Entre el bullicio de gente de estos días, Pablo se perdió ayer en Sevilla mientras estaba dando un paseo con su familia. El chico, a pesar de contar con solo 11 años, dio todo un ejemplo de cómo hay que actuar en este tipo de situaciones.
Nada más ver a una pareja de la Policía Local de Sevilla se acercó a él y le dijo: "Hola, poli, me he perdido. Me quedo contigo, ¿vale?". Y con ellos se quedó hasta que encontraron nuevamente a su familia.
Pablo se convirtió por unos minutos en un agente más y desde ayer es todo un superpolicía.
Este caso representa la importancia de no meterle miedo a los niños con la Policía para que en situaciones de este tipo acudan sin ningún temor a pedir ayuda.