En los nervios de la nueva selectividad andaluza: "Había algunas partes más complejas"

En un año marcado por los cambios en los modelos de examen, al final lo que prima es la sensación de nervios de cada año

Una estampa para la suerte en el examen de Selectividad 2025.
Una estampa para la suerte en el examen de Selectividad 2025. MAURI BUHIGAS
03 de junio de 2025 a las 13:13h

Desde primera hora de la mañana de este martes del 3 de junio, unos 50.000 estudiantes andaluces realizan los exámenes de la nueva PAU, lo que de toda la vida se llamaba selectividad. Y llegaban con la respiración contenida.

Jóvenes en la prueba de acceso a la universidad en Andalucía.
La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO. MAURI BUHIGAS

Esta prueba es una de las más estresantes de la carrera académica de cualquier persona. Porque uno luego podrá ser ingeniero, maestro, filósofo o médico. Pero, por trascendencia, o porque habitualmente se es apenas un chiquillo cuando llega a este día, sufres porque te juegas lo que pasará. Marcará la vida, está claro. Y, por eso, no es solo una prueba de conocimientos. Lo es también de madurez, de autocontrol, de superar nervios.

Este año, se exploraba un terreno nuevo, una reformulación de los exámenes que ha acabado con el sistema habitual de itinerarios. Tan importante este cambio como el que se realizó tiempo atrás de la nota final hasta los 14 puntos, con asignaturas optativas, en lugar de los seis exámenes y una nota sobre 10. 

La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO.
Uno de los docentes da instrucciones en el segundo turno, el de Historia o Filosofía.  MAURI BUHIGAS
La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO.
Esperando a tener el examen delante.  MAURI BUHIGAS

El sistema es de oposición: mucha gente que se enfrenta al mismo examen. Pero marca muchas cosas. Porque la nota se arrastra toda la vida salvo que se decida repetir la prueba. Y significa que caer en un año difícil, si bien iguala respecto al resto de estudiantes que intentarán coger plaza en la universidad de cara a las matriculaciones este verano, también coloca en cierta desventaja cuando se compite con alumnos que lleven notas de otros años. Por eso, los diseñadores de estos exámenes tienen que calcular al máximo la dificultad, que tenga una similar a la del resto de años.

En esas llegaban los estudiantes esta mañana a la sede de la Universidad Pablo de Olavide, al Sur de Sevilla capital. Varios, procedentes de Los Álamos, en Bormujos. Miguel, Raúl y David acababan de salir del examen de Lengua de este 2025. Señalaban que fue "más o menos asequible", porque es lo que se estudia durante el año. Solo había un texto, no dos a elección. Y ha caído el texto periodístico, un editorial de El País. "Es verdad que en las preguntas de teoría había alguna más compleja". En esas preguntas sí había itinerarios de elección. "He escogido la que más o menos me sabía".

La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO.
Pasando lista para acceder.  MAURI BUHIGAS

Del mismo centro, Alejandra, Marina y Carola comentaban el examen. "Nos olíamos el texto periodístico", lo cual es bueno. "Han mantenido un buen equilibrio en verdad". Pero no solo lo que habían vivido, sino lo que quedaba por vivir, les preocupaba. Las expectativas eran "fatales". Porque en ese examen iban "desubicadas", sobre todo "con la disertación, que creo que es nuevo". 

El problema es que "a la hora de corregir puede ser muy abstracto", es decir, "que un profesor puede ser mejor y otro peor". Sin embargo, lo cierto es que los docentes que corrigen reciben instrucciones, para no ser ni excesivamente estrictos ni para pasar la mano. Los criterios están unificados. Y siempre se puede pedir tras conocer la nota una 'segunda opinión', como en la medicina.

La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO.
La distribución para aulas.  MAURI BUHIGAS

Desde el Chaves Nogales de Sevilla Este llegaban también Estrella y Adriana. "Pensaba que iba a ser peor", decían sobre lengua. De primeras, "el bloqueo" inicial. Esa sensación de hoja en blanco y de tener una sensación irracional de que no te lo sabes. "Pero me dije "fuera nervios, céntrate y hazlo lo mejor que puedas y ya está". No hay otra. "Al final he rellenado bastante". Una sensación con lengua era que había puntos que se pueden conseguir "fácilmente", que no son tanto de empollar como de razonar. Un examen más práctico. Aunque, no hay que olvidar, si es fácil para uno, lo es para el de al lado, con el que en el fondo se compite para una plaza en la universidad.

Reto superado en la UPO

Por parte de la UPO, el docente Enrique Ramos bromeaba que, dentro de su parcela, está tranquilo porque "no ha habido ningún problema" y tenía en su poder los 1.342 exámenes de lengua que tenía que tener, "Los tengo todos, no he perdido ninguno". 

La PAU 2025 de Andalucía, en la sede de la selectividad de la UPO.
Carpas en la UPO.  MAURI BUHIGAS

Un día en el que todo se prepara para que los alumnos estén bien. Especialmente el primer día, porque vienen de no dormir bien, muy nerviosos. "Cada año se quejan del calor, aunque haya aire acondicionado puesto". No es un día especialmente caluroso para lo que suele ser junio. Hay quien ha llegado a sufrir hasta lipotimias, no solo por falta de líquidos, sino también por esa situación de tremendo estrés.

Los aledaños de las zonas de examen tienen carpas para que puedan descansar en los tramos entre exámenes, sin aglomeraciones. Hay incluso personal de apoyo por si los estudiantes necesitan algo. Mañana será un día con exámenes más repartidos. El gran reto era la parte común, los exámenes de Lengua, de Filosofía o Historia, y de Inglés, que cierran la mañana. 

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Pablo Fdez. Quintanilla

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