La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investigado a otras dos en Sevilla por su presunta implicación en varios delitos contra el patrimonio, cometidos mediante el uso de una violencia e intimidación consideradas extremas. La operación se enmarca dentro de una investigación más amplia, que permanece aún abierta y en la que no se descartan nuevas actuaciones.
Según fuentes del Instituto Armado, los integrantes del grupo criminal habrían empleado armas de fuego para amenazar a empleados durante los asaltos perpetrados en estaciones de servicio. La información recabada durante la investigación alertó a los agentes sobre el nivel de violencia utilizado por los presuntos autores, lo que llevó a intensificar las pesquisas para su identificación.
Los investigadores lograron ubicar a los sospechosos en un barrio de la capital hispalense. A partir de ahí, se organizó un dispositivo de vigilancia constante sobre uno de los principales investigados, en el que colaboraron la Policía Nacional y la Policía Local de Sevilla.
Banda desarticulada
Este operativo permitió la identificación completa de todos los miembros del grupo. La detención del cabecilla se produjo tras verse implicado en un accidente de tráfico mientras intentaba evadir a los agentes al detectar su presencia en la zona. El arresto del líder facilitó la desarticulación del conjunto del grupo, que fue desmantelado en su totalidad en los días posteriores. La operación se ha saldado por ahora con dos detenidos y dos personas investigadas, todas ellas puestas a disposición judicial.
La autoridad competente ha decretado el ingreso en prisión provisional del presunto cabecilla. A los implicados se les imputan delitos de robo con violencia e intimidación, así como de apropiación indebida de vehículos. Uno de los coches sustraídos ha sido localizado en Sevilla capital.