La familia sevillana que se vio afectada por un incendio el pasado lunes en la calle Bretón de los Herreros, en la barriada de La Plata de la capital hispalense, todavía está dirigiendo un suceso que pudo acabar en tragedia de no ser por Ibrahim, un joven marroquí que no se lo pensó dos veces y, a pesar del humo y las llamas, entró en la casa para rescatar a las dos niñas que se encontraban dentro.
De no haber sido por su valiosa acción, el final de este incendio hubiera sido totalmente diferente. Ibrahim acabó con quemaduras en las manos. “No miró el fuego ni nada. Entró y sacó a las niñas. Gracias a Dios no ha pasado nada, pero si no hubiera sido por este chaval…”, ha contado la abuela de las menores afectadas por un incendio que, al parecer, se originó por culpa de un brasero.
Las niñas se encontraban durmiendo con su madre. Vecinos vieron cómo Ibrahim, antes de que llegasen los bomberos, se lanzó al interior de la vivienda para rescatar a las dos hermanas.
La casa ha quedado inhabitable
Tras el enorme susto, la familia formada por un matrimonio y sus tres hijas tiene que empezar de cero. La casa ha quedado inhabitable, como han indicado desde el Ayuntamiento de Sevilla, que ya ha activado a la Unidad Municipal de Intervención en Emergencias Sociales y Exclusión Social (Umies) para que haga una valoración de la situación en la que ha quedado esta familia tras el incendio.
De manera paralela ha empezado a funcionar la solidaridad vecinal. En WhatsApp se ha creado un grupo para intentar ayudar a la familia en las necesidades básicas. Se han quedado sin nada y, además de un techo en el que vivir, también necesitan ropa y mucha ayuda para salir adelante tras esta desgracia que pudo haber sido todavía peor de no ser por Ibrahim.
La reclamación vecinal
Juan García, portavoz de la plataforma Barrios Hartos, ha contado a lavozdelsur.es que la familia "lo ha perdido todo, pero ha obtenido el apoyo de los barrios de alrededor, que desde el primer minuto iniciaron una campaña de recogida de enseres urgentes: ropa, comida y demás. Incluso se han hecho donaciones, desde particulares y también desde el IES Diamantino García".
"Nada es suficiente, pero la solidaridad se activó de forma automática, lo que demuestra que en los momentos difíciles, el propio tejido social de los barrios es el principal sostén que tenemos", ha añadido el activista vecinal. La solidaridad de los vecinos, como comenta Juan, "está rellenando los huecos que los mermados servicios públicos de la ciudad no cubren. Lo único que obtuvieron fue el ofrecimiento de un albergue, que en las condiciones de esta familia es algo tan frío como incapaz de cubrir las necesidades físicas y mentales de quienes se han quedado en minutos sin nada. El abrigo real ha venido de su entorno, que le ha dado cobijo y muestras de verdadero calor humano y social".
Desde Barrios Hartos demandan que la administración local debe "contar con recursos materiales y profesionales de primer nivel para ocasiones como estas. Para ello hay que revertir las políticas de recorte continuo a lo público que lleva a cabo el ayuntamiento en manos del PP, más preocupado por las luces, la imagen y los grandes negocios que por las necesidades reales de la mayoría de la población".


