Luippi, un joven influencer con movilidad reducida, ha realizado una doble publicación en sus redes en las que habla de las mejoras y asuntos pendientes de la Feria de Sevilla en materia de inclusión.
"Lo primero que me encontré era una persona mayor tropezando por la nefasta accesibilidad en los alrededores. Esto es un peligro para todos y si fuera el único…", comenta este joven que, en su caminar por la Feria se encuentra con un montón de tornillos y puntillas. "Si se me pincha la rueda es como si se me partiese el tacón", comenta con humor.
Muy pocos rebajes
Entre lo positivo, el albero: "Los adoquines para nosotros es bastante fastidioso. A ver si toman ejemplo otras ferias de este albero, calidad. Podemos ir perfectamente, está bastante compactado y, lo mejor de todo, no nos quedamos atascados con la rueda de delante”.
Eso sí, entre los puntos a mejorar para lograr una plena inclusión se encuentra que "para lo grande que es la Feria, hay muy pocos rebajes". En las casetas, los accesos son más inclusivos en las públicas que en las privadas, manteniéndose todo más o menos igual que el año pasado: "Hay bastantes rampas, sobre todo en las públicas. En las privadas hay muchos escalones", indica Luippi.
"En cuanto a las atracciones, la inclusión sigue igual, no está presente". En líneas generales, Luippi considera que "hay más rampas que el año pasado" y valora que "en los baños no he tenido que avisar para que me pongan la rampa".
Más puntos negativos que positivos
A modo de conclusión, este joven influencer entiende que "para ser una de las mejores ferias de España, la inclusión deja mucho que desear". Entre lo que se ha mejorado resalta los baños y la buena comunicación de transporte. Sin embargo, en el capítulo negativo incluye la inexistencia de itinerarios para la ubicación de aparcamientos, ausencia de protocolo de aglomeración visible, no hay espacio preferente PMR (personas con movilidad reducida) en eventos y tampoco se cuenta con señalética accesible.
Entre la demanda también se encuentra que hubiera un punto de información, atención y apoyo a personas con discapacidad, así como medidas específicas de accesibilidad (intérpretes de lengua de signos en eventos, bucle magnético, transmisores de vibraciones, sendero podotáctil, etc.) y espacio sensorialmente amable, entre muchas otras cosas más que siguen pendiente para lograr una Feria de Sevilla totalmente inclusiva.
