El Juzgado de Primera Instancia número dos de Sevilla ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio iniciado este pasado miércoles, en torno a la demanda promovida por la vecina de El Coronil, hija del ganadero José Benítez-Cubero, nacida tras una relación secreta del mismo, reclamando la "cuota" que a su entender le corresponde de la herencia familiar dada la muerte del mencionado ganadero allá por 1970.
El abogado Fernando Osuna, letrado de Sofía Benítez-Cubero, ya reconocida judicialmente como hija de dicho ganadero, había detallado a Europa Press que la primera sesión del juicio contó con la declaración del demandado y hermanastro de su clienta, José Benítez-Cubero Pallarés, así como la comparecencia como testigos de varios vecinos de El Coronil y de peritos y tasadores encargados por su parte de la valoración de la herencia, en la que figuran una vivienda en la misma plaza de Cuba de Sevilla capital, viviendas en Cabra (Córdoba) o una finca agraria de más de 1.500 hectáreas localizada en Marchena, entre otras posesiones.
A tal efecto, insistía en que a Sofía Benítez-Cubero corresponde una "cuota" de 12 millones de euros de dicha herencia, al haber sido reconocida por la Justicia y en firme como hija biológica del ganadero y nieta de los padres del mismo, otrora titulares de las posesiones.
La vista, según Fernando Osuna, ha finalizado este jueves con la comparecencia de un testigo a propuesta de la representación de José Benítez-Cubero Pallarés para defender la idea de que el mismo desconocía que contase con una hermanastra, declarando además peritos también a petición de esta parte.
Tras ello, cada una de las partes ha expuesto sus conclusiones, con unos 25 minutos cada uno de los abogados, quedando el juicio visto para sentencia.