada de la Feria. Varios policías trataron de darle el alto con el objetivo de evitar una situación de peligro ante la gran cantidad de personas que había en ese emplazamiento. El conductor, lejos de detenerse, esquivó a los agentes y accedió a una zona restringida y sin tráfico en la avenida Juan Pablo II. Varios patrulleros de Policía Local iniciaron su persecución circulando a gran velocidad en dirección a la SE-30, estando a punto de atropellar a varios agentes que trataron de darle el alto.
Durante unos 30 kilómetros, circularon a altas velocidades, llegando a superar los 190 kilómetros. El conductor llegó incluso a acometer contra el patrullero e iba arrojando objetos en su fuga. Fue a la entrada de la localidad de Las Pajanosas donde el individuo perdió el control y chocó contra una isleta y una señal. Los policías se acercaron al conductor, que presentaba un estado de agitación muy alto y ofreció una gran resistencia. Cuatro agentes resultaron lesionados.
El detenido fue sometido a pruebas de alcoholemia y drogas, dando negativo a pesar del estado de agitación y de las manifestaciones incoherentes que realizaba. Al legar a un centro sanitario para ser asistido de las lesiones, los facultativos informaron que esta persona tiene antecedentes de esquizofrenia paranoide.
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