Manuel, un joven estudiante de La Puebla de Cazalla, en Sevilla, que padece piel de mariposa, ha iniciado el nuevo curso en el IES Castillo de Luna en una situación que no debería repetirse: lo ha hecho sin contar con la PTIS (Profesional Técnico de Integración Social) que necesita y que, por derecho, le corresponde.
Lo más preocupante es que esta historia no es nueva. Ya en 2021, cuando comenzó en el IES Federico García Lorca, el chico vivió exactamente la misma circunstancia. En aquel momento, tras insistencia y lucha, se logró solventar la situación. Sin embargo, cuatro años después, "volvemos a tropezar con la misma piedra".
"Cada día sin este apoyo es un día en el que se vulnera su derecho a aprender con igualdad, en condiciones de seguridad y dignidad. No hablamos de trámites, hablamos de la vida de un chico que solo quiere estudiar como los demás", expresa el Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla, que ha dado a conocer el caso y ha reclamado una solución urgente.
La exigencia es clara: la incorporación inmediata de la PTIS al centro educativo.
Faltan PTIS en Andalucía
El problema, sin embargo, no es aislado. En Andalucía, la falta de profesionales de integración social lleva años siendo motivo de denuncia por parte de familias, asociaciones y colectivos vinculados a la educación inclusiva. La carencia de este personal esencial sigue impactando de manera directa en la calidad de la enseñanza del alumnado con necesidades especiales.
“No hablamos de trámites, hablamos de la vida de un chico que solo quiere estudiar como los demás”, remarcan desde su entorno. La situación de Manuel es un reflejo de un fallo estructural que, lejos de resolverse, continúa repitiéndose curso tras curso.
Mientras tanto, él inicia su día a día escolar con la misma ilusión que cualquiera de sus compañeros, aunque sin el apoyo que garantiza su derecho básico a la igualdad en la educación.