El caso de Yanira, la adolescente de 16 años de las Tres Mil Viviendas de Sevilla, ha pasado de ser una desaparición a convertirse en un conflicto familiar. Lo que en un primer momento se denunció como una marcha forzosa ha terminado esclareciéndose: la joven no estaba desaparecida, sino que decidió marcharse con su expareja.
La alarma saltó hace unos días, cuando Yanira acompañaba a su madre, Topacio, de compras por el barrio. La mujer se detuvo a charlar con unas vecinas y su hija aprovechó para ir sola al quiosco, como relata la mujer en En boca de todos. Allí se le perdió la pista. En las inmediaciones solo aparecieron su móvil y una pulsera, lo que reforzó la sospecha de que pudiera haber sido retenida.
Topacio mantiene sus sospechas
Desde el primer momento, Topacio señaló directamente a la expareja de la menor como responsable. Aseguró que la relación entre ambos fue tóxica, marcada por los celos y el control. "La encerraba en la habitación, le prohibía maquillarse y hasta tener contacto conmigo", relató emocionada.
Convencida de que Yanira había sido obligada a marcharse, lanzó un mensaje en televisión: "Yo creo que se la ha llevado y quiero que me la devuelva". Incluso se dirigió a su hija para pedirle que regresara a casa: "Si te has ido de manera voluntaria, tienes solo 16 años y tienes que estar con tu madre y tu hermano".
La familia del joven responde
Poco después, la familia del exnovio rompió el relato inicial en el mismo programa. Sus padres afirmaron que Yanira no estaba desaparecida: "El niño no se ha llevado a la niña obligada, ella se ha ido con él", defendieron.
Matilde, la madre del joven, sostuvo además que ambos seguían en contacto por redes sociales y que, bajo el rito gitano, incluso se habían casado. La tensión entre ambas familias estalló en directo, con acusaciones cruzadas sobre antecedentes penales y reproches personales.
El caso de Yanira y su ex, ya conocidos como los 'Romeo y Julieta' de las Tres Mil Viviendas, refleja el choque de dos versiones irreconciliables, asemejándose a la historia de amor más conocida de Shakespeare. Mientras su madre insiste en que la relación es peligrosa, la familia del chico defiende que se trata de una decisión personal de la menor.
