Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla y el CSIC ha estado dedicando más de dos años al estudio de un complejo de lagunas temporales en la periferia de Sevilla Este. Las lagunas, ubicadas en la periferia de Sevilla, se enfrentan a un futuro urbanizado, según denuncian desde Ecolosgistas en Acción. Dos de las tres principales se asientan sobre suelos designados como espacios libres según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, mientras que la tercera, conocida como la Laguna de El Sapo, está en suelos inundables de propiedad privada. Los planes urbanísticos para el Distrito Este podrían significar la destrucción de estas zonas verdes.
A pesar de la propuesta de incluirlo en el Inventario de Humedales de Andalucía (IHA) el pasado septiembre, la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul rechazó la tramitación el verano pasado, sin que el Comité Andaluz de Humedales haya emitido una opinión al respecto. Ecologistas en Acción, parte de este Comité, destaca la deficiente actualización del inventario y la complejidad del proceso de inclusión.
La Plataforma SAVE! ha propuesto la creación de un corredor verde que conecte los grandes parques del distrito, siguiendo las directrices del PGOU. La Plataforma, compuesta por diversas organizaciones y personas individuales, aboga por la conservación y recuperación de estos microhumedales, que albergan especies únicas como el Triops baeticus, un fósil viviente endémico de Andalucía desde el Triásico. La destrucción de estos humedales podría llevarse consigo una rica biodiversidad y un legado natural invaluable.
El Comité Ramsar otorga reconocimiento especial a ciudades que protegen sus humedales urbanos, considerándolos más que espacios vacíos, sino contribuciones sociales y culturales. Los corredores verdes son clave en espacios fragmentados, como este, para el desarrollo territorial futuro de las ciudades en el siglo XXI.
A pesar de la importancia de estos humedales para la biodiversidad y como recurso pedagógico, la discrepancia científico-técnica con la Consejería se centra en la temporalidad de las lagunas. Aunque algunas especies protegidas las utilizan de manera puntual, los técnicos consideran insuficiente este uso ocasional. Sin embargo, la temporalidad de estos espacios permite la reproducción de especies amenazadas de manera crucial para su supervivencia, resistiendo en modo "quiescente" durante años, como es el caso del Triops. La singularidad de estas lagunas y su valor ecológico y educativo son aspectos que la Plataforma SAVE! y los investigadores defienden vehementemente, instando a la revisión de la exclusión del inventario de humedales.